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El acordeón creó al Cesar; hoy lo divide

La inversión de $139 mil millones de regalías en un centro del vallenato por parte de la gobernación genera polémica, y no une recursos con la alcaldía de Valledupar y el Festival de la Leyenda Vallenata. Hablan expertos sobre esta “gota fría” para el departamento.

Alberto González Martínez
22 de junio de 2021 - 11:00 p. m.
El Centro Cultural Vallenato fue presentado en 2013 con el nombre de Centro Cultural de la Música Vallenata.
El Centro Cultural Vallenato fue presentado en 2013 con el nombre de Centro Cultural de la Música Vallenata.
Foto: Cortesía
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“El Cesar se creó a punta de acordeón”, afirma el escritor Alonso Sánchez Baute. Su primer gobernador fue el futuro presidente Alfonso López Michelsen y apoyó la creación Festival Vallenato. Lo lideraba Consuelo Araujo Noguera, quien logró unir a políticos, músicos e intelectuales en pro del primer Festival en 1968. En abril los acordeones se hicieron más imponentes. Con el tiempo, mostraron a Colombia una ciudad que poco se conocía: Valledupar.

Años después, Consuelo tuvo el sueño de crear un “Disneylandia del vallenato”, asegura su hijo Andrés Molina Araújo. Se trataba del Parque de la Leyenda Vallenata. Pretendía ser un centro de atracciones que incluiría doce proyectos: coliseo, teatro, museo, tienda, bosque, una isla, laguna, ruta de juglares, escuela de música, centro de convenciones, entre otros elementos. Todo un parque temático.

De estos proyectos, hoy se erige uno. Un coliseo de eventos con capacidad para 25 mil personas. Se inauguró en 2004. Desde entonces allí se hacen los eventos principales del Festival Vallenato. El sueño de Consuelo se trunca con su muerte, tres años antes de la inauguración, como cuenta el arquitecto del proyecto, Santander Beleño.

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Desde el 2010, el Parque entró en un lío jurídico y el Consejo de Estado lo resolvió en 2018. Solicitó a la Fundación de la Leyenda Vallenata devolver el Parque al municipio. Antes, el entonces gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, gestaba otro proyecto, en otro espacio, pero con las mismas intenciones.

Lo presentó en 2013 con el nombre de Centro Cultural de la Música Vallenata. Hoy ya está adjudicada su construcción y aquel Coliseo del Parque de la Leyenda yergue solitario.

El espacio: “me lleva él o me lo llevo yo”

El Centro Cultural se presenta como un edificio con forma de árbol. Albergaría museos, sala de eventos para 1200 personas, bustos de juglares y otros elementos similares a los planteados por Consuelo en el Parque. Las críticas florecieron como guayacanes en abril. Que el espacio no era el adecuado, se mencionaba.

El excurador del municipio, Augusto Orozco, afirma que el lote ya estaba diseñado para una glorieta. El mismo Orozco agrega que si ya existía un espacio como el Parque de la Leyenda por qué no se realizaba allí. Este Parque cuenta con 230 mil metros cuadrados frente a los 30 mil metros cuadrados del Centro Cultural.

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Más allá de si es una puja de castas familiares, las preocupaciones por el espacio continúan desde que se presentó el proyecto. A Orozco, el arquitecto Beleño y otras personas del área de construcción les preocupa que el edificio quedaría rodeado por una zona hospitalaria que no es la adecuada y que además podría representar problemas con el tráfico cuando se realicen eventos.

El presidente de la Fundación del Festival Vallenato aseguró en el diario El Pilón que le propuso al gobernador el terreno del Parque de la Leyenda para ejecutar esa obra. La respuesta se la dio en 2015 con los diseños definitivos que presentó Monsalvo en aquel mismo espacio que fue blanco de críticas. El proyecto esperaba recursos del Ministerio de Cultura, que finalmente no fueron entregados.

La justificación: “Moralito a mí no me lleva porque se me da la gana”

El proyecto se pausó por la falta de recursos y el siguiente gobernador no se preocupó por gestionarlos. Monsalvo fue elegido nuevamente en ese puesto y consiguió los recursos de las regalías del carbón. Siguió adelante con este proyecto en aquel terreno que inicialmente había propuesto. Las críticas aumentaron. El costo del proyecto también. Pasó de 85 mil millones a 139 mil millones de pesos.

Cuando el Parque de la Leyenda salió del lío jurídico hubo una reunión con el gobernador, en la que se mostró preocupación por el espacio donde se construiría este Centro Cultural, según cuenta su vicepresidente, Efraín Quintero Molina. Pero Monsalvo no quiso dar el brazo a torcer. Dijo que ese iba a ser el espacio y que tenía sus justificaciones.

El gobernador argumenta en una entrevista que los centros culturales en otras ciudades están ubicados en el centro de la ciudad para atraer turismo. Aunque en Valledupar el Balneario Hurtado del río Guatapurí y el Parque la Provincia son por sí solos son un foco turístico de la ciudad, que colindan con el Parque de la Leyenda, de acuerdo con el arquitecto Santander Beleño.

La sostenibilidad: “la gota fría”

Aun así, en mayo de este año se adjudicó el contrato para la construcción de la obra. Las críticas volvieron a sonar y gobernador no se movió de su postura. Argumenta que se realizó un estudio, según el cual anualmente el Centro Cultural podría atraer cerca 30 mil millones de pesos en inversión.

La veedora Astrid Navarro, del Comité de Seguimiento a las Regalías de Carbón, no está tan segura de ello. Afirma que no existe un plan de sostenibilidad claro en este proyecto. Agrega que no se plantean indicadores del sector turístico ni cómo se concertó con las comunidades de este sector.

A esta visión se suma la arquitecta Mariana Orozco, a quien le preocupa que con este edificio suceda algo similar al Parque Cultural del Caribe, que tuvo estudios de sostenibilidad. No obstante estar ubicado en el centro de Barranquilla, antes de la pandemia tenían el edificio cerrado, su fachada se cae a pedazos y no atrae el turismo que se esperaba.

Al escritor Sánchez Baute le preocupa de dónde saldrán los recursos para que se sostenga este Centro Cultural. Refiere que hasta los grandes museos del mundo, como el Louvre de París, en estos momentos presentan una crisis de sostenimiento. Mientras que el gobernador espera encontrar un aliado privado que ayude a operar el Centro Cultural como en el caso del Movistar Arena en Bogotá.

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Tras el Parque quedar prácticamente abandonado, se pretende abrir sus puertas todo el año. El director de la Oficina de Cultura de Valledupar, Carlos Liñán, cree que este espacio se puede recuperar. La idea es realizar una proyección que sea distinta a la del Centro Cultural, pero que no pierda la vocación del Parque, y se realicen algunos proyectos que Consuelo Araujo había diseñado.

Pero como afirmó el columnista vallenatólogo Jorge Nain Ruiz, “el sentido común de los cesarenses se inclinaría por destinar una parte grande de esa inversión del Centro a las urgencias sociales por la pandemia y por hacer un plan de fortalecimiento vallenato con recursos de MinCultura, alcaldía, Fundación de la Leyenda, gobernación y sector privado”.

Y añadió: “Eso sí sería grandeza. Unión. La ‘Cacica’ Consuelo y Alejo Durán deben estar muy decepcionados allá arriba”.

*De la Fundación Color de Colombia.

Por Alberto González Martínez

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hugo(70179)23 de junio de 2021 - 01:06 a. m.
Primero mamar ron que la salud. Es la idiosincracia de los vallenatos...
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