Guns N’ Roses, el segundo “round” en El Campín
La banda estadounidense regresa a la capital 30 años después de su atropellada primera presentación en 1992, y no con una, sino con dos fechas que prometen hacer que los asistentes se devuelvan a una de las mejores épocas del rock.
Daniela Suárez Zuluaga
La historia de los Guns N’ Roses en Colombia no empieza hoy, sino 30 años atrás. Fanatismo, desorden público y una pésima organización protagonizaron aquel concierto de la banda en El Campín en noviembre de 1992. Para ese momento, traerlos a tierras colombianas era algo muy poco probable, pero la célebre historia de que Julio Correal contó hace un tiempo atrás corrobora que, aunque no fue fácil hacerlo realidad, tampoco fue imposible.
Eran épocas distintas, y los Guns venían de presentarse en escenarios gigantes en países más avanzados, a un país con un contexto social bastante complejo con la problemática de la violencia y las drogas en pleno furor… además, la infraestructura para un concierto de ese tamaño en El Campín sería uno de los retos más grandes de abordar, y Correal, junto con Felipe Santos, Armín Torres y Ricardo Pava, lo tenían claro. No importó el riesgo, pues ellos finalmente habían logrado lo que hasta el momento era una utopía.
Desde el principio, todo mal
Puede llegar a pensarse que el universo estaba conspirando en contra del concierto, porque siempre aparecía un problema diferente. Los organizadores del tan esperado evento nunca pensaron que en Venezuela habría un golpe de Estado… el presidente de ese momento, Carlos Andrés Pérez, mandó cerrar los aeropuertos y todo el sonido de los Guns quedó atrapado allí, no había posibilidad de que se presentaran así en Colombia. Eso afectaría por completo los planes del evento con dos fechas confirmadas, y Correal, Santos y Pava se vieron obligados a cancelar la primera fecha, pactada para el 27 de noviembre del 92, perdiendo miles y miles de dólares.
Todo había empezado mal… el concierto cambió la fecha al domingo 29 de noviembre y las personas que habían viajado desde diferentes ciudades del país para la primera fecha de los Guns perdieron su dinero, al igual que todos los demás. Ante todo pronóstico, por fin la banda llegó a Bogotá en su avión privado, y el aeropuerto El Dorado estaba en un colapso total. Miles de personas se amontonaron para recibirlos y no hubo ningún tipo de control ante el desorden.
Una noche inolvidable
La anécdota del techo que Correal cuenta en el famoso video que se hizo viral también fue uno de los contratiempos más graves en toda la organización del concierto. En Colombia no había techo que protegiera los equipos y a los mismos artistas en caso de lluvia, así que lo mandaron a traer desde Miami, pero tan solo unas horas antes del concierto el famoso techo se derrumbó sobre la tarima, echando a perder las luces. Sin techo y sin luces, pero con la ilusión de que los Guns N’ Roses se pararan en el escenario a cantar sus grandes éxitos.
Pese a todo, llegó el momento. La euforia, tanto dentro del estadio como fuera de él, era incontrolable… disturbios, incendios y descontrol protagonizaban el panorama de la ciudad al ritmo de Welcome to the Jungle. Para completar la racha de desgracias, el clima estaba terrible… pero aun así Axl y su banda se subieron al escenario (sin techo) en medio de una lluvia que amenazaba con incrementarse cada vez más. La gente eufórica ignoró por completo la lluvia, pero para la banda significaba un riesgo absoluto. Fueron solo 70 minutos de concierto, pues los Guns terminaron abandonando el escenario por las condiciones climáticas, y tal como recuerda Correal… se fueron sin cantar Sweet Child O’ Mine.
Treinta años después…
Muchas cosas han pasado con la banda desde aquel caótico 29 de noviembre de 1992, cuando estaban girando y cantando los éxitos de sus discos Use Your Illusion y Use Your Illusion II, que incluían hits mundiales como Live and Let Die, Knockin’ on Heaven’s Door, Civil War, Don’t Cry, entre otros.
En ese momento, los Guns estaban en su punto más alto de éxito y fama, luego de su formación a mediados de los 80 y álbumes como Live ?*! Like a Suicide, Apetite for Destruction y G N’ R Lies eran un referente clave para el rock a nivel mundial y, a su vez, un blanco de polémicas por sus excesos. En 1991, el baterista de la banda Seven Alder fue expulsado por problemas de adicción a las drogas, y en 1994 el éxito del grupo comenzó a decaer.
El declive y el renacimiento
Los problemas internos entre los integrantes empezaron a crecer, hasta que finalmente Slash, Matt Sorum y Duff McKagan abandonaron la banda, y quedó Axl como único miembro original. Para el álbum Chinese Democracy la banda ya contaba con nuevos integrantes y su esencia cambió, tanto así, que este álbum se demoró años enteros en salir y no fue tan bien recibido por la crítica. Los fans decían que su música ya no era metal industrial, sino más bien una especie de hard rock, algo que no se esperaban, y, al parecer, no les gustó.
Los 2000 no fueron tan buenos con la banda, pero en 2016 Slash y Duff McKagan regresaron y la esencia de los Guns volvió a nacer… la gira Not in This Lifetime... Tour los trajo de vuelta a Colombia y se presentaron en Medellín. Su segundo encuentro con el país fue mucho más ameno que el primero, y aunque no vinieron a Bogotá, este martes y miércoles se cumplirá el deseo de miles de fans que los verán de nuevo en el estadio El Campín, tres décadas después, pero como si fuese la primera vez.
La historia de los Guns N’ Roses en Colombia no empieza hoy, sino 30 años atrás. Fanatismo, desorden público y una pésima organización protagonizaron aquel concierto de la banda en El Campín en noviembre de 1992. Para ese momento, traerlos a tierras colombianas era algo muy poco probable, pero la célebre historia de que Julio Correal contó hace un tiempo atrás corrobora que, aunque no fue fácil hacerlo realidad, tampoco fue imposible.
Eran épocas distintas, y los Guns venían de presentarse en escenarios gigantes en países más avanzados, a un país con un contexto social bastante complejo con la problemática de la violencia y las drogas en pleno furor… además, la infraestructura para un concierto de ese tamaño en El Campín sería uno de los retos más grandes de abordar, y Correal, junto con Felipe Santos, Armín Torres y Ricardo Pava, lo tenían claro. No importó el riesgo, pues ellos finalmente habían logrado lo que hasta el momento era una utopía.
Desde el principio, todo mal
Puede llegar a pensarse que el universo estaba conspirando en contra del concierto, porque siempre aparecía un problema diferente. Los organizadores del tan esperado evento nunca pensaron que en Venezuela habría un golpe de Estado… el presidente de ese momento, Carlos Andrés Pérez, mandó cerrar los aeropuertos y todo el sonido de los Guns quedó atrapado allí, no había posibilidad de que se presentaran así en Colombia. Eso afectaría por completo los planes del evento con dos fechas confirmadas, y Correal, Santos y Pava se vieron obligados a cancelar la primera fecha, pactada para el 27 de noviembre del 92, perdiendo miles y miles de dólares.
Todo había empezado mal… el concierto cambió la fecha al domingo 29 de noviembre y las personas que habían viajado desde diferentes ciudades del país para la primera fecha de los Guns perdieron su dinero, al igual que todos los demás. Ante todo pronóstico, por fin la banda llegó a Bogotá en su avión privado, y el aeropuerto El Dorado estaba en un colapso total. Miles de personas se amontonaron para recibirlos y no hubo ningún tipo de control ante el desorden.
Una noche inolvidable
La anécdota del techo que Correal cuenta en el famoso video que se hizo viral también fue uno de los contratiempos más graves en toda la organización del concierto. En Colombia no había techo que protegiera los equipos y a los mismos artistas en caso de lluvia, así que lo mandaron a traer desde Miami, pero tan solo unas horas antes del concierto el famoso techo se derrumbó sobre la tarima, echando a perder las luces. Sin techo y sin luces, pero con la ilusión de que los Guns N’ Roses se pararan en el escenario a cantar sus grandes éxitos.
Pese a todo, llegó el momento. La euforia, tanto dentro del estadio como fuera de él, era incontrolable… disturbios, incendios y descontrol protagonizaban el panorama de la ciudad al ritmo de Welcome to the Jungle. Para completar la racha de desgracias, el clima estaba terrible… pero aun así Axl y su banda se subieron al escenario (sin techo) en medio de una lluvia que amenazaba con incrementarse cada vez más. La gente eufórica ignoró por completo la lluvia, pero para la banda significaba un riesgo absoluto. Fueron solo 70 minutos de concierto, pues los Guns terminaron abandonando el escenario por las condiciones climáticas, y tal como recuerda Correal… se fueron sin cantar Sweet Child O’ Mine.
Treinta años después…
Muchas cosas han pasado con la banda desde aquel caótico 29 de noviembre de 1992, cuando estaban girando y cantando los éxitos de sus discos Use Your Illusion y Use Your Illusion II, que incluían hits mundiales como Live and Let Die, Knockin’ on Heaven’s Door, Civil War, Don’t Cry, entre otros.
En ese momento, los Guns estaban en su punto más alto de éxito y fama, luego de su formación a mediados de los 80 y álbumes como Live ?*! Like a Suicide, Apetite for Destruction y G N’ R Lies eran un referente clave para el rock a nivel mundial y, a su vez, un blanco de polémicas por sus excesos. En 1991, el baterista de la banda Seven Alder fue expulsado por problemas de adicción a las drogas, y en 1994 el éxito del grupo comenzó a decaer.
El declive y el renacimiento
Los problemas internos entre los integrantes empezaron a crecer, hasta que finalmente Slash, Matt Sorum y Duff McKagan abandonaron la banda, y quedó Axl como único miembro original. Para el álbum Chinese Democracy la banda ya contaba con nuevos integrantes y su esencia cambió, tanto así, que este álbum se demoró años enteros en salir y no fue tan bien recibido por la crítica. Los fans decían que su música ya no era metal industrial, sino más bien una especie de hard rock, algo que no se esperaban, y, al parecer, no les gustó.
Los 2000 no fueron tan buenos con la banda, pero en 2016 Slash y Duff McKagan regresaron y la esencia de los Guns volvió a nacer… la gira Not in This Lifetime... Tour los trajo de vuelta a Colombia y se presentaron en Medellín. Su segundo encuentro con el país fue mucho más ameno que el primero, y aunque no vinieron a Bogotá, este martes y miércoles se cumplirá el deseo de miles de fans que los verán de nuevo en el estadio El Campín, tres décadas después, pero como si fuese la primera vez.