Bako: “Hoy en día, por la sobresaturación de la música, a la gente le da pereza pensar”

A Álvaro Charry, conocido artísticamente como Bako, nunca le ha temblado la mano para escribir canciones que sacuden el alma. Con sonidos la destruyó y la reparó. Esa es la esencia de The Mills, la banda colombiana que en 2007 llegó a la industria del rock alternativo repleta de historias por contar.

A Álvaro Charry, conocido artísticamente como Bako, nunca le ha temblado la mano para escribir canciones que sacuden el alma. Con sonidos la destruyó y la reparó. Esa es la esencia de The Mills, la banda colombiana que en 2007 llegó a la industria del rock alternativo repleta de historias por contar.

Bako, Diego Cadavid, Jorge Bello, Ramón Gutiérrez y Diego Cáceres se lanzaron al ruedo influenciados por U2, Linkin Park y Radiohead. Querían cantarle a todo. Al amor, el odio, la inseguridad, el miedo. Querían gritar con canciones, lo que guardaban sus silencios más profundos.

The Mills y su canto a la melancolía

Cuando lanzaron “Babel”(2010), su primer álbum de estudio, materializaron esa idea con “Amor Depredador”, “Abran Fuego”, “Un Demonio”, “Enemigo Íntimo” y el cover de “Lobo Hombre en París”, canciones que hasta hoy no han perdido vigencia, y que en su momento ocuparon los primeros lugares en las listas de emisoras locales como Rumba, Radioacktiva y La Cariñosa. Fue tanto el impacto, que The Mills fue la banda sonora de “Niñas Mal”, una de las series latinoamericanas más exitosas de MTV.

Luego llegó “Guadalupe”, la canción homónima de su segundo álbum que es, quizás, una de las más desgarradoras de toda su discografía. “Te pienso y me pregunto dónde estás, qué carga tan pesada es extrañar, amar a quien ya no puedes tener y aceptar que ya no estás”, esa es la primera frase de una historia trágica. “Guadalupe” está inspirada en la historia real de uno de los miembros de la banda, que perdió a su bebé cuando tenía ocho meses de gestación.

“Esta canción es una oración. Es tener el valor de poder amar a alguien así esa persona haya muerto. Eso es el verdadero amor; poder amar a alguien sin esperar nada. La historia es real y personal. Una tragedia solo se puede escribir desde el amor no desde el dolor, esta canción representa eso para mí”, dijo Bako.

“El amor es fácil, las relaciones no”

El tiempo pasó y la banda siguió encontrando inspiración en la cotidianidad, en esos relatos tristes que le recuerdan a uno el significado de estar vivo. Fue así como nació “El amor es fácil, las relaciones no”, su quinto álbum de estudio que recorre todas las etapas de una relación amorosa, desde la mejor hasta la peor.

Al principio la idea no era hacer un álbum, Bako se sentó a escribir una canción que le rondaba en la cabeza desde hace un tiempo y la tituló “El Abismo”. “Esta canción habla de cuando uno está en una relación que no va para ningún lado, pero aun así quiere que funcione. De ese tema empezaron a llegar más, y en ese proceso se me ocurrió hacer una especie de línea del tiempo sobre cualquier relación”.

Las canciones se dividen en actos, como si fueran una obra de teatro, pero en realidad materializan a través de sus letras la realidad que viven todos los que se enamoran. Bako define “El Abismo” con una frase: “Estuvimos a nada de serlo todo”. Es el quinto tema del álbum, y habla de cuando todo se empieza a ir al carajo.

“Luego viene ‘Yo sé que hago mal’, una canción en la que uno es el malo de la historia y le pesa tanto la conciencia que vive borracho en el recuerdo de un lugar feliz. Es como cuando uno solo quiere tomar para evadir la realidad y no aceptarla”, dijo en la entrevista. Se me hizo curioso que Baki empezara hablándome de las canciones tristes del álbum, de la mitad para abajo, pero luego me respondió la pregunta sin habérsela hecho. “Me parece que es más fácil componer canciones de tusa cuando estás enamorado, que componer canciones de amor estando entusado, por eso las primeras que salieron fueron las tristes”.

Luego de aclararme la duda, puso un ejemplo que me llevó a la otra etapa del álbum. “Un día te vas a dormir, estás poniendo la cabeza en la almohada y dices ‘no lo pensé hoy, no le revisé las redes, ni se me ocurrió’, esa es la sensación de estar al otro lado del dolor, esa es la inspiración de ‘La Ventana’, la última canción del álbum”. Para la grabación de este tema, la banda mandó a grabar los coros en Sudáfrica. “Lo grabaron cien personas que cantan hermoso y nos cobraron 200 dólares por hacerlo, suena espectacular y le da un toque único a la canción, quedamos muy contentos”.

Las letras son reales

Para The Mills las letras son el sentido del proyecto. Siempre ha sido así, pero en este álbum, Bako admitió que escribió letras más fáciles de entender. “Antes era más poético a la hora de escribir, pero me di cuenta de que a la gente hoy en día, por la sobresaturación de la música, le da pereza pensar, y si uno se pone muy Gustavo Cerati pierde su atención. Le bajé dos rayas a la poesía, pero sin dejar la esencia”.

Dice que hoy las canciones son tan directas, que se pierde la magia del romance y la seducción. Le da rabia, porque cuando él compone piensa en que cada línea tenga un mensaje que se pueda dedicar. “Es frustrante ver que a una canción hecha con las patas le va mejor”. Recuerda que antes los álbumes se hacían en dos años, incluso más, pero ahora no es rentable trabajar así. “El amor es fácil, las relaciones no” se grabó en seis meses, pero sus letras tienen sentimientos reales.

Terminando la entrevista me habló de “Quisiera”, “Distintos”, “Calma” y “Eres”, los cuatro primeros actos de amor que tiene el álbum. “La historia de ‘Distintos’ es muy especial porque está inspirada en los votos de matrimonio del bajista de la banda. Habla de encontrar a tu otra mitad, a la persona con la que quieres compartir el resto de tu vida, así como les pasó a ellos”. Aunque para este álbum The Mills hizo cambios en su sonido, las letras siguen contando historias que despiertan sentimientos puros, que llegan al alma y que están llenas de verdad. “Finalmente, el amor no es complicado, los complicados somos nosotros”.