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En la segunda jornada de este Barranquijazz 2023, se reunieron en el mismo escenario dos artistas neoyorquinos representativos de la salsa, que pusieron el ambiente de fiesta durante cerca de tres horas en el clásico Salón Jumbo del Country Club en la capital de Atlántico.
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La antesala a la noche neoyorquina, estuvo a cargo del pianista cubano Ernán López Nussa, quién acompañó durante cinco años al reconocido cantante de música protesta Silvio Rodríguez, y que esta noche fue recibido por el público barranquillero, a quienes puso a “silvar” sus melodías. “Ese estuvo más afinado”, le respondió a uno de los que replicaron su sonido.
El pianista cubano estuvo acompañado de su agrupación conformada por el xilófono, la guitarra, el contrabajo y una batería sencilla, que tuvo una participación destacada y su intérprete cerró la intervención del grupo lanzando un platillo al piso de la tarima, que el público ovacionó.
“Normalmente la noche de más peso la hacíamos los sábados, pero cambiamos por cuestión de agenda de alguno de los músicos. Estamos contentos de la asistencia de la gente, a pesar de la lluvia y de los problemas económicos de mucha gente”, aseguró el director del Fundación Nueva Música, quienes organizan el evento.
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La noche neoyorquina
Posteriormente se instauraría una orquesta cubana para recibir al artista nacido en Nueva York, pero de ascendencia puertorriqueña, José Mangual Jr´, quien subió la energía del público barranquillero en este clásico escenario de esta ciudad. “Gracias a ustedes por ser tan buenos coristas”, dijo en el intermedio mientras elogiaba a los asistentes.
El maestro se despidió con “Barranquillero Arrebatao”, la canción que grabó accidentalmente y le ha dado el mayor reconocimiento de su carrera. Antes de salir del escenario hizo una prueba de ritmo con cada uno de los instrumentos donde puso a sonar las congas, los timbales, los bongós y el piano, para finalmente despedirse con su traje rojo y sus zapatos negros de charol.
Los zapatos cambiaron a otros negros más opacos, pero igual de clásicos, y un traje azul que llevaba puesto el dos veces Grammy Latino, Ray de la Paz, quien sostuvo la fiesta neoyorquina arriba con el sabor de sus raíces boricuas. El salsero, conocido como el padre romántico de la salsa, interpretó sus éxitos como “Si ella supiera” y “Solo tú y yo” que cantaron los barranquilleros.
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