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Tyrone José González Oramas, conocido en la escena hip – hop como ‘Canserbero’, fue encontrado muerto en horas de la madrugada de este martes, en un edificio de la ciudad venezolana de Maracay. El rapero, asesinó con varias puñaladas al fundador y bajista de la banda de reggae Zion TPL, Carlos Molnar, de 34 años de edad, quien iba a ser su productor y lo había invitado a su apartamento, mientras superaba un fuerte cuadro depresivo que sufría. (Lea: ¿Quién era Carlos Molnar, la víctima del 'Canserbero'?)
González, nacido en Caracas – Venezuela 28 años atrás, sufría de esquizofrenia y fuertes cuadros de depresión. Otras versiones extraoficiales, indican que el artista además padecía un trastorno de identidad disociativo, que se debía a su excesivo consumo de drogas.
Canserbero, quien fue una de las presentaciones estelares del festival bogotano ‘Hip – Hop al Parque’ en su versión de 2012, visitó el país en agosto de 2011 y en octubre de 2013 cuando participó en la campaña 24 - 0 (cero muertes violentas en 24 horas) y se destacaba por sus letras sociales, oscuras y de conciencia.
Hechos
Según las primeras versiones, Canserbero llegó al apartamento propiedad de Carlos Molnar, ubicado en el décimo piso de la Urbanización Andrés Bello. Allí, el rapero golpeó varias veces y apuñaló en repetidas ocasiones a Molnar, quien estaba acompañado por su compañera sentimental y madre de sus dos hijos; posteriormente, el cantante se lanzó desde la residencia. Fue ella quien dio aviso a las autoridades de lo que había sucedido, y quien deberá hacer las declaraciones de los hechos. (Vea en imágenes: El Canserbero se suicidó tras asesinar a su amigo)
Casualmente, el nombre de la víctima de Canserbero se cita en, ‘Es épico’, una de las canciones más reconocidas del artista: ‘‘Escucho a una señora que grita que mataron a Carlos. Solo ahí fue cuando sonreí aliviado porque Carlos fue el bastardo que mató a mi hermano’’.
En su última publicación en redes sociales hecha el pasado domingo, el artista se expresó con lo que parecía ser una de sus nuevas letras: ‘‘Y es que no quiero ser soldado indisciplinado, pero la orden que usted me ha dado no la pienso obedecer por tratarse de una falta garrafal a los derechos de los seres humanos. El rey queda satisfecho y es la sangre del pueblo la que en vano ven correr. Yo protejo al inocente, me arrodillo frente al justo, y si al diablo he dado gusto ha sido buscando el bien porque yo no quiero ser soldado indisciplinado, pero menos quiero ser gatillo de lucifer’’.