Festival Vallenato 2020: un balance con buen ritmo virtual
Para el experto y divulgador vallenato Jorge Naín Ruiz, quien comentó en vivo el festival, las eliminatorias previas de manera virtual ayudaron a consolidar la calidad del evento.
Fundación Color de Colombia
El columnista musical de El Pilón, de Valledupar, y autor de la biografía del compositor Julio Erazo Cuevas, premio Vida y Obra de Mincultura en 2018, convocó un grupo de seis vallenatólogos para comentar el inédito Festival sin las tradicionales barras que animan a los concursantes. (Le puede interesar: Festival de la Leyenda Vallenata 2020 tiene reina y dos reyes)
“Sin duda, algunos participantes se crecen con el apoyo de las barras y sacan su casta cuando hay una masiva afluencia de público, que en esta oportunidad no pudo ser”, dice.
¿Hubo coincidencia de los conocedores con los jurados en los resultados?
En términos generales, los conocedores y expertos vallenatólogos estuvieron de acuerdo con el jurado, especialmente en los concursos de Acordeón profesional y Canción inédita.
Pienso que la presentación del Rey de acordeoneros profesionales, Manuel Vega, efectuó una presentación en la final impecable y cubriendo todos los cánones que demandan los reglamentos.
El acompañamiento del ganador fue determinante. Tanto cajero como guacharaquero son de los más expertos y profesionales en la materia y con ello ese trío demostró que la experiencia no se improvisa.
Los expertos Antonio Daza Orozco, Alfonso Cortés Marroquín, Marlon Rafael Escalona, Heiner Ayala Prados, German Villa Acosta y Arminio Mestra Osorio coincidieron en casi la totalidad de los resultados, y el público en Youtube fue testigo.
¿Algún “palo” a juicio del público?
En las categorías de Acordeoneras mayores, Piqueria y Acordeón aficionado se pudo observar en las redes sociales un poco más de diversidad en opiniones, pero no creo que se pueda hablar de “palo” porque los participantes que pasaron a la final todos eran merecedores de triunfo.
Sin embargo, donde hubo más polémica o discusión fue en la categoría de Acordeoneras mayores, ya que una situación extra-competencia hizo que buena parte del público virtual se inclinara por la participante Nataly Patiño Amaris, a quien en pleno Festival le falleció la mamá y aun en esa circunstancia adversa continuó participando.
¿Deja o consagra este Festival músicos para la escena vallenata permanente o, tal vez, para la leyenda?
Sin duda, el abanico de prospectos para el folclor vallenato se amplía cada día más. Este año se ratificó que tenemos vallenato para varios siglos. La juventud irrumpe en este género de una manera contundente.
Y lo más bonito de todo esto es la camada de buenos intérpretes de otras regiones como Boyacá, Cundinamarca y los Santanderes. Los festivales que hacen estos departamentos han dado frutos importantes.
Si el próximo Festival se hace en las fechas acostumbradas, ¿seis meses de distancia entre uno y otro festival no saturarán?
No creo que haya saturación si el festival presencial se realiza en seis meses. Respecto a los participantes, estos están aún más motivados y solo esperan poder ser aplaudidos por su público.
Y en cuanto a la fanaticada, creo que más bien se encuentra ansiosa de volver a escuchar y disfrutar de los acordeones presencialmente, ya que por primera vez cumplirían 2 años a palo seco.
Cuando se vuelva a hacer el Festival presencial, ¿qué recomendaría seguir haciendo de lo que se hizo en el Festival virtual?
Lo que se debe continuar del festival virtual, que a mi juicio más bien se le debe llamar semi-presencial, son las trasmisiones por streaming en páginas web y redes sociales y totalmente gratuitas para que el mundo pueda apreciar nuestra música.
Los jurados deben permanecer separados entre sí, incluso mucho más de lo que estaban en esta oportunidad; eso hace que la calificación sea más en conciencia.
Y, bueno, ojalá los medios de comunicación masivos transmitan por sus páginas web la próxima versión, sea esta virtual o presencial y ojalá con comentaristas expertos.
El columnista musical de El Pilón, de Valledupar, y autor de la biografía del compositor Julio Erazo Cuevas, premio Vida y Obra de Mincultura en 2018, convocó un grupo de seis vallenatólogos para comentar el inédito Festival sin las tradicionales barras que animan a los concursantes. (Le puede interesar: Festival de la Leyenda Vallenata 2020 tiene reina y dos reyes)
“Sin duda, algunos participantes se crecen con el apoyo de las barras y sacan su casta cuando hay una masiva afluencia de público, que en esta oportunidad no pudo ser”, dice.
¿Hubo coincidencia de los conocedores con los jurados en los resultados?
En términos generales, los conocedores y expertos vallenatólogos estuvieron de acuerdo con el jurado, especialmente en los concursos de Acordeón profesional y Canción inédita.
Pienso que la presentación del Rey de acordeoneros profesionales, Manuel Vega, efectuó una presentación en la final impecable y cubriendo todos los cánones que demandan los reglamentos.
El acompañamiento del ganador fue determinante. Tanto cajero como guacharaquero son de los más expertos y profesionales en la materia y con ello ese trío demostró que la experiencia no se improvisa.
Los expertos Antonio Daza Orozco, Alfonso Cortés Marroquín, Marlon Rafael Escalona, Heiner Ayala Prados, German Villa Acosta y Arminio Mestra Osorio coincidieron en casi la totalidad de los resultados, y el público en Youtube fue testigo.
¿Algún “palo” a juicio del público?
En las categorías de Acordeoneras mayores, Piqueria y Acordeón aficionado se pudo observar en las redes sociales un poco más de diversidad en opiniones, pero no creo que se pueda hablar de “palo” porque los participantes que pasaron a la final todos eran merecedores de triunfo.
Sin embargo, donde hubo más polémica o discusión fue en la categoría de Acordeoneras mayores, ya que una situación extra-competencia hizo que buena parte del público virtual se inclinara por la participante Nataly Patiño Amaris, a quien en pleno Festival le falleció la mamá y aun en esa circunstancia adversa continuó participando.
¿Deja o consagra este Festival músicos para la escena vallenata permanente o, tal vez, para la leyenda?
Sin duda, el abanico de prospectos para el folclor vallenato se amplía cada día más. Este año se ratificó que tenemos vallenato para varios siglos. La juventud irrumpe en este género de una manera contundente.
Y lo más bonito de todo esto es la camada de buenos intérpretes de otras regiones como Boyacá, Cundinamarca y los Santanderes. Los festivales que hacen estos departamentos han dado frutos importantes.
Si el próximo Festival se hace en las fechas acostumbradas, ¿seis meses de distancia entre uno y otro festival no saturarán?
No creo que haya saturación si el festival presencial se realiza en seis meses. Respecto a los participantes, estos están aún más motivados y solo esperan poder ser aplaudidos por su público.
Y en cuanto a la fanaticada, creo que más bien se encuentra ansiosa de volver a escuchar y disfrutar de los acordeones presencialmente, ya que por primera vez cumplirían 2 años a palo seco.
Cuando se vuelva a hacer el Festival presencial, ¿qué recomendaría seguir haciendo de lo que se hizo en el Festival virtual?
Lo que se debe continuar del festival virtual, que a mi juicio más bien se le debe llamar semi-presencial, son las trasmisiones por streaming en páginas web y redes sociales y totalmente gratuitas para que el mundo pueda apreciar nuestra música.
Los jurados deben permanecer separados entre sí, incluso mucho más de lo que estaban en esta oportunidad; eso hace que la calificación sea más en conciencia.
Y, bueno, ojalá los medios de comunicación masivos transmitan por sus páginas web la próxima versión, sea esta virtual o presencial y ojalá con comentaristas expertos.