Barranquijazz 2023 cerró al aire libre con saxofón francés y piano cubano
Este domingo llegó a su final la versión 26 del evento que congregó en Barranquilla a músicos de jazz de diferentes partes del mundo, con una asistencia de más de 6 mil personas.
El evento, que se inició en el Teatro José Consuegra y luego pasó al Salón Jumbo del County Club, cerró con música al aire libre. Los que iniciaron la jordana musical de jazz, a las cinco de la tarde, fueron los artistas locales de Maranguango, quienes dieron paso a al francés Samy Thiébault para dejar el cierre al aplaudido pianista cubano Emilio Morales.
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Maranguango, el grupo ganador de la convocatoria local, abrió la programación musical con ritmos experimentales, que fusionan los sonidos del jazz clásico con ritmos contemporáneos como la electrónica y caribeños como la champeta. La agrupación le dio paso al francés Samy Thiébault, quien le imprimió a la tarde el jazz clásico con la interpretación de su saxofón.
La jordana cerró con las emociones arriba que estuvo a cargo del pianista cubano Emilio Morales, quien puso al público barranquillero a prueba. Con sus palmas marcó un ritmo que debían replicar. Luego incrementó la dificultad y pidió que siguieran el ritmo del piano. En ambos casos el público del teatro al aire libre correspondió acertadamente, que al final se levantó para acompañar con las palmas la interpretación del cubano.
De esta manera, cerró la vigésimo sexta versión del Barranquijazz que organiza la Fundación Nueva Música, que reportaron una asistencia de más de 6 mil personas, que apreciaron los diversos proyectos sonoros desde varios países como Holanda, Francia, Italia, Estados Unidos, Cuba, Puerto Rico y también a los artistas locales talentosos, que van creciendo dentro de la escena del jazz local.
“A partir del Festival aquí en Barranquilla se han creado grupos y movimientos de jazz. Ahí está el grupo Maranguango que tienes otras sonoridades que nos pareció que tenían un trabajo bien interesante que valía la pena mostrarlo. Para eso es el Festival, para que todas esa líneas musicales se expresen allí, concluyó Samuel Minski, director del Barraquijazz.
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La jordana cerró con las emociones arriba que estuvo a cargo del pianista cubano Emilio Morales, quien puso al público barranquillero a prueba. Con sus palmas marcó un ritmo que debían replicar. Luego incrementó la dificultad y pidió que siguieran el ritmo del piano. En ambos casos el público del teatro al aire libre correspondió acertadamente, que al final se levantó para acompañar con las palmas la interpretación del cubano.
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“A partir del Festival aquí en Barranquilla se han creado grupos y movimientos de jazz. Ahí está el grupo Maranguango que tienes otras sonoridades que nos pareció que tenían un trabajo bien interesante que valía la pena mostrarlo. Para eso es el Festival, para que todas esa líneas musicales se expresen allí, concluyó Samuel Minski, director del Barraquijazz.
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