Daymé Arocena: “Nunca decidí dedicarme a la música. Soy música desde que nací”
El pasado 23 de febrero la cantante cubana lanzó su quinto álbum de estudio, titulado “Alkemi”. La artista habló para El Espectador sobre su nuevo disco, sus raíces africanas y el exilio. Cuenta cómo se concretó su colaboración con Alcolirykoz.
Mateo Medina Escobar
La cantante Daymé Arocena nació y creció durante el Período especial en Cuba, una época de crisis económica en la década de 1990. La artista recuerda su infancia con cortes de energía frecuentes y música que sonaba sin necesidad de electricidad. “Crecí en una casa de negros y negras, una casa donde se cantaba y se bailaba todos los días, y donde la música era la manera de sanar todo lo que pasaba. A veces había electricidad una o dos horas al día, por lo tanto, la radio y la televisión eran reemplazadas por mi familia cantando y bailando”, recuerda la cantante cubana en diálogo para El Espectador.
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La cantante Daymé Arocena nació y creció durante el Período especial en Cuba, una época de crisis económica en la década de 1990. La artista recuerda su infancia con cortes de energía frecuentes y música que sonaba sin necesidad de electricidad. “Crecí en una casa de negros y negras, una casa donde se cantaba y se bailaba todos los días, y donde la música era la manera de sanar todo lo que pasaba. A veces había electricidad una o dos horas al día, por lo tanto, la radio y la televisión eran reemplazadas por mi familia cantando y bailando”, recuerda la cantante cubana en diálogo para El Espectador.
“Nunca decidí dedicarme a la música. Soy música desde que nací (…) El otro día escuché una cosa interesante, para las personas negras en África la música no te hace especial. Todo el mundo puede hacer música, se comunica a través de ella y es parte de su día a día”, asegura la artista, quien buscó un nombre africano para su nuevo disco, “Alkemi”, palabra en yoruba que significa alquimia (transmutación maravillosa e increíble).
“No teníamos instrumentos musicales, pero mi familia tocaba con lo que fuera, la pared, los muebles, las cucharas”, agrega Arocena, quien lanzó su quinto álbum de estudio el pasado 23 de febrero. La artista regresó con un nuevo álbum después de cinco años, los discos “Nueva Era” (2015), “One Takes” (2016), “Cubafonía” (2017) y “Sonocardiogram” (2019), fueron todos muy seguidos, pero la migración y la pandemia retrasaron la llegada de “Alkemi”.
Hoy la artista vive en San Juan, Puerto Rico. Dice que en Cuba tocó techo y no pudo seguir creciendo. “Yo necesito ver el cielo y el infinito. Necesito vivir en un país donde pueda soñar, y desgraciadamente en Cuba los sueños están fragmentados y violentados por el sistema político y social (…) la gente tiende a romantizar lo que se vive en Cuba por ser de izquierda y lucir como que se está ayudando a la gente, pero es todo lo contrario. Es darle poder absoluto a un grupo de individuos que se convierten en los dueños de todo un país”, aseguró la cantante, quien, junto a su esposo, un periodista independiente, salieron de la isla.
“Soy una mujer con grandes sueños, ilusiones y aspiraciones, y la globalización no iba a venir desde mi isla, desgraciadamente (…) Ni para mi esposo, ni para mí, Cuba seguía siendo una opción”, relata Arocena. Tras su salida de la isla, en 2019, se acercó la pandemia por la enfermedad de covid-19, algo que, al igual que migrar, le pondría una pausa a su carrera musical. Su nuevo álbum representaría una transmutación en la vida de la artista.
“Hay muchos procesos de transformación en este álbum, tanto musicales, estéticos y artísticos, pero también personales (…) La Daymé de hoy es una mujer totalmente diferente a la de hace diez años, no se parecen en nada”, cuenta la cantante, quien menciona los procesos de emigración de Cuba e inmigración a Canadá y Puerto Rico, como sus más grandes transformaciones en los últimos años. “El exilio es saber que te estás yendo sin aspirar siquiera a regresar al país que te vio nacer”.
2022 y 2023 fueron años clave para su nuevo disco. La cantante lanzó varios sencillos propios y en colaboración, algo que no hacia desde el año en que abandonó Cuba. Entre las canciones que sacó durante ese período se encuentra “Estetograma”, en colaboración con el grupo de rap de Medellín, Alcolirykoz, que un día llamaron a la artista para proponerle una reversión de su canción “Cómo”. Esa versión original trataba sobre el amor en pareja, pero los raperos le cambiaron el sentido y le dedicaron el nuevo sencillo a su abuela fallecida. “La música tiene eso, la versatilidad de transformarse, de transmutar”.
En “Alkemi” se incluyó el sencillo “A fuego lento”, interpretado por la cubana en colaboración con el dominicano Vicente García. Una canción que esperó diez años para salir al aire. “Yo me sentía horrorizada. Sentía que esa canción me estaba exponiendo mucho como mujer, mi lado sensual y mi lado femenino”, cuenta Arocena, que explicó que la baja autoestima no la dejaba lanzar el sencillo.
“Si yo no tengo autoestima para sentirme bella y cómoda, cómo me voy a exponer, a confesarle a alguien que me gusta el rechazo”, dice la artista, quien agrega que la baja autoestima es reforzada con la imagen que hay de la mujer negra en su país y en Latinoamérica. “Yo empecé a construir mi autoestima interactuando con personas de todo el mundo, que me encontraban como una mujer linda y atractiva”.
En “Alkemi”, la artista muestra nuevas facetas sonoras. Así como el español y el yoruba se toman el álbum, el inglés también toma relevancia. En parte por las referentes musicales de la cantante, entre las que se encuentran Aretha Franklin, Whitney Houston y ahora Beyoncé. “El inglés siempre ha estado en mi vida, probablemente porque mi papá consumía mucha música de artistas angloparlantes”, recuerda la artista.
Algunas canciones como “American Boy”, “I rather let it go” y “Die and live again” muestran ese acercamiento al inglés por parte de la cantante, quien asegura que tuvo que “aprender el idioma a empujones”. “Cuando tenía como quince años empecé a cantar con la Big Band de mi escuela y lo que tocaba era jazz, entonces me tenía que aprender un montón de la música estándar de ese género en inglés”, termina contando la artista.