Éibar Gutiérrez, juglar urbano: Canta con el acordeón pegado al pecho como lo hacían los viejos juglares.
Foto: Éibar Gutiérrez
La costumbre de tocar el acordeón y cantar al tiempo, propia de los juglares que antaño viajaban de pueblo en pueblo entonando sus canciones con el acordeón al pecho, se ha ido perdiendo. Éibar Gutiérrez es quizá uno de los últimos que lucha por conservar esta tradición.
Fue la misma Consuelo Araújo, en la tarima de la plaza Alfonso López durante un festival vallenato, quien le dijo a Éibar que nunca dejara de cantar y tocar porque así se mantenía vivo el vallenato.
Por Por: Andrea Barraza Cabana*
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