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Colombia, aún llanto llueve

Colombia, el país que tantas sonrisas me ha sacado, pero que finalmente no nos ha dejado encontrar la verdadera felicidad, desmoronando esos sueños que, tristemente y de forma lejana, quizás en lo que me quede de vida, no lograré ver ecuánime, justo, razonable y, lo más importante, completamente feliz y en paz.

Dilson Díaz, vocalista de La Pestilencia
19 de julio de 2024 - 11:00 p. m.
Dilson Díaz es el vocalista de La Pestilencia.
Dilson Díaz es el vocalista de La Pestilencia.
Foto: Eder leandro

Hoy, tristemente, solo seguimos viendo una división egoísta entre ideologías y pensamientos, tal vez sin comprender que el cambio no viene solamente del gobernante de turno o de los líderes políticos. El cambio viene de nosotros mismos, y no veo a la gente aún en disposición de ese cambio que tanto se anhela y que a gritos hemos pedido por décadas.

Esto, exacerbado por la desinformación y la intolerancia que se promueven desde las cabezas del liderazgo político e incluso por algunos medios de comunicación, impide que podamos vernos unos a otros como seres humanos con esperanzas y sueños similares. Seguimos aferrados a caprichos individuales que, sumados, son los caprichos de miles de personas, incluyendo aquellos que ostentan el poder desde hace décadas, lo que no nos permite avanzar en un objetivo colectivo.

Cada persona que habita este país tiene una historia única que influye en su perspectiva del mundo, y eso debemos respetarlo. Cuando tomamos el tiempo para conocer estas historias, rompemos las barreras de la ignorancia y la indiferencia.

Este acto de empatía no solo enriquece nuestras vidas, sino que también sienta las bases para una sociedad más inclusiva y justa. Allí es donde vendrá el verdadero cambio, y no porque lo diga un político o los medios de comunicación que responden a los caprichos y manipulaciones de unos pocos, buscando y logrando dividirnos como sociedad en un campo de batalla de intereses y odios. ¿Y quién se beneficia? Hasta ahora, no ha sido usted, el que camina a pie en el país.

¿En manos de quién estamos? En manos de nadie, porque seguimos pensando y actuando desde el individualismo, sin detenernos a pensar que formamos parte de un juego de suma cero, donde ganar significa tenerlo todo, sin importar quién sigue sobreviviendo en el vacío en este, el país de la desigualdad. Esta mentalidad no solo es destructiva, sino también miope.

¿Cómo aportamos como país cada uno de nosotros? ¿Cómo ayudamos al otro? ¿Cómo evitamos que quienes nos han gobernado sigan creando normas y proyectos a su conveniencia y no a la conveniencia de todos?

Somos nosotros mismos quienes construimos una sociedad donde todos tengan un lugar y una voz. En este esfuerzo, cada uno de nosotros tiene un papel que jugar, comenzando por reconocer la humanidad en los ojos del otro y trabajando juntos por un país mejor.

No podemos hacer política basada en el odio y el odio en Colombia, tristemente, aún no se ha ido.

Por Dilson Díaz, vocalista de La Pestilencia

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