Festival de Fuego, puro talento femenino

“A las mujeres no les creen, así que esfuérzate más”; “no te confíes de otras mujeres, porque pueden hacerte daño”, “¡ella es tu competencia!”. Estas frases son algunas de las muchas que escuchamos desde pequeñas en nuestra sociedad. Sin darnos cuenta, estas falsas creencias con las que, quizá, buscan protegernos se van instaurando en nuestro inconsciente, dejando una herida que nos paraliza y que, poco a poco, limita nuestro acto divino de crear. El Colectivo de Fuego, grupo de cantautoras colombianas independientes, llegó a mi vida este año para sanar esta y otras heridas y se ha convertido en la reivindicación como mujer que no sabía que necesitaba.

“A las mujeres no les creen, así que esfuérzate más”; “no te confíes de otras mujeres, porque pueden hacerte daño”, “¡ella es tu competencia!”. Estas frases son algunas de las muchas que escuchamos desde pequeñas en nuestra sociedad. Sin darnos cuenta, estas falsas creencias con las que, quizá, buscan protegernos se van instaurando en nuestro inconsciente, dejando una herida que nos paraliza y que, poco a poco, limita nuestro acto divino de crear. El Colectivo de Fuego, grupo de cantautoras colombianas independientes, llegó a mi vida este año para sanar esta y otras heridas y se ha convertido en la reivindicación como mujer que no sabía que necesitaba.

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El Colectivo de Fuego nació en marzo de este año con la invitación de la artista Lunalé a reversionar su canción que lleva el mismo nombre, y fue así como ocho talentosas artistas que admiro: Brina Quoya, Lunalé, María Cristina Plata, Natalia Medina, Nicole Ocampo, Paula van Hissenhoven, Pilar Cabrera, Sabi Satizábal y yo, María McCausland, nos juntamos, muchas sin conocernos, para grabar en el estudio Venado Azul, de Santiago Prieto, integrante de Monsieur Periné, esta canción que busca reivindicar los derechos de nosotras, las mujeres. Ese día empezamos a grabar, en vivo y en bloque, a las cinco de la tarde y, doce horas después, salimos del estudio ya no como desconocidas, sino como un tejido de mujeres artistas y hermanas.

Desde entonces, hemos roto algunas de las creencias limitantes que nos aprisionan y juntas hemos construido una realidad de infinitas posibilidades. Juliana Velásquez, recién ganadora del Grammy Latino a Mejor nuevo artista, se sumó al proyecto musical como invitada especial del tema, y Amazon Music hizo de la canción el primer Amazon Original de Colombia.

A finales de marzo nos invitaron como colectivo a abrir el concierto de Aterciopelados en Bogotá, en donde compartimos nuestros micrófonos con la inigualable Andrea Echeverri, y semanas después cantamos con la mexicana Vivir Quintana en el Teatro Colsubsidio.

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En mayo fuimos invitadas a ser el show de apertura de los Premios Nuestra Tierra y hoy se suma a esta lista de aventuras la primera edición del Festival de Fuego: enciende la música, un espacio que creamos con mucho amor para visibilizar a más mujeres en el arte y la música de nuestro país.

El encuentro se llevará a cabo el sábado 26 de noviembre en el Estudio de la Piña en Bogotá, de 2 p.m. a 11:30 p.m., y tendrá tres ejes de actividades lideradas por mujeres colombianas: conciertos, conversatorios y un mercado para emprendimientos locales.

Serán ocho conciertos, cartel próximo a ser anunciado, cuyas propuestas varían entre el folclor, la música de cantautora y el pop alternativo, entre otros géneros que harán del festival uno para todos los gustos. Cabe resaltar que uno de los conciertos estará a cargo de una artista emergente, elegida por las integrantes del colectivo a través de una convocatoria abierta realizada por redes sociales.

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Los conversatorios estarán a cargo de mujeres líderes de la industria musical nacional que, desde sus áreas de experticia, brindarán un conocimiento valioso a quienes asistan; y el mercado estará compuesto por marcas locales y sostenibles creadas por mujeres.

Para seguir conectadas con la visión por la cual fue creado el colectivo, un porcentaje de las ganancias de boletería del festival estará destinado como donación a una fundación o escuela de música que apunte a la transformación de mujeres, niñas y adolescentes mediante el arte para así seguir multiplicando el mensaje De Fuego.

Con este espacio, producido de manera independiente, buscamos pasarnos el micrófono entre mujeres para que cada vez seamos más las escuchadas y compartir la enseñanza más grande que nos ha dejado este año: cuando un grupo de mujeres se reúne para crear ocurre magia.

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Mientras que escribo esta invitación para que nos acompañen, me invade una gratificante sensación al recordar cómo empezó todo y ver hasta dónde hemos llegado como artistas independientes trabajando en equipo. Después de atravesar una profunda incertidumbre con la pandemia y navegar las turbulentas aguas de un país cansado por la violencia, proyectos como este me devuelven la esperanza en el poder transformador de la colectividad.

Esperamos que nos acompañen en esta siguiente parada de nuestra aventura musical para que juntos sigamos apostándole al arte, la música y la reunión como las claves para sanar las golpeadas raíces de nuestro tejido social.