Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Camilo Vélez presenta “Infinitos”, un sencillo para escuchar durante una caminata solitaria, en un momento de introspección o mirando perdidamente al infinito. Es un tema que busca despertar la curiosidad en el oyente, no solo por escuchar la canción sino por encontrar todos los elementos que hay escondidos, al igual que invitarlos a hacer una reflexión personal y sentarse frente a frente con su reflejo.
El sencillo nació en el año 2019, teniendo como base las raíces de Camilo, aunque abordadas desde la producción como si tuviera un carácter de pop alternativo, con un diseño sonoro inmersivo y elementos disruptivos que sorprenden e intentan romper las barreras de lo que ha sido el género en Latinoamérica hasta ahora.
Este tema fue grabado entre Boston y Los Ángeles, producido por Camilo Vélez, masterizado por Camilo Silva en Bogotá y mezclado por Andrés González Cardona, ingeniero colombiano.}
(Le recomendamos: BTS logra 15 millones de vistas a pocas horas del lanzamiento de “Film Out”).
“Estaba terminando la universidad y me encontré de frente con este mundo totalmente desconocido para mí hasta ese momento. Los primeros bocetos de la canción nacieron de un intento por recoger mis pedazos y volverlos a pegar, aunque luego la canción fue evolucionando lentamente hasta culminar en lo que es hoy en día”, asegura Camilo Vélez.
El videoclip oficial de “Infinitos” nació de un experimento que Camilo Vélez con María Vertiz a las afueras de la Ciudad de México. Equipados de un iPhone y un estabilizador, lograron obtener el excelente resultado, después de grabar por horas.
Esta es la primera vez que Camilo y María incursionan en la dirección, sin embargo, también contó con el músico en la edición del videoclip, aspecto que lo cautivó lo suficiente para querer incursionar en este arte y así complementar su música con las imágenes.
“Siento que tiene grandes similitudes con el trabajo con audio y estoy seguro que aprender más sobre video e imagen va a complementar mi trabajo en música”, añade el artista.
No existe un recuerdo en la vida de Camilo Vélez en el que la música no lo haya acompañado. Esta joven promesa del pop, recuerda sus inicios en la música desde que era un niño tocando guitarra desde los 7 años, además en su casa el aire siempre estuvo en movimiento. La música perturbaba constantemente ese medio invisible, actor esencial de la vida.
(Le puede interesar: Lessin Kérguelen: “Solo Para Ti, es una canción de amor para dedicar y bailar”).
Desde siempre cantante de ducha, poeta de recreo y hace poco el título profesional obligatorio “Artista, Productor y Compositor”, al completar sus estudios en Berklee College of Music, en Boston, Estados Unidos.
Allí se estrelló contra el mundo. Se derrumbó por el peso de la burbuja en la que creció y, verso por verso, se ha ido recogiendo. Sus canciones se volvieron un mapa sobre el cual podía trazar perfectamente el camino a sus sentimientos, un tanto reprimidos, al igual que sus miedos y sueños. Sus canciones lo enseñaron a volver a llorar.
A desafiar y entender esa gran dicotomía entre su crianza y su vida actual. A soltar el “deber ser” y empezar a ser. En la música de Camilo Velez se chocan y arman tormentas de folclor, el rock clásico de su papá, los cantautores españoles de su mamá, el jazz de la academia, el reguetón de sus amigos y el pop que tanto odió y ahora ama.
Desde 2019, Camilo ha tenido la oportunidad de trabajar bajo la guía del compositor Leo Birenberg con quién ha trabajado en proyectos como Cobra Kai, Jurassic World: Camp Cretaceous, PEN15, Tigtone y muchos otros proyectos. El trabajo de Camilo escribiendo música contra imagen también lo ha ayudado a desarrollar su proyecto como artista y ha enriquecido inmensamente su lenguaje musical.
Es un artista convencido de que llega a cambiar el mundo, lo hará con la música más bonita que es capaz de escribir. La más sincera. Después de todo, por cursi y romántico que pueda sonar, este mundo demente necesita ese “no se qué” que tiene la música.