Auténticos Decadentes: rock y cumbia para sanar las heridas de la dictadura
La banda argentina que se presenta este viernes en el Movistar Arena de Bogotá, habló para El Espectador de cómo la música sirvió para sanar las cicatrices de la dictadura militar en su país. Sus integrantes conversan, además, de la influencia de la cumbia de Colombia en sus sonidos.
Kevin Stiven Ramírez Quintero
Casi tres meses después del día en el que Diego Maradona alzó la Copa del Mundo en el estadio Azteca en 1986, la locura y quizás el destino juntó a unos “pibes” para tocar en una reunión de estudiantes en el Colegio Nacional San Martín en Buenos Aires. Fue un 13 de septiembre y los Decadentes - Cucho Parisi, Nito Montecchia y Gastón “El Francés” Bernardou- pasaron a ser Auténticos con la llegada de Jorge Serrano, quien tocaba con “Todos Tus Muertos”.
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Casi tres meses después del día en el que Diego Maradona alzó la Copa del Mundo en el estadio Azteca en 1986, la locura y quizás el destino juntó a unos “pibes” para tocar en una reunión de estudiantes en el Colegio Nacional San Martín en Buenos Aires. Fue un 13 de septiembre y los Decadentes - Cucho Parisi, Nito Montecchia y Gastón “El Francés” Bernardou- pasaron a ser Auténticos con la llegada de Jorge Serrano, quien tocaba con “Todos Tus Muertos”.
Desde ese día que compartieron “Divina Decadencia”, “Loco” (tu forma de ser) y “Skabio”, no volvieron a bajarse de la tarima. Su único parón en 37 años fue la pandemia y a pesar tener más de cincuenta años, aún conservan la vitalidad y el estilo de unos rockeros de veinte.
Los Auténticos Decadentes han sido los testigos y responsables de una gran parte de la alegría de la música en Latinoamericana. Este movimiento frenético nació en la amistad del barrio y ha trascendido las generaciones, los estratos sociales, las fronteras y los espacios. Sus canciones han sido coreadas por los enamorados, por los despechados, por los que ya no quieren ser adultos, por los que no quieren ni trabajar ni estudiar y hasta por las barras de fútbol, incluso en Japón.
Con 12 álbumes de estudio y un decimotercero en marcha, aterrizaron en Colombia con la excusa de presentar su trilogía ADN, en la que rinden un homenaje a las bandas que los influenciaron. Y es una excusa porque su intención, en realidad, es ponerle la música a un carnaval en Medellín y Bogotá, a menos de un año de su última presentación en el Festival Cordillera.
Tres de sus doce integrantes hablaron para El Espectador en su regresó al país y aseguró que tanto en el Movistar Arena de Bogotá, como en el Teatro Universidad de Medellín incluirán canciones de cada uno de los volúmenes de reciente trabajo, pero también los clásicos. Además, dicen, tienen altas expectativas por tocar por primera vez en Medellín debido a su cariño por la discográfica Discos Fuentes.
El fin de la dictadura
Similar a la movida madrileña tras el franquismo, en Buenos Aires se dieron a conocer varios grupos musicales que demostraron que se podía creer en una mejor vida tras el periodo de la dictadura militar que sufrió Argentina.
Los Abuelos de la Nada, Virus, Los Twist y Sumo, fueron algunos de los grupos que levantaron al país, rompieron lo tradicional del rock apostándole a sonidos más bailables y quienes, por supuesto, hacen parte del ADN de los Auténticos, como recordó el guitarrista y fundador Gustavo “Nito” Montecchia.
“Inconscientemente nos tocó estar en un momento social de nuestro país que venía de una oscuridad total y más a nivel artístico. Cuando se dio el fin a la dictadura militar salieron un montón de artistas. No solamente músicos, sino gente que se dedicaba al teatro, al cine y a las artes gráficas. A mí lo que más me sorprendió en ese momento era la cantidad de gente que había y yo decía cada vez que salíamos: “¿dónde estaban antes?” Realmente no se hacían notar, quizás por miedo a los castigos de la dictadura”, dice Guillermo Eijo, trompetista de la banda.
En la dictadura a los argentinos se les privó de la alegría que se contagiaba en los festivales y el arte estuvo en la mirada de los comandantes que reinaban a través del miedo. “Fue una seguidilla de cosas nefastas que afectaron directamente la música. Después sucedió algo medio paradójico: en la guerra de Malvinas se prohibió la música en inglés y empezaron a pasar solo música en español, lo cual fue favorable en cierta y muy extraña manera. Ahí salieron todos esos grupos de la “New Wave argentina”, recuerda el bajista Pablo Armesto.
Luego de ese periodo de desapariciones, violencia y desolación, llegó un gran momento para la música en Argentina. Hubo una ruptura social, especialmente con la cumbia, que venía de Colombia y que en Argentina es muy popular.
“Antes era una cosa muy estanca de un solo sector social y muy defenestrada por los intelectuales como también cierto tipo de público. Afortunadamente se rompió esa barrera y se empezó a mezclar de todo”, dijo Armesto.
El sonido decadente
Si se les pregunta por Colombia, en especial por Medellín, los Auténticos Decadentes hablan con orgullo de Discos Fuentes y de músicos como Alfredo Gutierrez y Lisandro Mesa. Desde chicos los capturó el ritmo y el sabor cumbiero del país.
En medio de risas aún recuerdan el mal bocado que pasaron cuando vinieron a demostrar ese amor por la cumbia en Colombia. “La primera vez que vinimos acá a tocar acá fue en 1996. Creo que fue en la segunda edición de Rock al Parque. Aquí los rockeros eran más cerrados todavía y nosotros ya estamos con la cumbia. Cuando tocamos “Corazón”, que es una cumbia, no le gustó nada a la gente”, dice Nito.
En esa ocasión aprovecharon para ir a una tienda de música en el Centro de Bogotá donde compraron varios CD’s de Discos Fuentes, ya que en Argentina eran muy escasos. Compraron música de los Corraleros de Majagual y se llevaron varias guacharacas para tocar cumbia en Buenos Aires. “A nosotros nos gustaban mucho esos estilos musicales y siempre intentamos hacerlo, pero siempre nos salía mal. Nuestro estilo se creó con prueba y error, mientras tratábamos de hacer algo que a nosotros nos gustaba”, señaló Eijo.
Los Decadentes nunca estuvieron preocupados por si eran virtuosos en la música o no. Dicen que “Loco, tú forma de ser” era un bolero y así le llamaban en medio de un contexto en el que a las bandas argentinas se les aplaudía si sonaban parecido a las de Estados Unidos o Inglaterra,
“El estilo de rock era muy purista. Venían del rock progresivo y no estaba bien visto si alguna persona no era un intelectual de su instrumento o si no sabían ejecutarlo bien. Nosotros vinimos al contrario con toda esta impronta y creo que el mensaje es ese. Es decir, vos podés jugar con tus amigos al fútbol y no es necesario que tengas que ser Lionel Messi para divertirte con tus amigos. El germen de los Decadentes era eso: juntarnos a hacer música y divertirnos”, agregó Eijo.
El legado para Latinoamérica
Los Auténticos Decadentes son una de esas bandas de todo momento y de todo lugar. Están en un coqueteo, en una tusa, en el estadio y en el eterno sentimiento de no querer ser viejo, sino más bien un “Pendeviejo”.
“Para mantener la esencia de un niño en cuerpo de adulto no hay que perder la inocencia y siempre estar disfrutando. Nos pasa cuando tocamos en vivo y conectamos bien. La pasamos bien y tenemos esa inocencia de tocar como si estuviéramos jugando”, señaló Nito mientras era interrumpido por Eijo.
- “Mirá, mejor que él no te lo van a responder”, dijo mientras señalaba la camiseta de Pablo Armestro.
- “El niño perpetuo”, decía la camiseta.
Esas bromas y manera de ser son lo que los han mantenido unidos durante 37 años de carrera. Ha sido uno de los matrimonios poliamorosos más exitosos en la música latinoamericana y en medio de las carcajadas confiesan que el secreto ha sido ser tantos. “Al ser doce individuos se lavan un poco los egos y no se está tan concentrado en el individualismo. Es como un club de barrio: nos justamos en mini equipos para jugar fútbol o cartas, como también para las ideas del grupo. Ser muchos es nuestra gran fortaleza”, aseguran Eijo y Armestro.
Cuando se les pregunta por su legado y cómo quisieran ser recordados, se sonríen: “Bueno, en realidad, creo que el mensaje es que cualquiera puede cantar. Cualquiera puede llegar a hacer música. Lo importante es divertirse y pasar un buen momento. Si nos recuerdan que sea con una sonrisa, como nosotros lo hacemos cuando recordamos lo vivido”, aseguro Eijo.
El más auténtico de Colombia
Edgar Herrera es el seguidor número uno en el país de los Decadentes. Tiene más clara la fecha en la que empezó a acompañar a la banda (1996) que su propia edad, ronda entre los 45 años. Los lleva en sus recuerdos, en sus palabras y en su piel a través de tatuajes y en un estilo de caricatura como Los Simpsons.
Durante 25 años ha acompañado a la banda a países como Argentina, México y Estados Unidos. “Soy el fan número uno, me hice deportar”, asegura mientras recuerda su viaje a Norteamérica para estar con la banda el año pasado en su celebración de 35 años. Herrera, dice que viajo n avión hasta La Paz en México y, luego de muchas horas en bus, llegó a la frontera en donde logró pasar con la ayuda de un coyote para ver a la banda en Orlando, Florida. Después de eso fue deportado para “ahorrarse la devuelta”.
Los Auténticos Decadentes se han transformado en parte fundamental de su vida. Todo empezó con la canción “Me Perfuma” del álbum Supersónico (1991) -con ese tema conquistó a su expareja- y su primer tatuaje fue la caratula del álbum de ‘Mi Vida Loca’ que lleva en el pecho. Tiempo después se pintó los rostros de cada uno de los doce integrantes: los lleva en el torso y en las piernas. “No me gustaban los tatuajes porque pensaba que eso solo era para personas adictas a la droga y presos, pero un día se me cruzó por la mente que la gente se tatuaba lo que le gustaba y a mí lo que más me gusta son los Decadentes”, afirmó.
Edgar se ha quedado sin empleo en más de una ocasión por viajar a verlos. Es su felicidad y locura. Para él, los Auténticos Decadentes tienen la “última esencia del rock” y destaca su vitalidad y la forma de seguir tan “dementes” desde el día en que los conoció.
Finalmente, ese título del fan número uno no solo él, sino también lo reconoce los integrantes de la banda de quienes se ha vuelto un amigo. “Lo conocimos porque vino con un tatuaje de ‘Mi Vida Loca’ en el 96 a una radio que fuimos y llegó a la puerta de la radio con el tatuaje. Es el fan más viejo y el número uno de todos, un aplauso para él. Ha estado en Buenos Aires y otros países, siempre hay alguien que lo recibe. Eso también demuestra como los seguidores se juntan entre diferentes países”, dijo Gastón Bernardou en rueda de prensa.
Los Auténticos Decadentes se presentarán este viernes en el Movistar Arena y posteriormente viajarán a Medellín para hacer su primera presentación en su historia en la capital antioqueña en el teatro Universidad de Medellín.