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Números que van más allá de lo esperado hacen parte del balance de la trigésima sexta versión del Festival Nacional de la Música Colombiana que este año, en su regreso a la presencialidad, sacó todo el arsenal organizativo y artístico que ha capitalizado durante todos estos años al aire, pese a los dos últimos 24 meses de aislamiento social.
De acuerdo con el Director Ejecutivo de la Fundación Musical de Colombia, Efraín Valencia, se contó con una nómina de más de 700 artistas que convocaron a cerca de 30 mil asistentes en los diferentes escenarios del certamen durante toda la programación entre el 15 y el 20 de marzo.
Se recibieron 600 personas diariamente en el Centro de Convenciones Alfonso López Pumarejo de la Gobernación del Tolima, 800 en el Parque Manuel Murillo Toro, además de la ciudadanía que disfrutó de las presentaciones en los centros comerciales, parques y barrios como el Saldo y Villa Restrepo, en donde se hicieron conciertos extensivos para que las diferentes comunidades pudieran disfrutar igualmente del Festival.
Todo esto sin contar con la audiencia de las transmisiones en vivo por el Canal Trece, Radio Nacional de Colombia y Huila TV de Neiva, y las respectivas redes sociales, así como los en vivo por las redes sociales de la Fundación Musical que fueron replicados por las empresas aliadas, además de las réplicas de amantes de la música colombiana dentro y fuera del país, lo que nos muestra un alcance más que multiplicado, concentrando todos los aprendizajes de la virtualidad, con una logística presencial más fortalecida que nunca.
A nivel artístico, se logró revivir la calidez del abrazo en el reencuentro, la tertulia y la música conversada entre académicos, compositores y sabedores de cultura popular, indicó Doris Morera de Castro, presidenta de la Fundación Musical de Colombia. Brillaron gratamente los momentos en la entrega de galardones para honrar el el trabajo, obra y legado de importantes cultores de música colombiana y compositores como Alvaro Córdoba Farfán, quien asistió en compañía de su familia, Guillermo Calderón Perdomo que fue invitado por varias agrupaciones a subir al escenario para unir su voz a la interpretación de temas de su autoría, y al maestro Adolfo Pacheco Anillo, acompañado por su hija Gloria, quien igualmente además de recibir los méritos protocolarios, fue objeto de una serenata en vivo ofrecida por el dueto Los Inolvidables durante su presentación. Posterior a ello, Pacheco Anillo sorprendió al público con una inolvidable parranda en su propia voz, acompañado por su grupo musical.
La fiesta comenzó a encenderse en la tarde del domingo con duetos de vieja guardia, como “Garzón y Torrado” o “Mi Viejo Tolima”, que conservan la tesitura y la cadencia interpretativa de leyendas como “Garzón y Collazos” o “Silva y Villalba”, con temas de Jorge Villamil, José A Morales, y los mismos homenajeados del departamento del Huila, despertando las añoranzas y sentimientos de arraigo a la tierra de los ibaguereño, y de admiración de los turistas que por esta fecha visitaron el municipio.
La noche cerró con el show del joven actor y cantante vallenato Cantillo, quien presentó al público su nuevo sencillo “Cosita Rica” , y puso a bailar a los asistentes, quienes siguieron la rumba con la Orquesta Sonora Canta Corazón, que interpretó canciones de Celia Cruz y otros grandes de la “Sonora Matancera”, finalizando con los nominados al Grammy Latino, Cimarrón (del Meta), con su innovador e impactante espectáculo de tecno joropo -para otros joropo rockero-.
En cuanto a concursos, este año se contó con la más alta participación de duetos y compositores inscritos, lo que arrojó una selección de 19 duetos y 12 composiciones, cuyos premios quedaron en manos de artistas de los departamentos del Huila, Tolima, Boyacá, Valle del Cauca, Norte de Santander y Caquetá, así como del Distrito Capital.
La sorpresa del 2022 la dio el jurado calificador al escoger al Dueto “Maderas”, de Florencia (Caquetá), conformado Anderson España, primera voz y tiplista, egresado de un conservatorio en Ibagué y su “Master” - como le llama- Cristian Camilo Álvarez, quien interpreta el uquelele bajo y segunda voz. Para ellos, haber ganado en esta categoría este año significa un gran logro no solo como dueto, sino también como representantes del Caquetá, al ser la primera vez que un dueto de los Llanos Orientales gana en este Festival, el cual ha sido - tradicionalmente - de zonas andinas.
En su concepto, el factor determinante para haberse convertido en los nuevos Príncipes de la Canción, es la preparación, la selección de temas que gusten al público y que sean exigentes. “Sentimos una gran felicidad y esperamos que esto ayude a que la cultura de nuestro departamento pueda crecer, así como lo hace en toda Colombia”, manifestó el Maestro Alvarez. Entre tanto, Anderson explicó que, una vez fueron escogidos para el concurso, ellos trabajaron especialmente “en los arreglos, que sean bonitos, cálidos, cantables y sobre todo que disfrutemos hacer música”.
El primer puesto del Concurso de Composición Leonor Buenaventura de 2022 quedó en las manos del compositor bogotano Leonardo Laverde Pulido, con el bambuco Fiesta. “Es una canción que hice con el corazón y me siento muy honrado de que el jurado haya escogido pues representa el agradecimiento que siento con la vida. Me siento con una alegría y una responsabilidad muy grande de seguir haciendo música para la gente con mensajes de patriotismo, amor, fe y confianza en lo nuestro” expresó. Es que el ingeniero Laverde fue el primer ganador del Concurso de la canción inédita Leonor Buenaventura de Valencia en 1982 y ahora que se cumplen 25 años, una de sus obras vuelve a conquistar a los jurados calificadores.
Los ganadores, además de los premios estipulados por el Festival, recibirán como regalo por parte de la aerolínea oficial del Festival, Easy Fly, tiquetes de vuelos en sus rutas nacionales.
El Jurado Calificador estuvo conformado por Germán Moreno Sánchez, Jorge Arias Suárez, Sofía Elena Sánchez Messier, Karen Londoño Múnera y Florentino Camacho Valderrama, quienes fueron los encargados de evaluar en presentaciones públicas y en privado, aspectos relacionados con la técnica, el estilo y la interpretación artística.