Festival Cordillera, el encuentro de los sonidos latinoamericanos
La primera edición del evento se realizó el pasado 24 y 25 de septiembre en el parque Simón Bolívar, y trajo a Bogotá lo mejor de los sonidos del continente.
Daniela Suárez Zuluaga
El parque Simón Bolívar, ubicado en el centro geográfico de Bogotá, se vistió con los colores y sonidos más emblemáticos de nuestro territorio, convirtiéndose en el escenario de la primera edición del Festival Cordillera, un evento donde se juntaron los ritmos latinoamericanos con sus mayores leyendas, y donde los himnos de generaciones de fanáticos resonaron por todo el continente.
Maná, Caifanes, Los Fabulosos Cadillacs, Zoé, Café Tacvba, Draco Rosa, Julieta Venegas, Los Auténticos Decadentes, Molotov, Mon Laferte, Babasónicos, Toto La Momposina, No Te Va Gustar, The Wailers, Piero, La Etnnia, entre otros, fueron los artistas que ocuparon los escenarios Aconcagua, Cotopaxi Cocuy y Bosque electrónico el pasado 24 y 25 de septiembre, un fin de semana que quedó guardado en la memoria de los asistentes por haber presenciado el talento de nuestro continente unido en una sola voz.
El clima fue perfecto los dos días, y aunque al principio algunos escenarios presentaban fallas de sonido, el ánimo de la gente hacía que cada mínimo problema desapareciera en cuestión de minutos. El espacio era parecido a un Estéreo Picnic, pero más pequeño… La zona de emprendimientos perfectamente decorada, con las luces típicas de una feria, la zona de comidas muy variada y, lo que más gustó sobre este lugar: la cercanía entre un escenario y otro hicieron que todo fuera más fácil.
Muchas personas pensaron que la ubicación del Festival Cordillera sería un problema, pero demostró todo lo contrario, evidenciando el potencial del parque Simón Bolívar para albergar eventos de esta magnitud en un futuro, pues su ubicación, aunque genera molestias en el tráfico capitalino, es muy central y cómoda para muchos.
La despedida de Totó
Una última gran fiesta con sabor caribeño dijo adiós este sábado a la reina del folclor colombiano, Totó La Momposina, que se baja de los escenarios, pero se sube al olimpo después de reivindicar y luchar durante décadas para volver a poner la música y cultura del Caribe en lo más alto.
Ante una entusiasta multitud consciente del trascendental momento, Totó se subió por última vez en un escenario en el Festival Cordillera para repasar los éxitos de su carrera y demostrar que, a pesar de sus 86 años, le quedan ganas de bailar para rato.
La piragua fue la primera canción en la que la artista se levantó a bailar, para emoción de un público que comenzó a moverse al ritmo de la música caribeña colombiana y a cantar las letras que conocen de toda la vida.
“Totó, Totó, Totó”, gritaron los espectadores y aplaudieron a la cantante, a quien no se le borró la sonrisa en ningún momento del espectáculo.
Unidos por el medio ambiente
Más allá de ser un evento que hizo historia en Colombia, al ser el lugar donde se revivió la esencia y el orgullo latinos, se buscaba que el Festival fuera recordado como un espacio comprometido con el medio ambiente y que las prácticas ecológicas en eventos masivos como este sean replicadas en todo el continente y en el mundo.
“Quisimos que una de las verticales del festival y de las cosas más importantes no solo fuera la música, sino también el tema ambiental. Por primera vez en Colombia un festival está haciendo medición de huella de carbono y esperamos poder compensar la totalidad de la huella. La forma en la que lo vamos a hacer es justamente a través de cada transacción que se hace al festival: por cada una se está sembrando un árbol en nombre del comprador”, explicó Laura Vásquez, vocera medioambiental del festival.
Las cifras
El primer día del evento, casi 35 mil personas asistieron al encuentro legendario de sonidos latinoamericanos con Maná, Café Tacvba, Julieta Venegas, Zoé y más. En total, juntando los dos días del evento, el Festival Cordillera recibió alrededor de 60.000 personas en su primera edición, un gran logro.
“Siento que logramos establecer un cartel sin precedentes, teniendo en cuenta que esta era la primera vez que lo realizábamos festival. Varios comentarios estuvieron dirigidos hacia los artistas que se habían conseguido y, con sorpresa, cómo se había logrado en un festival tan nuevo”, comentó Siegenthaler, quien añadió que también será un gran reto “cumplir con una programación como la que tuvimos este año con Cordillera”, comentó Philippe Siegenthaler, quien se encarga de la agenda de conciertos de Páramo Presenta.
El parque Simón Bolívar, ubicado en el centro geográfico de Bogotá, se vistió con los colores y sonidos más emblemáticos de nuestro territorio, convirtiéndose en el escenario de la primera edición del Festival Cordillera, un evento donde se juntaron los ritmos latinoamericanos con sus mayores leyendas, y donde los himnos de generaciones de fanáticos resonaron por todo el continente.
Maná, Caifanes, Los Fabulosos Cadillacs, Zoé, Café Tacvba, Draco Rosa, Julieta Venegas, Los Auténticos Decadentes, Molotov, Mon Laferte, Babasónicos, Toto La Momposina, No Te Va Gustar, The Wailers, Piero, La Etnnia, entre otros, fueron los artistas que ocuparon los escenarios Aconcagua, Cotopaxi Cocuy y Bosque electrónico el pasado 24 y 25 de septiembre, un fin de semana que quedó guardado en la memoria de los asistentes por haber presenciado el talento de nuestro continente unido en una sola voz.
El clima fue perfecto los dos días, y aunque al principio algunos escenarios presentaban fallas de sonido, el ánimo de la gente hacía que cada mínimo problema desapareciera en cuestión de minutos. El espacio era parecido a un Estéreo Picnic, pero más pequeño… La zona de emprendimientos perfectamente decorada, con las luces típicas de una feria, la zona de comidas muy variada y, lo que más gustó sobre este lugar: la cercanía entre un escenario y otro hicieron que todo fuera más fácil.
Muchas personas pensaron que la ubicación del Festival Cordillera sería un problema, pero demostró todo lo contrario, evidenciando el potencial del parque Simón Bolívar para albergar eventos de esta magnitud en un futuro, pues su ubicación, aunque genera molestias en el tráfico capitalino, es muy central y cómoda para muchos.
La despedida de Totó
Una última gran fiesta con sabor caribeño dijo adiós este sábado a la reina del folclor colombiano, Totó La Momposina, que se baja de los escenarios, pero se sube al olimpo después de reivindicar y luchar durante décadas para volver a poner la música y cultura del Caribe en lo más alto.
Ante una entusiasta multitud consciente del trascendental momento, Totó se subió por última vez en un escenario en el Festival Cordillera para repasar los éxitos de su carrera y demostrar que, a pesar de sus 86 años, le quedan ganas de bailar para rato.
La piragua fue la primera canción en la que la artista se levantó a bailar, para emoción de un público que comenzó a moverse al ritmo de la música caribeña colombiana y a cantar las letras que conocen de toda la vida.
“Totó, Totó, Totó”, gritaron los espectadores y aplaudieron a la cantante, a quien no se le borró la sonrisa en ningún momento del espectáculo.
Unidos por el medio ambiente
Más allá de ser un evento que hizo historia en Colombia, al ser el lugar donde se revivió la esencia y el orgullo latinos, se buscaba que el Festival fuera recordado como un espacio comprometido con el medio ambiente y que las prácticas ecológicas en eventos masivos como este sean replicadas en todo el continente y en el mundo.
“Quisimos que una de las verticales del festival y de las cosas más importantes no solo fuera la música, sino también el tema ambiental. Por primera vez en Colombia un festival está haciendo medición de huella de carbono y esperamos poder compensar la totalidad de la huella. La forma en la que lo vamos a hacer es justamente a través de cada transacción que se hace al festival: por cada una se está sembrando un árbol en nombre del comprador”, explicó Laura Vásquez, vocera medioambiental del festival.
Las cifras
El primer día del evento, casi 35 mil personas asistieron al encuentro legendario de sonidos latinoamericanos con Maná, Café Tacvba, Julieta Venegas, Zoé y más. En total, juntando los dos días del evento, el Festival Cordillera recibió alrededor de 60.000 personas en su primera edición, un gran logro.
“Siento que logramos establecer un cartel sin precedentes, teniendo en cuenta que esta era la primera vez que lo realizábamos festival. Varios comentarios estuvieron dirigidos hacia los artistas que se habían conseguido y, con sorpresa, cómo se había logrado en un festival tan nuevo”, comentó Siegenthaler, quien añadió que también será un gran reto “cumplir con una programación como la que tuvimos este año con Cordillera”, comentó Philippe Siegenthaler, quien se encarga de la agenda de conciertos de Páramo Presenta.