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Actualmente, la industria musical se encuentra atravesando por un complicado proceso de reactivación a escala mundial luego de que la pandemia les quitara a artistas, organizadores, mánager, compositores, etc., la posibilidad de continuar desempeñando sus roles normalmente. Y, aunque el virus sigue siendo parte de la cotidianidad, nuevas medidas y alternativas se han ido aplicando poco a poco en diferentes países, para así poder mejorar la situación y sacar adelante la industria y a todos los que son parte de ella.
Por esta razón, y como una alternativa para recuperar poco a poco el movimiento cultural del país, nació Merco-Art - Mercado Cultural del Oriente, cuyo objetivo es posicionarse como la principal plataforma de fortalecimiento, proyección, distribución y circulación nacional e internacional de los productos artísticos y culturales con sello bumangués y santandereano.
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Este evento, que tuvo lugar en Bucaramanga hace unas semanas, se creó con el objetivo de promover la oferta artística, cultural y creativa local para participar en mercados culturales, y así generar nuevos espacios para la visibilización y comercialización de la oferta escénica local centrada en música, danza y obras multidisciplinarias.
Una de las invitadas internacionales a este evento fue Christine Semba, directora de consultoría y proyectos especiales de World Music Expo (Womex), el proyecto internacional de apoyo y desarrollo de músicas del mundo con sede en Berlín, cuyo certamen principal es una exposición que se celebra anualmente en diferentes lugares de Europa. En una charla con El Espectador, Semba habló sobre los efectos que la pandemia dejó en la industria y los grandes retos que se avecinan, tanto para Colombia como para el mundo entero.
“A escala global, la pandemia afectó muchísimo el sector musical más que todo, porque los ingresos para la mayoría de los artistas y compositores se ganan gracias a los conciertos, porque lo que reciben por distribución y reproducción en streaming es muy poco”, comentó la consultora.
“El hecho de que todos los eventos se cancelaran ha sido muy malo para los artistas, pero no solo para ellos, sino también para los organizadores de eventos, festivales, salas de conciertos, agencias, mánager, etc. Las redes sociales sirvieron para llevar a cabo conciertos virtuales, pero a nivel económico ha sido muy complicado. Lo bueno fue que aparecieron nuevos formatos”, agregó Christine Semba.
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Hablando de Colombia, según Bancóldex, y de acuerdo con las cifras del DANE, antes de la pandemia el aporte de las industrias culturales y creativas al PIB nacional era del 3,2 % y en términos de empleo generaba casi 600.000 puestos de trabajo. Sin embargo, con la llegada del covid-19 las actividades creativas enfrentan quizás uno de los peores panoramas entre todos los sectores.
La situación no es muy distinta en otros países, donde el confinamiento no solo afectó miles de empleos, sino también la situación económica de todo el territorio. “Hicimos el Womex en Portugal a finales de octubre, y fue duro porque hacemos eventos musicales internacionales, vienen personas de unas 100 naciones”, comentó Semba, que como directora de consultoría y proyectos especiales del evento debió enfrentarse a varios retos.
“Hemos tenido preocupaciones muy grandes sobre la movilidad, porque todo el tema de las vacunas y sus variedades hace el tema de los viajes internacionales mucho más difícil... pero tuvimos la suerte de que las condiciones en Portugal eran buenas en ese momento, pero todos hemos tomado riesgos con respecto a la pandemia”. Pienso que el sector cultural, sobre todo el de los espectáculos en vivo va a seguir impactado”, asegura. Para 2022, en Colombia ya se han anunciado diferentes conciertos y festivales musicales como el Jamming y el Estéreo Picnic, y aunque existan distintas medidas y protocolos para enfrentar y reducir los contagios, no deja de ser un riesgo.
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“El reto es muy grande, además de lidiar con la incertidumbre. Tuvimos suerte en Portugal, y mucha gente decidió asistir al Womex en el último momento. En Europa, ahora, estamos viendo un cuarto pico y las condiciones son diferentes, por ejemplo en Alemania uno debe hacerse prueba de covid-19 antes de entrar a un evento en un recinto cerrado... siempre hay regulaciones nuevas y eso hace más complicada la organización de los eventos, pero es una prioridad cuidarnos”, concluyó Christine Semba.