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Las cinco mujeres que pasaron a la final, entregaron lo mejor de su repertorio, pero quien dio una cátedra de tocar bien su acordeón fue Sara Arango, quien había insistido en varias ocasiones en busca del primer lugar como la reina mayor de esa categoría. Su triunfo fue inobjetable y demuestra una vez más, que ellas tienen la capacidad y el talento para medirsele a los hombres en cada uba de sus categorías.
Por otro lado, no podía faltar el verso picante que exalta la píqueria legendaria que nació en el mismo instante en que Francisco Moscote Guerra ‘Francisco el hombre’ derrotó al diablo convertido en acordeoneros, con unas décimas que los negros trabajadores en la consecución de las perlas en el mar Caribe habían construido en protesta al maltrato que recibían y que la iglesia terminó declarando como una herejía.
Las mujeres anoche, protagonizaron una sensación que eleva la grandeza de la música vallenata que entre paseo, sones, merengues y puyas, demostraron que a ellas, nada les queda imposible, en donde su presentación fue cubierta como regalo especial, por los versos de los repentistas vallenatos.
*Escritor, Periodista, compositor, productor musical y gestor cultural para que el vallenato tenga una Categoría dentro del Premio Grammy Latino.