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Gaiteros de Pueblo Santo: herencias de indios y negros

Dos de los integrantes de la agrupación barranquillera Los Gaiteros de Pueblo Santo, Marlon Peroza, director; y Edinson Rodríguez, percusionista; estuvieron conversando en Cuarentena Musical Pacífico y Caribe con el jefe musical de Radio Nacional de Colombia, Jaime Monsalve, y el escritor del Caribe David Lara, hablando sobre la construcción de la música de su agrupación y sus más importantes referentes.

Michelle Serna Esquivel
29 de noviembre de 2020 - 12:34 a. m.
Los Gaiteros de Pueblo Santo tienen el álbum "Historias Cantadas", este reúne 15 canciones inéditas de los últimos 10 años.
Los Gaiteros de Pueblo Santo tienen el álbum "Historias Cantadas", este reúne 15 canciones inéditas de los últimos 10 años.
Foto: Cortesía Gaiteros de Pueblo Santo
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Los Gaiteros de Pueblo Santo mantienen gran aproximación a la música tradicional de gaita con algunas variaciones. Marlon asegura que más allá de la formación académica musical o la influencia de cualquier género externo, su agrupación ha decidido dedicarse a este género tradicional principalmente porque se conecta a lo sensorial y al arraigo genético, razón por la cual “hace que verdaderamente te sientas identificado”.

Edison Rodríguez y Marlon Peroza fueron enfáticos en la importancia del aporte de la influencia negra para su agrupación. En ambos casos, sus mayores referentes musicales son exponentes afro de este género. (Le recomendamos: Miley Cyrus regresa a la música con su disco “Plastic Hearts”).

Hablando de la “gaita negra” un estilo con la influencia estética e interpretativa del afro con referentes como Jesús María Sayas, Paíto, y Miguel Cassiani, Marlon Peroza asegura que “le dio ese color distinto al tipo de interpretación a un fraseo melódico con más fuerza, a diferencia del indio de los Montes de María, que es un poco más pausado”.

En el caso de Edison, su mayor referente es Santiago Chiquillo Alcázar. Desde los 12 años, edad en la que aprendió a tocar la tambora, pensaba que los tamboleros o percusionistas del género eran solo indios, pero luego advierte que no era así. Otro de sus referentes es Encarnación Tovar, ‘El Diablo’, también negro.

Por su parte, Marlon, a pesar de asegurar que su estilo es más indio, su mayor referente está ligado a la escuela del también negro, Jesús María Sayas. Justamente de esta mixtura nace el estilo de Los Gaiteros de Pueblo Santo, de la reinterpretación de los sonidos ancestrales y una mezcla de las diferentes sonoridades del género en cada región.

“Los referentes nos ayudaron a mezclar, modificar y acondicionar todos esos estilos para que calzaran, siendo el mío afro y el de Marlon más indio. Hicimos una mixtura, un empalme para que todo engranara sin que se afectara. Así adquirimos nuestro estilo”, afirmó Edinson Rodríguez.

Marlon explicó que si bien la gaita es un instrumento milenario, su estructuración es reciente y que, por ejemplo, fue Manuel Zapata Olivella quien tuvo que ver con el hecho de que Catalino Parra incluyera la tambora al formato de gaita, y Toño Fernández uno de los pioneros en incluir la voz.

Cuando Marlon se introdujo a estudiar el género pensaba que la gaita era un instrumento de la Sierra Nevada de Santa Marta y de los Montes de María, ignorando varios referentes disponibles en el Atlántico.

Uno de esos, en Tubará. Cuenta que se encontraron con Evaristo Mendoza, de casi 100 años de edad, quien al igual que todos sus hermanos, es gaitero. “Nos dijo que aprendió a tocar la gaita desde los 12 años y que fue un tío quien le enseñó, y a su vez a este le enseñó su padre. Es decir, estamos hablando de una herencia de más de 100 años sembrados y enraizados en el Atlántico”, comentó Marlon.

Es así, no solo con este caso, que descubren que en su región efectivamente sí se ha desarrollado y sí hay un estilo particular de gaita, “un estilo muy de la imitación de la emulación de los pájaros, de la naturaleza”. Por esto, Marlon asegura que todo lo que conocemos ahora como música de gaitas no es más que “la trietnia dándose azote en esta mezcla de mucho sabor”.

Respecto a su álbum “Historias Cantadas”, este reúne 15 canciones inéditas de los últimos 10 años de trayectoria de banda. Marlon cuenta que cuando aprendió a tocar la gaita le pasaba seguido que tocaba una canción y la olvida en cierto punto y “para no quedar mal me inventaba el resto y terminaba tocando una nueva versión. Así fue como se fue cuajando mi capacidad de crear nueva música”.

Marlon compuso la canción “Pueblo Santo”, que cuenta la historia de un pueblo en el que cada vez que se tocan las gaitas y los tambores, Dios le da permiso a los muertos para que se mezclen con los vivos. “Empecé a buscar la conexión con otros personajes de ese pequeño mundo que se fue expandiendo. El resultado fue que todas las canciones terminaron teniendo una conexión con Pueblo Santo, un lugar imaginario”. (Le puede interesar: Miley Cyrus regresa a la música con su disco “Plastic Hearts”).

Este universo fue resultado del deseo de que la gente escuchara todas las canciones. El álbum de la agrupación nace de una cuidadosa selección de canciones para que este creara un hilo conductor que conectara las canciones desde el primer track hasta el último. “Quería que la gente tuviera la obligación de escuchar todo el disco para saber lo que va a pasar después. Entre otras cosas, es una historia cíclica porque cuando llegas al final te das cuenta de que básicamente es el inicio de la historia”.

Los Gaiteros de Pueblo Santo tienen un trabajo discográfico realizado con el maestro Evaristo Mendoza, y solo les falta prensarlo. “Sentimos que el maestro merece tenerlo en sus manos antes que ya no esté, y obviamente que se lleve todos los halagos y beneficios que eso implica. Estamos en la construcción y búsqueda de recursos para prensarlo y lograr hacerle ese homenaje”, afirmó Peroza.

Finalmente, compartieron que en dos semanas iniciarán la grabación de un nuevo sencillo llamado “Manuela”. Esta será una canción que abordará el tema del respeto por la diversidad de género pues “la música de gaita es una comunidad muy machista y es muy necesaria una canción así. Esperamos llevar ese mensaje de respeto a toda la comunidad”, concluyó Marlon.

*De Fundación Color de Colombia para El Espectador

Por Michelle Serna Esquivel

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