El Freaky, seis años mezclando el mundo
En este sexenio, el colectivo audiovisual más reconocido de Bogotá, y tal vez de Colombia, ha logrado consolidar un movimiento que va más allá de lo musical, llevando a su público experiencias diferentes en cada fiesta, de acuerdo con la ocasión.
Felipe García Altamar
No es fácil. Lograr trabajar con artistas tan diversos como Alfredo Gutiérrez, Major Lazer, Carlos Vives, Gyptian, ChocQuibTown, Tego Calderón, Ras Jahonnan, entre otros, no debe ser fácil. Esta mezcla puede producir en la mente una enorme sensación de extravagancia, de rareza: algo muy Freaky.
Andres Shaq, Mike Style, Kmmy Ranks y FatSuggarDaddy, son los miembros de un colectivo audiovisual bogotano que este viernes celebrará su sexto aniversario, tiempo en que se ha consolidado como referente del denominado Global Bass que, como explican, ‘‘es una lógica marginal y de barrio’’, al menos así lo usan en New York, donde se le denomina 'barrioteca'.
Desde sus inicios, en la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, El Freaky, denominado en ese entonces ‘Freaky Friday’ empezó a producir fiestas cada viernes, en las que mezclaban en una misma sesión reggae, champeta, cumbia, moombahton, salsa, dancehall, rap y música electrónica, entre otros géneros. Con el tiempo, fueron creciendo y consolidándose con un estilo propio, que los ha llevado a las tarimas de festivales como Rock al Parque, el Carnaval de Barranquilla, SXSW (Texas), Estéreo Picnic, Vive Latino, además de compartir tarima con Shaggy, Systema Solar, Calle 13 o Justin Bieber.
El Espectador habló con los cuatro integrantes de El Freaky, quienes hablaron de sus inicios, su propuesta, su evolución y su sexto aniversario, que realizarán de 4 p.m. a 3 a.m. en Candelario Bar, junto a más de una decena de artistas de la escena local. Además, lanzarán su nueva canción, y el video de la misma: Summer now, junto al cantante jamaiquino Gyptian.
¿Cómo nació El Freaky?
Todos, por diferentes razones, nos conocíamos desde hacía como 10 años antes de entrar a la Tadeo. Hacíamos fiestas del mismo tipo de música, pero esas fiestas no tenían una periodicidad específica, ni se hacían en un bar donde se pusiera esa música cada ocho días. Organizamos una fiesta, y listo. Al principio éramos Freaky Friday; después de un tiempo se le quitó el ‘Friday’. En cuatro años hicimos una fiesta cada mes.
¿Qué es un DJ? ¿Y un VJ?
Una de las cosas cuando empezó El Freaky era que nos relacionábamos mucho con la lógica del DJ, pero una vez nos conformamos como colectivo el trabajo se dedicó más a crear fiestas de experiencia en vivo: dos DJ's y un VJ (visual jockey). Un VJ es capaz de construir un momento así como lo puede hacer una banda, pensado y determinado en este caso de fiesta, y el VJ hace lo propio pero con la imagen.
¿Cómo definen lo que hacen?
Es toda una experiencia. No se limita a poner música sino a producir, a construir conceptos creativos, a construir públicos, que creo que es lo que El Freaky logro cuando era Freaky Friday. La periodicidad logró construir un público que con el tiempo fue creciendo. Hoy en día, que ya estamos produciendo, nuestra música sigue siendo igual. Los cuatro trabajamos en las experiencias que presentamos y el show en vivo tiene esos dos componentes.
¿Serían capaces de encasillarse dentro de un género?
No es música electrónica, no es dancehall, no es reggae, no es cumbia… es un movimiento como tal. Cada uno tiene influencias del reggae y tenemos muy marcado el folklore en algunas cosas, pero por aparte nos gustan otras muy diferentes. Al unirlo y tener, por ejemplo, marcados los bajos que sí caracteriza mucho lo que hacemos, nos podrían decir 'global bass', pero no existiría un género porque lo de nosotros es la suma de muchos, tomados de músicas marginales.
¿Hay un número específico de géneros que lleguen a mezclar en una misma sesión?
Nunca hemos sabido. Podemos empezar con un moombahton, mezclarlo con un dancehall, le podemos meter un drum & bass, después le podemos meter una salsa, luego un afrohouse, pasamos por una champeta y nos vamos a un kuduro, entonces ya vamos unos cinco o seis géneros. No hay una fórmula, cada show es particular, se piensa estructurado y va cambiando. Hay canciones claves que uno sabe que va a poner en algún momento, pero libreteado nada.
¿Algún género que nunca utilizarían?
Ninguno. En la fiesta de fin de año de 2014, Kmmy puso música decembrina y la gente 'la copió'. Mike y Andrés, en el Carnaval de Barranquilla, pusieron vallenatos y música de carnaval que es muy específica, no la que llega acá, y también pegó. No tenemos nada en contra de ningún género. Una de las cosas de las fiestas que hacemos es que son sin complejos.
¿Cómo ven actualmente la música urbana en Colombia?
El nivel del hip-hop está muy alto. El reggae está un poco estancado: el Jamming, que fue hace poco, estuvo muy bien pero al artista nacional lo trataron muy mal, no le dieron ni un buen horario ni un buen tiempo. Sí hay artistas, pero ha estado estancado porque son los mismos de siempre. El dancehall sí está muy fuerte porque está pegado a la parte del reggaetón y a la parte del baile y la discoteca.
Alguna vez escuchamos a Charles King decir que ahora hay ‘champeta urbana’, pero ¿cuándo fue rural? Para todo el mundo que llegue a Bogotá, la experiencia es urbana. Hasta Systema Solar, que son bien tropicales, por haber vivido acá en la ciudad le dan otro matiz a su música.
¿Cómo ven el sound system en Colombia?
En Bogotá cada vez se hacen más eventos, relacionados al sound system, al dub y demás. Es algo que hasta ahora se está explorando como un movimiento cultural. Tenía estigmas del ruido y de los vecinos pero creo que sí es un gran momento para eso. El dub es de los géneros de este tipo que está tomando cada vez más fuerza. El dubstep estuvo de moda un tiempo y cayó. Son procesos más lentos porque la gente no asimila tan rápido a menos que se la pase metida en ese mundo.
Las nuevas tecnologías: ¿ventaja o desventaja?
Tendrá sus ventajas y sus desventajas. Para nosotros es ventaja la masificación del sonido. La gente ya no tiene que ir al sound system a escuchar el dubplate (vinilo) exclusivo que tiene. Si a alguien le gusta lo que se hace, lo comparte y empieza a rodar. Democratizan cada vez más el hacer música sin necesidad de un estudio magistral, un productor, alguien en consola, etc.
¿Cómo fue la experiencia en Rock al Parque?
Increíble. Rock al Parque fue el festival en el que crecimos. Antes estábamos empujando y gritando y estar al otro lado merece mucho respeto. Nos dejaron hacer por los 20 años lo que nosotros queríamos. Nunca se habían abierto tanto a otros sonidos y fue un horario muy bueno para ser la primera vez que tocábamos.
Han tomado hasta ronquidos de uno de los integrantes, ¿es posible hacer música con cualquier sonido?
Sí, son los fragmentos. Alguna vez, en Boston, escuchamos a alguien que hizo un disco de reggae con sonidos de la calle en Kingston, con los pitos de los carros, los ladridos de los perros, etc. En la lógica de la música que tiene que ver con las repeticiones de sonido, el sample, el loop y demás.
¿Qué significa estar sonando en radio comercial?
La radio masifica muchas cosas. Te da la oportunidad de que algo sin saber qué es, te guste. La radio cumple formas de mercadeo comercial o cultural y la música cumple esa lógica. No es una relación de fuerza sino una relación simbiótica. La radio se va a interesar por lo que la gente está escuchando por otros canales, así como los artistas se van a influenciar con lo que suena en la radio.
¿Qué trae El Veraneo de El Freaky?
La fiesta es una excusa para una canción y videoclip que estamos lanzando: Summernow, con Gyptian. Quisimos celebrarlo volviendo a fiestas que habíamos hecho, que duraban 12 horas, e invitar talento local y gente que está en cada uno de sus escenarios moviendo la fiesta. El verano es una actitud mental y queremos simular un puente en 12 horas.
Su invitación para este viernes...
Serán 12 horas de fiesta para disfrutar el verano. Va a ser el bautizo de nuestro video y es una fiesta muy familiar con la escena local, que es muy importante. Son seis años de mucha fiesta y muchos orgullos, el volver a tener una fiesta como la hacíamos hace mucho tiempo, producida totalmente por nosotros y con la propuesta de El Freaky. ¡Cambien el jueves de polas por el viernes, inviten al jefe y arranquen!
fgarcia@elespectador.com
No es fácil. Lograr trabajar con artistas tan diversos como Alfredo Gutiérrez, Major Lazer, Carlos Vives, Gyptian, ChocQuibTown, Tego Calderón, Ras Jahonnan, entre otros, no debe ser fácil. Esta mezcla puede producir en la mente una enorme sensación de extravagancia, de rareza: algo muy Freaky.
Andres Shaq, Mike Style, Kmmy Ranks y FatSuggarDaddy, son los miembros de un colectivo audiovisual bogotano que este viernes celebrará su sexto aniversario, tiempo en que se ha consolidado como referente del denominado Global Bass que, como explican, ‘‘es una lógica marginal y de barrio’’, al menos así lo usan en New York, donde se le denomina 'barrioteca'.
Desde sus inicios, en la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, El Freaky, denominado en ese entonces ‘Freaky Friday’ empezó a producir fiestas cada viernes, en las que mezclaban en una misma sesión reggae, champeta, cumbia, moombahton, salsa, dancehall, rap y música electrónica, entre otros géneros. Con el tiempo, fueron creciendo y consolidándose con un estilo propio, que los ha llevado a las tarimas de festivales como Rock al Parque, el Carnaval de Barranquilla, SXSW (Texas), Estéreo Picnic, Vive Latino, además de compartir tarima con Shaggy, Systema Solar, Calle 13 o Justin Bieber.
El Espectador habló con los cuatro integrantes de El Freaky, quienes hablaron de sus inicios, su propuesta, su evolución y su sexto aniversario, que realizarán de 4 p.m. a 3 a.m. en Candelario Bar, junto a más de una decena de artistas de la escena local. Además, lanzarán su nueva canción, y el video de la misma: Summer now, junto al cantante jamaiquino Gyptian.
¿Cómo nació El Freaky?
Todos, por diferentes razones, nos conocíamos desde hacía como 10 años antes de entrar a la Tadeo. Hacíamos fiestas del mismo tipo de música, pero esas fiestas no tenían una periodicidad específica, ni se hacían en un bar donde se pusiera esa música cada ocho días. Organizamos una fiesta, y listo. Al principio éramos Freaky Friday; después de un tiempo se le quitó el ‘Friday’. En cuatro años hicimos una fiesta cada mes.
¿Qué es un DJ? ¿Y un VJ?
Una de las cosas cuando empezó El Freaky era que nos relacionábamos mucho con la lógica del DJ, pero una vez nos conformamos como colectivo el trabajo se dedicó más a crear fiestas de experiencia en vivo: dos DJ's y un VJ (visual jockey). Un VJ es capaz de construir un momento así como lo puede hacer una banda, pensado y determinado en este caso de fiesta, y el VJ hace lo propio pero con la imagen.
¿Cómo definen lo que hacen?
Es toda una experiencia. No se limita a poner música sino a producir, a construir conceptos creativos, a construir públicos, que creo que es lo que El Freaky logro cuando era Freaky Friday. La periodicidad logró construir un público que con el tiempo fue creciendo. Hoy en día, que ya estamos produciendo, nuestra música sigue siendo igual. Los cuatro trabajamos en las experiencias que presentamos y el show en vivo tiene esos dos componentes.
¿Serían capaces de encasillarse dentro de un género?
No es música electrónica, no es dancehall, no es reggae, no es cumbia… es un movimiento como tal. Cada uno tiene influencias del reggae y tenemos muy marcado el folklore en algunas cosas, pero por aparte nos gustan otras muy diferentes. Al unirlo y tener, por ejemplo, marcados los bajos que sí caracteriza mucho lo que hacemos, nos podrían decir 'global bass', pero no existiría un género porque lo de nosotros es la suma de muchos, tomados de músicas marginales.
¿Hay un número específico de géneros que lleguen a mezclar en una misma sesión?
Nunca hemos sabido. Podemos empezar con un moombahton, mezclarlo con un dancehall, le podemos meter un drum & bass, después le podemos meter una salsa, luego un afrohouse, pasamos por una champeta y nos vamos a un kuduro, entonces ya vamos unos cinco o seis géneros. No hay una fórmula, cada show es particular, se piensa estructurado y va cambiando. Hay canciones claves que uno sabe que va a poner en algún momento, pero libreteado nada.
¿Algún género que nunca utilizarían?
Ninguno. En la fiesta de fin de año de 2014, Kmmy puso música decembrina y la gente 'la copió'. Mike y Andrés, en el Carnaval de Barranquilla, pusieron vallenatos y música de carnaval que es muy específica, no la que llega acá, y también pegó. No tenemos nada en contra de ningún género. Una de las cosas de las fiestas que hacemos es que son sin complejos.
¿Cómo ven actualmente la música urbana en Colombia?
El nivel del hip-hop está muy alto. El reggae está un poco estancado: el Jamming, que fue hace poco, estuvo muy bien pero al artista nacional lo trataron muy mal, no le dieron ni un buen horario ni un buen tiempo. Sí hay artistas, pero ha estado estancado porque son los mismos de siempre. El dancehall sí está muy fuerte porque está pegado a la parte del reggaetón y a la parte del baile y la discoteca.
Alguna vez escuchamos a Charles King decir que ahora hay ‘champeta urbana’, pero ¿cuándo fue rural? Para todo el mundo que llegue a Bogotá, la experiencia es urbana. Hasta Systema Solar, que son bien tropicales, por haber vivido acá en la ciudad le dan otro matiz a su música.
¿Cómo ven el sound system en Colombia?
En Bogotá cada vez se hacen más eventos, relacionados al sound system, al dub y demás. Es algo que hasta ahora se está explorando como un movimiento cultural. Tenía estigmas del ruido y de los vecinos pero creo que sí es un gran momento para eso. El dub es de los géneros de este tipo que está tomando cada vez más fuerza. El dubstep estuvo de moda un tiempo y cayó. Son procesos más lentos porque la gente no asimila tan rápido a menos que se la pase metida en ese mundo.
Las nuevas tecnologías: ¿ventaja o desventaja?
Tendrá sus ventajas y sus desventajas. Para nosotros es ventaja la masificación del sonido. La gente ya no tiene que ir al sound system a escuchar el dubplate (vinilo) exclusivo que tiene. Si a alguien le gusta lo que se hace, lo comparte y empieza a rodar. Democratizan cada vez más el hacer música sin necesidad de un estudio magistral, un productor, alguien en consola, etc.
¿Cómo fue la experiencia en Rock al Parque?
Increíble. Rock al Parque fue el festival en el que crecimos. Antes estábamos empujando y gritando y estar al otro lado merece mucho respeto. Nos dejaron hacer por los 20 años lo que nosotros queríamos. Nunca se habían abierto tanto a otros sonidos y fue un horario muy bueno para ser la primera vez que tocábamos.
Han tomado hasta ronquidos de uno de los integrantes, ¿es posible hacer música con cualquier sonido?
Sí, son los fragmentos. Alguna vez, en Boston, escuchamos a alguien que hizo un disco de reggae con sonidos de la calle en Kingston, con los pitos de los carros, los ladridos de los perros, etc. En la lógica de la música que tiene que ver con las repeticiones de sonido, el sample, el loop y demás.
¿Qué significa estar sonando en radio comercial?
La radio masifica muchas cosas. Te da la oportunidad de que algo sin saber qué es, te guste. La radio cumple formas de mercadeo comercial o cultural y la música cumple esa lógica. No es una relación de fuerza sino una relación simbiótica. La radio se va a interesar por lo que la gente está escuchando por otros canales, así como los artistas se van a influenciar con lo que suena en la radio.
¿Qué trae El Veraneo de El Freaky?
La fiesta es una excusa para una canción y videoclip que estamos lanzando: Summernow, con Gyptian. Quisimos celebrarlo volviendo a fiestas que habíamos hecho, que duraban 12 horas, e invitar talento local y gente que está en cada uno de sus escenarios moviendo la fiesta. El verano es una actitud mental y queremos simular un puente en 12 horas.
Su invitación para este viernes...
Serán 12 horas de fiesta para disfrutar el verano. Va a ser el bautizo de nuestro video y es una fiesta muy familiar con la escena local, que es muy importante. Son seis años de mucha fiesta y muchos orgullos, el volver a tener una fiesta como la hacíamos hace mucho tiempo, producida totalmente por nosotros y con la propuesta de El Freaky. ¡Cambien el jueves de polas por el viernes, inviten al jefe y arranquen!
fgarcia@elespectador.com