El "divorcio" de Luis Miguel con el Auditorio Nacional de México
Las últimas cancelaciones del cantante han supuesto un punto de inflexión en las relaciones comerciales con uno de los recintos más emblemáticos del país.
Elena Reina Muñoz / El País
Luis Miguel ha dejado de ser el "consentido" del Auditorio Nacional, el recinto más emblemático de México. Todo comenzó con la huida precipitada del cantante la noche del 19 de noviembre del año pasado. "Cuando estaba bajando las escaleras de mi despacho para ver el show en vivo me encontré con la salida inmediata del artista. Ya tenía la camioneta preparada en la puerta. Me quedé en shock", recuerda Gerardo Estrada, coordinador del establecimiento. No había durado ni 15 minutos sobre las tablas. Ese fue el primer golpe bajo a una institución que, según cuenta el coordinador, siempre había confiado en él. En marzo y abril lo volvieron a intentar con cuatro fechas nuevas. Pero Luismi volvió a dejar plantado al recinto que lo encumbró batiendo récords de asistencia. Las relaciones desde ahora, aseguran, ya no serán las mismas.
'El Sol' ya no podrá pisar el imponente escenario si su empresa no corre con todos los riesgos. Ya no es seguro que cuando uno compra una entrada para ver a Luis Miguel, salga Luis Miguel. Por ello, el Auditorio le pide un comprobante médico y una cláusula específica para que asuma el 100% de las pérdidas. Sobre la devolución de las últimas entradas, unas 30.000 —por un precio entre los 2.000 (99 euros) y 5.000 pesos (248 euros)—, Estrada asegura que aunque ellos hayan asumido el gasto en un principio, la firma del cantante tendrá que reponerlo. Estos días se encuentran todavía negociando ese punto.
"La última cancelación ha supuesto, sobre todo, una doble frustración del público y nuestra con Luis Miguel. Todo el mundo puede fallar una vez, pero dos veces es mucho. La imagen del Auditorio se ha visto muy afectada", se lamenta Estrada. La fe que tenía el recinto por él, concediéndole la oportunidad de presentarse nuevamente cuatro meses después con el mismo número de eventos, la tiene también su público. A 'El Sol' se le perdona todo. Un 60% de los que habían comprado las entradas de noviembre decidieron conservarlas para el 30,1,2 y 3 de abril. Una gran mayoría apostó otra vez por un artista que no se presentó.
El motivo oficial que mantiene apartado de los escenarios a Luis Miguel es un cuadro de rinofaringitis aguda, lo que los médicos catalogan como un "resfriado común". El anuncio sobre su estado de salud despertó las acusaciones de los más escépticos con el cantante. Y como es habitual en estos casos, se especuló con que uno de los iconos musicales más importantes del país era un alcohólico y un drogadicto. "El hecho de que alguien dijera haberlo visto la noche anterior a un concierto cenando en un restaurante, no ayudó nada a su credibilidad", apunta el coordinador del Auditorio.
Martha Figueroa, autora de la biografía "Micky, un tributo diferente" (Aguilar, 2010) y quien ha seguido al cantante desde hace más de 25 años señalaba lo contrario: "Si quiere emborracharse, lo hará en cualquier otro momento. No sacrificaría su carrera por eso. De lo poco que respeta en la vida es cantar sobre un escenario".
Geraro Estrada tiene muy presente el bochorno que sintió al tener que dar la cara tras la famosa espantá de noviembre. "Teníamos 9.000 personas que esperaban una explicación. Tuvimos que intermediar entre grupos que se gritaban entre ellos. La gente estaba muy enojada", recuerda. Al menos, esta última cancelación llegó con suficiente tiempo para no gastar nada en promoción y publicidad de los conciertos. La primera vez aquello supuso un gasto importante que todavía hoy le siguen reclamando a los promotores del artista.
Los conciertos de 'El Sol' en el Auditorio quedan suspendidos definitivamente por primera vez en la historia de la institución. Estrada reconoce que la buena relación entre Luis Miguel y el centro ha sido siempre el secreto del éxito de ambos, por eso le interesa que se recupere cuanto antes. Pero la puntilla final a la credibilidad del recinto es la que los ha precipitado a la separación.
Luis Miguel ha dejado de ser el "consentido" del Auditorio Nacional, el recinto más emblemático de México. Todo comenzó con la huida precipitada del cantante la noche del 19 de noviembre del año pasado. "Cuando estaba bajando las escaleras de mi despacho para ver el show en vivo me encontré con la salida inmediata del artista. Ya tenía la camioneta preparada en la puerta. Me quedé en shock", recuerda Gerardo Estrada, coordinador del establecimiento. No había durado ni 15 minutos sobre las tablas. Ese fue el primer golpe bajo a una institución que, según cuenta el coordinador, siempre había confiado en él. En marzo y abril lo volvieron a intentar con cuatro fechas nuevas. Pero Luismi volvió a dejar plantado al recinto que lo encumbró batiendo récords de asistencia. Las relaciones desde ahora, aseguran, ya no serán las mismas.
'El Sol' ya no podrá pisar el imponente escenario si su empresa no corre con todos los riesgos. Ya no es seguro que cuando uno compra una entrada para ver a Luis Miguel, salga Luis Miguel. Por ello, el Auditorio le pide un comprobante médico y una cláusula específica para que asuma el 100% de las pérdidas. Sobre la devolución de las últimas entradas, unas 30.000 —por un precio entre los 2.000 (99 euros) y 5.000 pesos (248 euros)—, Estrada asegura que aunque ellos hayan asumido el gasto en un principio, la firma del cantante tendrá que reponerlo. Estos días se encuentran todavía negociando ese punto.
"La última cancelación ha supuesto, sobre todo, una doble frustración del público y nuestra con Luis Miguel. Todo el mundo puede fallar una vez, pero dos veces es mucho. La imagen del Auditorio se ha visto muy afectada", se lamenta Estrada. La fe que tenía el recinto por él, concediéndole la oportunidad de presentarse nuevamente cuatro meses después con el mismo número de eventos, la tiene también su público. A 'El Sol' se le perdona todo. Un 60% de los que habían comprado las entradas de noviembre decidieron conservarlas para el 30,1,2 y 3 de abril. Una gran mayoría apostó otra vez por un artista que no se presentó.
El motivo oficial que mantiene apartado de los escenarios a Luis Miguel es un cuadro de rinofaringitis aguda, lo que los médicos catalogan como un "resfriado común". El anuncio sobre su estado de salud despertó las acusaciones de los más escépticos con el cantante. Y como es habitual en estos casos, se especuló con que uno de los iconos musicales más importantes del país era un alcohólico y un drogadicto. "El hecho de que alguien dijera haberlo visto la noche anterior a un concierto cenando en un restaurante, no ayudó nada a su credibilidad", apunta el coordinador del Auditorio.
Martha Figueroa, autora de la biografía "Micky, un tributo diferente" (Aguilar, 2010) y quien ha seguido al cantante desde hace más de 25 años señalaba lo contrario: "Si quiere emborracharse, lo hará en cualquier otro momento. No sacrificaría su carrera por eso. De lo poco que respeta en la vida es cantar sobre un escenario".
Geraro Estrada tiene muy presente el bochorno que sintió al tener que dar la cara tras la famosa espantá de noviembre. "Teníamos 9.000 personas que esperaban una explicación. Tuvimos que intermediar entre grupos que se gritaban entre ellos. La gente estaba muy enojada", recuerda. Al menos, esta última cancelación llegó con suficiente tiempo para no gastar nada en promoción y publicidad de los conciertos. La primera vez aquello supuso un gasto importante que todavía hoy le siguen reclamando a los promotores del artista.
Los conciertos de 'El Sol' en el Auditorio quedan suspendidos definitivamente por primera vez en la historia de la institución. Estrada reconoce que la buena relación entre Luis Miguel y el centro ha sido siempre el secreto del éxito de ambos, por eso le interesa que se recupere cuanto antes. Pero la puntilla final a la credibilidad del recinto es la que los ha precipitado a la separación.