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El Centro Cultural se llena de luces y frases, entre ellas, “Riohacha es un Bolero”, planteada por los organizadores del XII Festival y sobre ese mágico ritmo se desarrollará el evento en la capital de la Guajira, del 18 al 20 de agosto. Ellos quieren invitar a todos los amantes y seguidores de ese mundo musical, que ha permanecido en la memoria colectiva del Caribe y que identifica al romance, al amor y al galanteo.
“El Festival Internacional del Bolero”, en cabeza de Álvaro Escorcia y un reducido grupo de quijotes que, como él, son responsables de que la actividad se mantenga, es una prueba fehaciente de que La Guajira y en especial su capital, es diversa, pluricultural y el punto más septentrional que tiene Colombia, y desde ahí arranca toda esa riqueza artística, que sirve de referente especial ante el mundo.
Este evento con muchos altibajos, que pueden ser subsanados en la medida en que se organice un grupo de trabajo que piense en diversificar las estrategias para llevarlo a una mejor orilla, necesita de todos, no solo del apoyo gubernamental, el único que hasta ahora tiene.
Este año el homenajeado es Mario Correa Henríquez, un riohachero ancestral, músico y compositor recién fallecido, por lo que no tiene presentación dejarle a un pequeño grupo toda esa responsabilidad, al tiempo que abandonamos, la historia musical de nuestra tierra.
En la gran noche de gala estarán grandes voces de diversos países, entre ellas Carolina Cingolani, Argentina; Saeed Mohamed Valdez, Cuba; Jimmy León, Venezuela; y Alfredo de la Fe, de Cuba, para cerrar esa velada musical con el XV encuentro de coleccionistas, que nos llevarán por los caminos del bolero, en los que se confunden “la obra, el creador, el intérprete y su coleccionista”.
El set del jurado para la categoría de los coleccionistas estará conformado por tres valores que conocen los vericuetos que encierra todo lo que esa tarea implica. Aquí se destacan William Soto Pozo (Cuba), Suleidys García (Cuba) y Jesualdo Montes Hernández (Colombia).
Esa presencia de destacados artistas es la mejor manera de decir que El Festival Internacional del Bolero y todo lo que significa esa expresión rítmica y dancística del Caribe, está viva en el puerto musical de Riohacha, lugar por el que entraron diversos estilos sonoros.
No está de más advertir que la coreografía del bolero, su música y letra, que llegaron por el mar guajiro y supieron anclarse en el alma del riohachero, piden ahora que no se le dé la espalda para continuar con su desarrollo.
*Escritor, periodista, compositor, productor musical y gestor cultural.