Darumas: “Rompemos el esquema de la música latina de los últimos años”
El tridente femenino de popfunk latino habla de sus influencias y de su nueva propuesta musical. El Espectador conversó con la argentina Aldana Aguirre, la haitiana Vedala Vilmond y la estadounidense Cecilia León, quienes se unieron para presentar sus sonidos a la escena latina.
Alberto González Martínez
Vedala Vilmond quiso hacer parte del proyecto desde que escuchó la primera canción, aunque no sabía que se terminaría convirtiendo en el mismo nombre de la agrupación. Venía de hacer pop urbano y se convenció cuando escuchó la mezcla de funk, pop y jazz.
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Vedala Vilmond quiso hacer parte del proyecto desde que escuchó la primera canción, aunque no sabía que se terminaría convirtiendo en el mismo nombre de la agrupación. Venía de hacer pop urbano y se convenció cuando escuchó la mezcla de funk, pop y jazz.
—Dije “ah, mira, no es reguetón” —dijo la haitiana, quien también había vivido en Chile.
Que no fuera reguetón tenía mucho que ver con la argentina Aldana Aguirre, quien venía reprimida del urbano. Su trabajo más reciente fue como bajista de la antioqueña Karol G, a quien la referencia como una mujer talentosa y de la que aprendió parte de lo que es ahora, pero quería más que tocar unas líneas de bajo.
Otra colombiana que la inspiró fue Shakira, por su nivel artístico, montaje, giras y todo aquello que la representaba como una estrella de la música. Sus compañeras Vedala Vilmond, la vocalista, y Cecilia León, la guitarrista, también mencionaron a la barranquillera.
León, de manera jocosa, referenció a Carlos Vives. Dice que siente que lo conoce, sin conocerlo, desde hace muchos años. En el barrio donde creció, en su natal Miami, Calle Ocho, donde residen muchos latinos, la música del samario sonaba por las calles y sus posters se veían en sus paredes. También se escuchaban otros sonidos latinos, al mismo tiempo que ella conoció a Fleetwood Mac, AC/DC, Led Zeppelin y más del “classic rock”. Vivió rodeada de música, así que se dedicó a estudiar jazz y guitarra.
Las referencias musicales de la haitiana Vedala Vilmond son variadas. Pasó de escuchar ritmos afrocaribeños como el reggae de Bob Marley o la música típica de su país como el “kompa”, a escuchar música en español. Se mudó a Chile, aprendió el idioma y escuchó a Mon Laferte, Princesa Alba, Denise Rosenthal, Nathy Peluso, Dinah Washington, y hasta a Luis Miguel.
Luego, para la tres, llegó Darumas, donde se conectan los gustos musicales de cada una.
Hay una búsqueda en el pasado por los sonidos de hoy ¿Cómo ha sido para ustedes este proceso?
A.A.: Creo que no es una búsqueda tan específica. Básicamente, es el resultado de las influencias de todos estos años, desde que éramos chiquititas, lo que escuchábamos en casa hasta lo que elegimos escuchar hoy. Es el resultado de esas influencias. Por ejemplo, a mí me encanta la música setentera y ochentera. Entonces me es inevitable que a la hora de producir y hacer música haya elementos que traigo de ahí, pero con las chicas también se hace una mezcla con algunos elementos más modernos y en ese mix es que sale la música que hacemos.
¿Aldana, ¿cómo ha sido, en su caso, la experiencia de trabajar con Karol G?
A.A.: Hicimos tres giras con ella. Fue una increíble experiencia. Siempre digo que fue increíble todos esos años que estuve trabajando con ella, aprendí un montón de cosas que hoy puedo aplicar con Darumas, sobre todo, en la tras escena. Ella es una artista impresionante, a nivel, específicamente musical y técnico, es una tipa muy grosa. Además del talento musical, es una mujer que está en absolutamente todo: desde la iluminación hasta el stage, está atenta en un 360.
¿Cómo fue tomar la decisión para crear Darumas?
A.A.: Tuve que tomar una decisión difícil, no tanto por el momento en que me estaba saliendo, sino por el desafío que era crear algo nuevo y crear algo propio. Siempre estuve cómoda, en el sentido de que era siempre era el artista el que tenía la responsabilidad de lo que se estuviera transmitiendo con su música y yo estaba en la parte de atrás, simplemente cumpliendo mi función de ser bajista y de tocar las líneas que me dijesen. Pero cuando me llega esta propuesta me pareció completamente alucinante, aunque al principio me friquié y quería salir corriendo, pero me animé con las ganas que tenía de hacer algo que estamos logrando con Darumas, que es romper el esquema de lo que viene pasando en la música latina en los últimos años.
Hay una referencia japonesa en su nombre, “Darumas”, que es un amuleto, ¿cómo llegaron a él?
V.V.:Un día estábamos pensando qué nombre ponerle a la banda y se nos ocurrió muchos nombres malísimos, pero después Aldana nos contó que le habían regalado un Daruma y nos explicó qué significaba, nosotras también averiguamos, que tenía que ver con la perseverancia, luchar por tus sueños y la disciplina. Nos sentimos identificadas.
***
“Romper esquemas” es en lo que piensan las jóvenes. Aldana aún respeta al reguetón y al género urbano, pero como instrumentista se sentía, en ocasiones, encerrada en la tras escena.
—¿Qué pasa si hacemos una música que no esté sonando ahora, ¿qué pasa si hacemos música en vivo, o sea, estando al frente? Tenía ganas de sembrar esa semillita —expresó Aldana.
Ahora, como cualquier bajista en el funk, la argentina tiene todo el protagonismo, al igual que sus compañeras. Por momentos suenan a Dua Lipa, a Michael Jackson, a Jamiroquai, a Harry Styles o a Bruno Mars. Cada una es protagonista en cada uno de sus estilos.
A un Daruma, el amuleto japonés por el que llevan su nombre, hay que rellenarle un ojo cuando se le pide un deseo, y otro cuando se cumple. Ya Darumas es un hecho. Acaban de lanzar su álbum debut y la crítica musical estadounidense “les ha hecho ojitos”.