El sabor de la salsa caleña llegó a Holanda
Más de cien personas vibraron con el sabor, el color y la alegría de un espectáculo de salsa por parte de cuatro bailarines del grupo ‘Ensálsate’ durante una gira que el grupo realiza por tres países.
María Alejandra Bejarano / Especial para El Espectador
Faltan cinco minutos para que comience el espectáculo. En la tarima del teatro-cabaret ‘Diligentia’ en la ciudad de La Haya, Holanda, se ve una pantalla gigante multicolor que dice: ‘Colombia, tierra de sabrosura’. Y ahí, el público, con miradas curiosas, espera ansioso a que la música suene. Aún no terminan de ubicarse en sus asientos cuando de pronto se oye una voz que dice: “Señoras y señores, con ustedes: ¡Ensálsate! un espectáculo de Cali para todo el mundo” se apagan las luces y la pantalla gigante multicolor se difumina. El espectáculo acaba de comenzar.
Entonces se escuchan las primeras notas de la canción ‘Conga’ de la cantante Gloria Estefan, cuando los bailarines Arnulfo Franco, Daniel Alejandro Pardo, Laura Quiñones y Kelly Yohana Mina, salen al escenario vestidos con trajes de colores brillantes. Aplauden con una actitud alegre, llena de energía, dispuestos a desbordar su talento, a mostrarle al público holandés y de diferentes países del mundo, por qué Colombia es el país del ritmo y la sabrosura. Por qué Cali es la sucursal del cielo, la capital mundial de la salsa y por qué nadie baila mejor salsa que un caleño.
Comenzaron a bailar en ‘Ensálsate’ hace dos, cuatro, cinco años. Una fundación que ofrece a más de 60 jóvenes de escasos recursos de Cali un espacio para que se formen y realicen profesionalmente en el campo de la danza. A los cuatro, les resulta imposible describir con palabras lo que para ellos significa el baile. Coinciden en que es la actividad donde despejan la mente, se olvidan de los problemas o de las angustias diarias. Es la actividad que les permite expresar sus sentimientos, disfrutar, sonreír y transmitir alegría.
La canción ‘Conga’ abre paso al ‘Mambo’, la temperatura sube y ‘Acúsate que te están velando’. Hay un par de vueltas más. Un par de acrobacias más. Las miradas curiosas del principio se transforman en rostros sonrientes de un público que ovaciona cada vez con más emoción y más fuerza. Lo hacen al ritmo de la música, siguiendo el compás del cha cha chá y el guaguancó. Resulta difícil no mover levemente la cabeza y los pies siguiendo el ritmo de la melodía de esas canciones que al oírlas te hacen sentir en una típica fiesta colombiana.
Caroline Klaver-Bouman, vicealcaldesa de la provincia de Wassenaar, fue una de las asistentes al evento y confiesa que es una verdadera fanática de Colombia. “Visité el país por primera vez hace 30 años” dice. “Me encanta su música. Sé cuánto les encanta bailar a los colombianos y sé lo bien que lo hacen, pero la presentación de ‘Ensálsate’ esta noche fue increíble. La velocidad de sus pies, la estabilidad de la parte superior de su cuerpo: elegante pero fuerte, con pasión, energía y determinación. Es un baile de gente orgullosa que quiere compartir su pasión. Yo disfruté de toda la presentación y espero que el grupo atraiga a mucha gente por todo el mundo”.
Suena la ‘Quimbara’, la velocidad aumenta aún más y sus pies se mueven a toda velocidad. Hay un par de acrobacias más y llega el turno del ‘sonido bestial’ de Richie Rey y Bobby Cruz. El público aplaude, los bailarines hacen una venia y es ahí cuando suenan las trompetas de la canción insignia del Grupo Niche: Cali pachanguero. Los cuatro bailarines invitan a bailar a los asistentes. En cuestión de segundos, la presentación se convierte en una colorida fiesta donde personas de México, Holanda, Eslovaquia y otras partes del mundo, se contagian de la alegría y el sabor de la cultura colombiana. Se dejan llevar por la música, por la emoción y permiten lo simple: que sus pies se muevan al son que dicta su cuerpo.
Ésta es la primera vez que el grupo de bailarines visita Holanda y su presentación de hoy no es casualidad. Están aquí en una gira por tres países gracias al programa de promoción cultural en el exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores. Comenzaron la gira el 20 de septiembre en Bélgica en el marco de la noche de puertas abiertas del mercado Matinal de Bruselas, evento en el que Colombia fue invitado de honor. Continuaron su gira con la presentación en Holanda y el próximo viernes, 27 de septiembre, se presentarán en el anfiteatro de la Universidad Kenyatta en Nairobi, Kenia.
La canción del Grupo Niche termina, el público baja del escenario y los bailarines se despiden con una venia. Salen del escenario, entonces el público se pone de pie y comienzan un aplauso fuerte y prolongado que sólo terminará unos minutos después, cuando los bailarines regresen al escenario y, emocionados, escuchen al público despedirlos bajo el unísono de: “Y dale, y dale, y dale Cali dale”. Los bailarines sonríen, aplauden y con una venia, se despiden de Holanda. Se van contentos, se van con la satisfacción del deber cumplido: el haber dejado en alto el nombre de Colombia, el de Cali y el de la salsa. Ahora se preparan para un viaje a Kenia, un nuevo espectáculo en Nairobi está por comenzar.
Faltan cinco minutos para que comience el espectáculo. En la tarima del teatro-cabaret ‘Diligentia’ en la ciudad de La Haya, Holanda, se ve una pantalla gigante multicolor que dice: ‘Colombia, tierra de sabrosura’. Y ahí, el público, con miradas curiosas, espera ansioso a que la música suene. Aún no terminan de ubicarse en sus asientos cuando de pronto se oye una voz que dice: “Señoras y señores, con ustedes: ¡Ensálsate! un espectáculo de Cali para todo el mundo” se apagan las luces y la pantalla gigante multicolor se difumina. El espectáculo acaba de comenzar.
Entonces se escuchan las primeras notas de la canción ‘Conga’ de la cantante Gloria Estefan, cuando los bailarines Arnulfo Franco, Daniel Alejandro Pardo, Laura Quiñones y Kelly Yohana Mina, salen al escenario vestidos con trajes de colores brillantes. Aplauden con una actitud alegre, llena de energía, dispuestos a desbordar su talento, a mostrarle al público holandés y de diferentes países del mundo, por qué Colombia es el país del ritmo y la sabrosura. Por qué Cali es la sucursal del cielo, la capital mundial de la salsa y por qué nadie baila mejor salsa que un caleño.
Comenzaron a bailar en ‘Ensálsate’ hace dos, cuatro, cinco años. Una fundación que ofrece a más de 60 jóvenes de escasos recursos de Cali un espacio para que se formen y realicen profesionalmente en el campo de la danza. A los cuatro, les resulta imposible describir con palabras lo que para ellos significa el baile. Coinciden en que es la actividad donde despejan la mente, se olvidan de los problemas o de las angustias diarias. Es la actividad que les permite expresar sus sentimientos, disfrutar, sonreír y transmitir alegría.
La canción ‘Conga’ abre paso al ‘Mambo’, la temperatura sube y ‘Acúsate que te están velando’. Hay un par de vueltas más. Un par de acrobacias más. Las miradas curiosas del principio se transforman en rostros sonrientes de un público que ovaciona cada vez con más emoción y más fuerza. Lo hacen al ritmo de la música, siguiendo el compás del cha cha chá y el guaguancó. Resulta difícil no mover levemente la cabeza y los pies siguiendo el ritmo de la melodía de esas canciones que al oírlas te hacen sentir en una típica fiesta colombiana.
Caroline Klaver-Bouman, vicealcaldesa de la provincia de Wassenaar, fue una de las asistentes al evento y confiesa que es una verdadera fanática de Colombia. “Visité el país por primera vez hace 30 años” dice. “Me encanta su música. Sé cuánto les encanta bailar a los colombianos y sé lo bien que lo hacen, pero la presentación de ‘Ensálsate’ esta noche fue increíble. La velocidad de sus pies, la estabilidad de la parte superior de su cuerpo: elegante pero fuerte, con pasión, energía y determinación. Es un baile de gente orgullosa que quiere compartir su pasión. Yo disfruté de toda la presentación y espero que el grupo atraiga a mucha gente por todo el mundo”.
Suena la ‘Quimbara’, la velocidad aumenta aún más y sus pies se mueven a toda velocidad. Hay un par de acrobacias más y llega el turno del ‘sonido bestial’ de Richie Rey y Bobby Cruz. El público aplaude, los bailarines hacen una venia y es ahí cuando suenan las trompetas de la canción insignia del Grupo Niche: Cali pachanguero. Los cuatro bailarines invitan a bailar a los asistentes. En cuestión de segundos, la presentación se convierte en una colorida fiesta donde personas de México, Holanda, Eslovaquia y otras partes del mundo, se contagian de la alegría y el sabor de la cultura colombiana. Se dejan llevar por la música, por la emoción y permiten lo simple: que sus pies se muevan al son que dicta su cuerpo.
Ésta es la primera vez que el grupo de bailarines visita Holanda y su presentación de hoy no es casualidad. Están aquí en una gira por tres países gracias al programa de promoción cultural en el exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores. Comenzaron la gira el 20 de septiembre en Bélgica en el marco de la noche de puertas abiertas del mercado Matinal de Bruselas, evento en el que Colombia fue invitado de honor. Continuaron su gira con la presentación en Holanda y el próximo viernes, 27 de septiembre, se presentarán en el anfiteatro de la Universidad Kenyatta en Nairobi, Kenia.
La canción del Grupo Niche termina, el público baja del escenario y los bailarines se despiden con una venia. Salen del escenario, entonces el público se pone de pie y comienzan un aplauso fuerte y prolongado que sólo terminará unos minutos después, cuando los bailarines regresen al escenario y, emocionados, escuchen al público despedirlos bajo el unísono de: “Y dale, y dale, y dale Cali dale”. Los bailarines sonríen, aplauden y con una venia, se despiden de Holanda. Se van contentos, se van con la satisfacción del deber cumplido: el haber dejado en alto el nombre de Colombia, el de Cali y el de la salsa. Ahora se preparan para un viaje a Kenia, un nuevo espectáculo en Nairobi está por comenzar.