Aterciopelados, con el salvavidas de la creatividad
Andrea Echeverri y Héctor Buitrago hablan sobre los más recientes lanzamientos de la agrupación y también cuentan cuáles han sido sus principales desafíos en esta etapa de pandemia.
Giancarlo Calderón
“Para Bogotá, Colombia y gran parte de América Latina, Andrea Echeverri y Héctor Buitrago son una impronta generacional, una canción inolvidable, un mensaje transformador. Aterciopelados representa la independencia alternativa e inconforme de la juventud de los 90, la voz que reclama una humanidad más respetuosa con la naturaleza, la que reivindica a la mujer o enaltece a la infancia”. Es un aparte de la presentación del libro Aterciopelados, con el corazón en la mano (2014), escrita por el músico y realizador audiovisual Santiago Trujillo Escobar.
Describe allí, de manera aguda, virtudes artísticas indiscutibles, y, también, enumera acertadamente algunas de las principales características de tipo social, cultural y ambiental que, efectivamente, han sido un sello de identidad de esta emblemática agrupación musical, anclada ya en la historia del rock nacional y latinoamericano, que en 2020 celebró treinta años de trayectoria profesional.
Celebración más bien atípica en un año que, por cuenta de la pandemia, fue absolutamente particular desde todo punto de vista, no solo para el universo de la música, sino para el mundo entero.
En entrevista con El Espectador, Andrea Echeverri, vocalista, compositora y pilar fundamental de la banda, hace su propio balance de lo que este tiempo ha sido para ellos: “Han sido meses muy exóticos, nunca vistos, ni vividos. Entonces, creo que eso ha traído muchas cosas positivas, como silencios, oportunidades, momentos creativos, pero a la vez también trajo encierro, desespero, impotencia. Es como no saber qué nos depara el futuro. Ha sido una época muy compleja. Por fortuna, uno tiene el salvavidas de la creatividad”.
Por su parte, Héctor Buitrago, bajista, compositor e igualmente pieza clave en la conformación del grupo, comentó: “A la industria musical le pegó fuerte. A nosotros específicamente nos dio muy duro el comienzo, pues en una o dos semanas (de comenzar el confinamiento) viajábamos a una gira en Estados Unidos. Entonces, deshacer unos 16 conciertos para los que ya teníamos visas de trabajo, hoteles, vuelos, no fue fácil: todo se nos vino para el piso. Además, también teníamos otros conciertos en festivales, así que todo indicaba que el año iba a estar muy movido”.
A pesar de este panorama inesperado, un tanto sombrío, que dibujaba en ese momento —y todavía— un horizonte repleto de incertidumbre, y de la dificultad obvia que han representado estos últimos meses en la vida laboral y personal de la mayoría de los seres humanos, los Aterciopelados no se paralizaron ni se instalaron en el lamento. Al contrario: su reacción fue, dentro de sus posibilidades, sacarle provecho a la circunstancia inédita por la que estaban atravesando. Rápida e intuitivamente se dieron cuenta de que no había mejor opción que seguir haciendo lo que sin duda mejor saben hacer: crear música, e idear y sacar adelante proyectos artísticos. Y ha sido así, puesto que, al margen de las dudas y los temores que seguramente también han rondado por la cabeza y el corazón de estos músicos, ellos no han parado de concebir y producir cosas nuevas.
“Luego asumimos todo eso, lo interiorizamos y, a pesar de todo, este tiempo nos ha tratado bien, pues hemos podido sacar canciones, hacer videos, también hemos participado en campañas, tuvimos toques virtuales, incluso hicimos un par de viajes. Entonces, realmente sí han pasado muchas cosas y, afortunadamente, a nivel creativo siempre hemos estado muy activos”, comenta Buitrago.
Acerca de algunos de los lanzamientos de sencillos que realizaron, el músico puntualiza: “Las primeras canciones que salieron ya estaban escritas, como 15añera, que Andrea ya la tenía preparada; o Haters, que la teníamos casi lista y la terminamos en medio de todo esto. Después empezaron a salir canciones como Más allá de la ventana, que tenían que ver con lo que estaba sucediendo”.
En 15añera, lanzada al mercado en mayo de 2020, Andrea Echeverri explora temáticamente la relación generacional entre una madre y su hija adolescente. Esto, con un tono desenfadado, cargado de ternura y humor, y por supuesto lo hace a su estilo y desde su propia experiencia.
“Mi hija Milagros y yo nos confesamos ese amor que lo aguanta todo: el paso del tiempo, el crecimiento, el envejecimiento, aguanta toda la tensión, todas las hormonas e intensidades de dos mujeres al borde de un ataque de nervios”, cuenta Andrea Echeverri.
Más allá de la ventana, lanzada en diciembre pasado (con la colaboración del grupo Walka), es un tema esperanzador que invita a la reflexión (y a la acción) con un particular mensaje de aliento frente a la fuerte problemática ambiental que padece el planeta.
Por otra parte, Haters es una canción con un sentido contestatario frente al fenómeno social y mediático creado por un grupo de personas que se refugian en el anonimato para agredir a figuras públicas en las redes sociales, con comentarios negativos. En otras palabras: una respuesta con mucha creatividad y altura frente a la bajeza de la agresión.
Al respecto, Echeverri expresa: “A nosotros no nos llueven los comentarios malucos, eso es bueno aclararlo, pues en general la gente nos respeta y nos quiere, y nos manda buena energía. Y nosotros somos muy agradecidos con eso. Sin embargo, lo del Grammy de 2019 fue bien especial, ahí sí se ‘espelucó’ el planeta y la mitad nos amaba y la otra mitad nos odiaba”.
El detonante de estas agresiones virtuales se produjo luego de que la cantante usara en la entrega de esos premios Grammy un traje alusivo a la misma ceremonia, pues se vistió de gramófono, hecho que definitivamente no cayó bien entre una parte del público. “Sí, el traje disparó una cantidad de cosas rarísimas, entonces la canción la escribimos en ese momento, pues no estamos acostumbrados a que nos criticaran así. Esos ataques me dieron durísimo, además porque a mí (vestirme así) me pareció genial; es decir, yo nunca en mi vida me había sentido tan elegante y tan bacana; yo era la reina de esos Grammy, y luego recibir todas esas críticas me dio muy duro”.
Ilusiones y expectativas de un nuevo disco
Si algo ha distinguido a Aterciopelados en esta larga y exitosa carrera es el constante movimiento, la evolución artística, la permanente búsqueda de caminos creativos. En esa dinámica, anunciaron que pronto tendrán terminada una nueva apuesta musical, seguramente con la misma sensación de riesgo y la adrenalina que implica lo nuevo, aun para los más experimentados, pero con la certeza de estar en la misma travesía de creación artística que comenzaron por allá en 1990 y que hoy felizmente continúa.
“Yo, que soy bastante pesimista, hoy lo veo regio, porque tomamos la decisión de sacar un disco como en dos meses”. Dice Andrea Echeverri al referirse a este nuevo proyecto discográfico. A lo que Héctor Buitrago complementa: “Sí, más o menos yo creo que en tres meses, para no generar falsas expectativas, pero ya tenemos bastantes canciones, incluidas las que ya salieron, y hay otras compuestas ya, algunas terminadas y otras que están en proceso de producción y edición. Entonces, esa es una muy buena noticia, pues eso es lo chévere: que siga circulando la música, que sigan fluyendo las canciones, las ideas, los mensajes”.
“Para Bogotá, Colombia y gran parte de América Latina, Andrea Echeverri y Héctor Buitrago son una impronta generacional, una canción inolvidable, un mensaje transformador. Aterciopelados representa la independencia alternativa e inconforme de la juventud de los 90, la voz que reclama una humanidad más respetuosa con la naturaleza, la que reivindica a la mujer o enaltece a la infancia”. Es un aparte de la presentación del libro Aterciopelados, con el corazón en la mano (2014), escrita por el músico y realizador audiovisual Santiago Trujillo Escobar.
Describe allí, de manera aguda, virtudes artísticas indiscutibles, y, también, enumera acertadamente algunas de las principales características de tipo social, cultural y ambiental que, efectivamente, han sido un sello de identidad de esta emblemática agrupación musical, anclada ya en la historia del rock nacional y latinoamericano, que en 2020 celebró treinta años de trayectoria profesional.
Celebración más bien atípica en un año que, por cuenta de la pandemia, fue absolutamente particular desde todo punto de vista, no solo para el universo de la música, sino para el mundo entero.
En entrevista con El Espectador, Andrea Echeverri, vocalista, compositora y pilar fundamental de la banda, hace su propio balance de lo que este tiempo ha sido para ellos: “Han sido meses muy exóticos, nunca vistos, ni vividos. Entonces, creo que eso ha traído muchas cosas positivas, como silencios, oportunidades, momentos creativos, pero a la vez también trajo encierro, desespero, impotencia. Es como no saber qué nos depara el futuro. Ha sido una época muy compleja. Por fortuna, uno tiene el salvavidas de la creatividad”.
Por su parte, Héctor Buitrago, bajista, compositor e igualmente pieza clave en la conformación del grupo, comentó: “A la industria musical le pegó fuerte. A nosotros específicamente nos dio muy duro el comienzo, pues en una o dos semanas (de comenzar el confinamiento) viajábamos a una gira en Estados Unidos. Entonces, deshacer unos 16 conciertos para los que ya teníamos visas de trabajo, hoteles, vuelos, no fue fácil: todo se nos vino para el piso. Además, también teníamos otros conciertos en festivales, así que todo indicaba que el año iba a estar muy movido”.
A pesar de este panorama inesperado, un tanto sombrío, que dibujaba en ese momento —y todavía— un horizonte repleto de incertidumbre, y de la dificultad obvia que han representado estos últimos meses en la vida laboral y personal de la mayoría de los seres humanos, los Aterciopelados no se paralizaron ni se instalaron en el lamento. Al contrario: su reacción fue, dentro de sus posibilidades, sacarle provecho a la circunstancia inédita por la que estaban atravesando. Rápida e intuitivamente se dieron cuenta de que no había mejor opción que seguir haciendo lo que sin duda mejor saben hacer: crear música, e idear y sacar adelante proyectos artísticos. Y ha sido así, puesto que, al margen de las dudas y los temores que seguramente también han rondado por la cabeza y el corazón de estos músicos, ellos no han parado de concebir y producir cosas nuevas.
“Luego asumimos todo eso, lo interiorizamos y, a pesar de todo, este tiempo nos ha tratado bien, pues hemos podido sacar canciones, hacer videos, también hemos participado en campañas, tuvimos toques virtuales, incluso hicimos un par de viajes. Entonces, realmente sí han pasado muchas cosas y, afortunadamente, a nivel creativo siempre hemos estado muy activos”, comenta Buitrago.
Acerca de algunos de los lanzamientos de sencillos que realizaron, el músico puntualiza: “Las primeras canciones que salieron ya estaban escritas, como 15añera, que Andrea ya la tenía preparada; o Haters, que la teníamos casi lista y la terminamos en medio de todo esto. Después empezaron a salir canciones como Más allá de la ventana, que tenían que ver con lo que estaba sucediendo”.
En 15añera, lanzada al mercado en mayo de 2020, Andrea Echeverri explora temáticamente la relación generacional entre una madre y su hija adolescente. Esto, con un tono desenfadado, cargado de ternura y humor, y por supuesto lo hace a su estilo y desde su propia experiencia.
“Mi hija Milagros y yo nos confesamos ese amor que lo aguanta todo: el paso del tiempo, el crecimiento, el envejecimiento, aguanta toda la tensión, todas las hormonas e intensidades de dos mujeres al borde de un ataque de nervios”, cuenta Andrea Echeverri.
Más allá de la ventana, lanzada en diciembre pasado (con la colaboración del grupo Walka), es un tema esperanzador que invita a la reflexión (y a la acción) con un particular mensaje de aliento frente a la fuerte problemática ambiental que padece el planeta.
Por otra parte, Haters es una canción con un sentido contestatario frente al fenómeno social y mediático creado por un grupo de personas que se refugian en el anonimato para agredir a figuras públicas en las redes sociales, con comentarios negativos. En otras palabras: una respuesta con mucha creatividad y altura frente a la bajeza de la agresión.
Al respecto, Echeverri expresa: “A nosotros no nos llueven los comentarios malucos, eso es bueno aclararlo, pues en general la gente nos respeta y nos quiere, y nos manda buena energía. Y nosotros somos muy agradecidos con eso. Sin embargo, lo del Grammy de 2019 fue bien especial, ahí sí se ‘espelucó’ el planeta y la mitad nos amaba y la otra mitad nos odiaba”.
El detonante de estas agresiones virtuales se produjo luego de que la cantante usara en la entrega de esos premios Grammy un traje alusivo a la misma ceremonia, pues se vistió de gramófono, hecho que definitivamente no cayó bien entre una parte del público. “Sí, el traje disparó una cantidad de cosas rarísimas, entonces la canción la escribimos en ese momento, pues no estamos acostumbrados a que nos criticaran así. Esos ataques me dieron durísimo, además porque a mí (vestirme así) me pareció genial; es decir, yo nunca en mi vida me había sentido tan elegante y tan bacana; yo era la reina de esos Grammy, y luego recibir todas esas críticas me dio muy duro”.
Ilusiones y expectativas de un nuevo disco
Si algo ha distinguido a Aterciopelados en esta larga y exitosa carrera es el constante movimiento, la evolución artística, la permanente búsqueda de caminos creativos. En esa dinámica, anunciaron que pronto tendrán terminada una nueva apuesta musical, seguramente con la misma sensación de riesgo y la adrenalina que implica lo nuevo, aun para los más experimentados, pero con la certeza de estar en la misma travesía de creación artística que comenzaron por allá en 1990 y que hoy felizmente continúa.
“Yo, que soy bastante pesimista, hoy lo veo regio, porque tomamos la decisión de sacar un disco como en dos meses”. Dice Andrea Echeverri al referirse a este nuevo proyecto discográfico. A lo que Héctor Buitrago complementa: “Sí, más o menos yo creo que en tres meses, para no generar falsas expectativas, pero ya tenemos bastantes canciones, incluidas las que ya salieron, y hay otras compuestas ya, algunas terminadas y otras que están en proceso de producción y edición. Entonces, esa es una muy buena noticia, pues eso es lo chévere: que siga circulando la música, que sigan fluyendo las canciones, las ideas, los mensajes”.