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¿Cómo fueron sus inicios en la música?
Desde los 15 años estoy en la industria... siempre estuve interesado en escribir canciones, tocar instrumentos y empecé a estudiar piano y guitarra. También trabajé en estudios de grabación y tuve el primero cuando tenía solo 17 años, no hacía música electrónica, pero grabábamos salsa, latin pop, merengue y muchos subgéneros de música latina que luego se convirtieron en mis bases para mezclar la música latina con la electrónica.
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¿Qué géneros lo inspiraron a crear su sonido?
Al comienzo de mi carrera viajaba mucho a Europa y veía que cada vez que tocaban canciones que tenían gaitas, tambores, acordeones o voces en español la gente se volvía loca, la receptividad del público era impresionante. Cuando sonaban las gaitas se prendían las tarimas, y cuando vi esa reacción dije: “Hace falta un artista que se dedique a hacer música electrónica mezclada con ritmos latinoamericanos y la exporte”. Empecé a probar en otros países, luego me encerré en mi estudio en Barranquilla, trabajé en mis canciones y la respuesta de la gente fue increíble.
¿Qué lo motivó a hacer música electrónica y mezclarla con folclor latinoamericano?
Hay muchos dj europeos que han utilizado samples de Totó La Momposina y Petrona Martínez, y lograron cosas muy importantes en la música electrónica, pero no había un solo latinoamericano haciéndola. Eso me motivó muchísimo, y es un aventura cada vez que estoy en el estudio explorando algún género. He tenido canciones en las que he experimentado con folclor, cumbia colombiana, como La cumbiambera, que ha sonado en Tomorrowland, o Brisas del mar, que también sonó allá, pero también estoy experimentando con salsa, bossa nova, tango, boleros... en Latinoamérica tenemos tantos sonidos característicos y especiales, que cómo no usarlos.
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¿Cómo nació su sencillo “Brisas del mar” y por qué quiso colaborar con Tom&Collins?
Ellos son unos artistas increíbles, que han representado el house latinoamericano en el mundo, soy muy fan de ellos y somos muy amigos, nos hemos encontrado en varias giras. Ya teníamos la idea de hacer música juntos, ellos ya habían hecho algunos intentos de latin house, pero con covers. Cuando nos vimos, me dijeron que querían hacer algo desde cero, original, me propusieron escribir algo nuevo y hacer una canción. Les dije que sí, me fui para Barranquilla, y por Zoom nos reunimos con un cantor de bullerengue que se llama Mathew, y con él compusimos la letra de la canción. Le metimos gaitas, percusiones, y de ahí fuimos haciendo la colaboración que ellos tocaron en esta edición virtual de Tomorrowland.
¿Por qué cree que es importante apostarles a los sonidos colombianos y llevarlos a otros lugares del mundo?
Aquí tenemos tanto talento, tanta belleza y sonoridades espectaculares, que no hacer estos experimentos sería un desperdicio. La manera en la que siento que estoy mostrando a Colombia y mis raíces es a través de la música electrónica, y lo hago porque amo la música, crecí al lado del mar en el Carnaval de Barranquilla, escuchando todos estos sonidos. A través de la música electrónica le podemos contar al mundo de una manera moderna quiénes somos y cómo sonamos.
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¿Cuál ha sido el reto más grande para usted en la industria musical?
Voy a ser honesto. Me he disfrutado cada momento de mi carrera, que ha sido larga, porque empecé a los 15 años, voy a cumplir 35... y hasta hace unos 3 o 4 años es que las cosas han empezado a funcionar para mí. Creo que más que un momento duro, esta carrera necesita pasión y dedicación, porque no pienso en una meta a largo plazo, sino en disfrutar el día a día. Hacer lo que amo todos los días para mí es un placer y quiero seguirlo haciendo, porque el mundo merece conocer nuestra esencia musical.