El ADN de los hermanos Turizo
Manuel y Julián están lanzando "ADN", su primer álbum en el que reúnen las 16 canciones más importantes de su carrera. Aseguran que cantar en la tarima de Tomorrowland ha sido una de las experiencias más importantes de este 2019 y que la gira en Colombia es una tarea que tienen pendiente.
Redacción música
El 20 de julio de este año una lancha ubicada en la ribera del río Rupel, en Boom (Bélgica), esperaba a Manuel y Julián Turizo para llevarlos al escenario del festival más grande del mundo: Tomorrowland. El reguetón, por primera vez, contaba con tres exponentes en medio de un espectáculo de solo música electrónica. J Balvin, Annita y los Turizo eran la cuota latina en este ritmo. (Le puede interesar: Chocquibtown estrena “Pa' olvidarte remix” junto a Zion & Lennox, Farruko y Manuel Turizo)
Los Turizo, ansiosos e impacientes, abordaron el bote rumbo a la tarima Youphoria. Eran los encargados de tocar las primeras melodías de reguetón en medio de una fiesta electrónica y no sabían cómo iba a ser el recibimiento del público. Nerviosos se subieron al escenario, en el ukelele, su instrumento insignia, sonó la primera nota y éxitos como Vaina loca, Una lady como tú o Sola empezaron a llamar la atención de los asistentes. (Lea también: Manuel Turizo: "Con 'Una lady como tú' queríamos enamorar a una mujer con una sola canción")
“No sabíamos cómo iba a ser la reacción, pero cuando empezamos a cantar el escenario se fue cada vez llenando más. Nos dimos cuenta de que la mayoría de público latino se identificaba con nuestras canciones y llegaban contentos a la tarima a corearlos. Fue una experiencia inolvidable, no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar porque es un festival de una magnitud diferente”, explica Julián Turizo.
Y así como conquistaron al exigente público de Tomorrowland, que este 2019 albergó a 400.000 asistentes de todo el mundo, los Turizo con su ADN Tour han brillado en tarimas de Europa, Centroamérica y Suramérica. Un reflejo, según ellos, del sacrificio de años que hoy se ve materializado en su primer álbum: ADN. En este proyecto, que ha sido el sueño que han tenido desde niños, se ven los ritmos que los ha influenciado a través de sus vidas durante su crecimiento musical, como pop, reggae, reguetón, baladas y, por supuesto, vallenato. Aquí están plasmadas las raíces de los hermanos.
Durante tres años se dedicaron a producir y a componer las canciones que iban a estar en ADN, esperaron a que sus propuestas cobraran una identidad propia y que la gente los reconociera como artistas, más allá de un solo éxito. “Hubo ocasiones en las que creímos que lo teníamos listo, pero seguíamos haciendo música y nos dábamos cuenta de que podíamos hacer algo mejor. La selección de las 16 canciones fue un reto enorme, acumulábamos demasiados temas y después nos sentamos a escuchar los 40 seleccionados. No queríamos que un sencillo se pareciera a otro, buscábamos que el trabajo fuera bien dinámico, por eso también hay tantos géneros en él”, cuenta Manuel Turizo.
En este tiempo de creación, confiesan, adquirieron mucha experiencia de productores, sobre todo colombianos como Zenzei, con quien se iniciaron desde Una lady como tú. Además, añaden, unir esas esencias musicales de otros artistas, como Anuel, Ozuna o Nacho, para crear una canción ha sido una de las experiencias más bonitas. Quieren comenzar a hacer duetos con muchos cantantes nacionales como J Balvin, Lalo Ebratt o Sebastián Yatra.
La familia, la clave detrás de su éxito
Se ríen cada vez que alguien les pregunta cómo hacen, pese a ser hermanos, para trabajar juntos y tener éxito. “Más de uno nos pide la fórmula secreta. Nos dicen que cómo hacemos porque en muchos casos pasan dos horas con el hermano y ya quieren ahorcarlo. En nuestro caso no es así. Para nosotros la familia representa todo en nuestra carrera musical”, dice Julián.
En la relación Julián, con 22 años, es el mayor y le aporta tranquilidad y equilibrio a la vida de Manuel. Lo describe como su socio de vida y quien lo ayuda a apaciguar sus impulsos, también le ha enseñado a no volverse esclavo de los números, las cifras de reproducción y los likes. Manuel, de 19 años, por su parte es el ansioso y arriesgado, el que impulsa a Julián a tomar las decisiones sin importar qué tan fuertes sean las consecuencias. “Él es de los que dice lancémonos a la piscina de cabeza y si te pegas te ayuda a sobarte el chichón”, asegura entre risas Julián.
Su éxito se dio en 2016 con Una lady como tú, canción que describen como la luz al final del túnel. “Veníamos con muchos problemas económicos en nuestra casa y para un joven este tipo de situaciones pueden generar consecuencias mentales o emocionales”, sostienen los hermanos. Hacen referencia a la difícil situación financiera que tuvo la familia cuando Julián estudiaba derecho en Medellín y, desde la distancia, componía por teléfonos esos primeros versos con Manuel Turizo.
Previo a que Julián empezara un nuevo semestre su padre, llorando y angustiado, llamó a comentarle que no podía seguir estudiando, le quedaba difícil pagar seis meses más, ni con Icetex, cuenta Julián, lo podían lograr. Él, sereno y confiado de la música que estaban componiendo con Manuel, le pidió que se calmara que con la música iban a conseguir superar ese traspié.
La promesa a su padre la cumplieron. Para ese año se llevaron una gran sorpresa, su primer sencillo se convirtió en una de las canciones más escuchadas de la música latina de 2016. “Fue la llave que nos abrió todas las puertas para tener la atención y decirle a la gente que estamos haciendo algo que vale la pena. Sin duda, una herramienta clave en nuestra vida personal y profesional”, asegura Manuel.
Ahora, con mucho más aprendizaje, conocimiento y madurez en sus maletas, los Turizo esperan seguir conquistando nuevos escenarios, la gira en Colombia es una de las tareas que tienen pendiente y que esperan poder materializar a finales de este año o comienzos del otro. Están nominados en los Grammy Latino en la categoría Fusión/Interpretación Urbana por el tema Pa olvidarte (remix) y son catalogados como la nueva cara del género urbano. Con su ukelele, que es su ADN, los hermanos Turizo esperan seguir deleitando al público con sus sencillos, dicen que disfrutan ir descubriendo las letras que están escondidas detrás de cada melodía.
El 20 de julio de este año una lancha ubicada en la ribera del río Rupel, en Boom (Bélgica), esperaba a Manuel y Julián Turizo para llevarlos al escenario del festival más grande del mundo: Tomorrowland. El reguetón, por primera vez, contaba con tres exponentes en medio de un espectáculo de solo música electrónica. J Balvin, Annita y los Turizo eran la cuota latina en este ritmo. (Le puede interesar: Chocquibtown estrena “Pa' olvidarte remix” junto a Zion & Lennox, Farruko y Manuel Turizo)
Los Turizo, ansiosos e impacientes, abordaron el bote rumbo a la tarima Youphoria. Eran los encargados de tocar las primeras melodías de reguetón en medio de una fiesta electrónica y no sabían cómo iba a ser el recibimiento del público. Nerviosos se subieron al escenario, en el ukelele, su instrumento insignia, sonó la primera nota y éxitos como Vaina loca, Una lady como tú o Sola empezaron a llamar la atención de los asistentes. (Lea también: Manuel Turizo: "Con 'Una lady como tú' queríamos enamorar a una mujer con una sola canción")
“No sabíamos cómo iba a ser la reacción, pero cuando empezamos a cantar el escenario se fue cada vez llenando más. Nos dimos cuenta de que la mayoría de público latino se identificaba con nuestras canciones y llegaban contentos a la tarima a corearlos. Fue una experiencia inolvidable, no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar porque es un festival de una magnitud diferente”, explica Julián Turizo.
Y así como conquistaron al exigente público de Tomorrowland, que este 2019 albergó a 400.000 asistentes de todo el mundo, los Turizo con su ADN Tour han brillado en tarimas de Europa, Centroamérica y Suramérica. Un reflejo, según ellos, del sacrificio de años que hoy se ve materializado en su primer álbum: ADN. En este proyecto, que ha sido el sueño que han tenido desde niños, se ven los ritmos que los ha influenciado a través de sus vidas durante su crecimiento musical, como pop, reggae, reguetón, baladas y, por supuesto, vallenato. Aquí están plasmadas las raíces de los hermanos.
Durante tres años se dedicaron a producir y a componer las canciones que iban a estar en ADN, esperaron a que sus propuestas cobraran una identidad propia y que la gente los reconociera como artistas, más allá de un solo éxito. “Hubo ocasiones en las que creímos que lo teníamos listo, pero seguíamos haciendo música y nos dábamos cuenta de que podíamos hacer algo mejor. La selección de las 16 canciones fue un reto enorme, acumulábamos demasiados temas y después nos sentamos a escuchar los 40 seleccionados. No queríamos que un sencillo se pareciera a otro, buscábamos que el trabajo fuera bien dinámico, por eso también hay tantos géneros en él”, cuenta Manuel Turizo.
En este tiempo de creación, confiesan, adquirieron mucha experiencia de productores, sobre todo colombianos como Zenzei, con quien se iniciaron desde Una lady como tú. Además, añaden, unir esas esencias musicales de otros artistas, como Anuel, Ozuna o Nacho, para crear una canción ha sido una de las experiencias más bonitas. Quieren comenzar a hacer duetos con muchos cantantes nacionales como J Balvin, Lalo Ebratt o Sebastián Yatra.
La familia, la clave detrás de su éxito
Se ríen cada vez que alguien les pregunta cómo hacen, pese a ser hermanos, para trabajar juntos y tener éxito. “Más de uno nos pide la fórmula secreta. Nos dicen que cómo hacemos porque en muchos casos pasan dos horas con el hermano y ya quieren ahorcarlo. En nuestro caso no es así. Para nosotros la familia representa todo en nuestra carrera musical”, dice Julián.
En la relación Julián, con 22 años, es el mayor y le aporta tranquilidad y equilibrio a la vida de Manuel. Lo describe como su socio de vida y quien lo ayuda a apaciguar sus impulsos, también le ha enseñado a no volverse esclavo de los números, las cifras de reproducción y los likes. Manuel, de 19 años, por su parte es el ansioso y arriesgado, el que impulsa a Julián a tomar las decisiones sin importar qué tan fuertes sean las consecuencias. “Él es de los que dice lancémonos a la piscina de cabeza y si te pegas te ayuda a sobarte el chichón”, asegura entre risas Julián.
Su éxito se dio en 2016 con Una lady como tú, canción que describen como la luz al final del túnel. “Veníamos con muchos problemas económicos en nuestra casa y para un joven este tipo de situaciones pueden generar consecuencias mentales o emocionales”, sostienen los hermanos. Hacen referencia a la difícil situación financiera que tuvo la familia cuando Julián estudiaba derecho en Medellín y, desde la distancia, componía por teléfonos esos primeros versos con Manuel Turizo.
Previo a que Julián empezara un nuevo semestre su padre, llorando y angustiado, llamó a comentarle que no podía seguir estudiando, le quedaba difícil pagar seis meses más, ni con Icetex, cuenta Julián, lo podían lograr. Él, sereno y confiado de la música que estaban componiendo con Manuel, le pidió que se calmara que con la música iban a conseguir superar ese traspié.
La promesa a su padre la cumplieron. Para ese año se llevaron una gran sorpresa, su primer sencillo se convirtió en una de las canciones más escuchadas de la música latina de 2016. “Fue la llave que nos abrió todas las puertas para tener la atención y decirle a la gente que estamos haciendo algo que vale la pena. Sin duda, una herramienta clave en nuestra vida personal y profesional”, asegura Manuel.
Ahora, con mucho más aprendizaje, conocimiento y madurez en sus maletas, los Turizo esperan seguir conquistando nuevos escenarios, la gira en Colombia es una de las tareas que tienen pendiente y que esperan poder materializar a finales de este año o comienzos del otro. Están nominados en los Grammy Latino en la categoría Fusión/Interpretación Urbana por el tema Pa olvidarte (remix) y son catalogados como la nueva cara del género urbano. Con su ukelele, que es su ADN, los hermanos Turizo esperan seguir deleitando al público con sus sencillos, dicen que disfrutan ir descubriendo las letras que están escondidas detrás de cada melodía.