“Harissa”, la receta para salsa de AvenRec
El productor antioqueño presentó “Harissa”, un disco de instrumentales con el que hace un homenaje a la salsa a través del rap. Una simbiosis entre estos dos géneros que se alarga por más de 30 temas.
Sara Kapkin
Mientras hacía Harissa —un disco de instrumentales con el que hace un homenaje a la salsa a través del rap—, el productor antioqueño AvenRec tuvo la sensación de que la salsa era infinita.
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Mientras hacía Harissa —un disco de instrumentales con el que hace un homenaje a la salsa a través del rap—, el productor antioqueño AvenRec tuvo la sensación de que la salsa era infinita.
Y es qué hay tantos artistas, tantos discos, tantísimas canciones, que así lo parece, pero más allá de todo eso, la salsa se siente infinita por todo lo que ha sido y será, porque más que música, es, como escribió Cesar Miguel Rondón, “una forma abierta capaz de representar la totalidad de tendencias que se reúnen en la circunstancia del Caribe urbano de hoy, y el barrio sigue siendo la única marca definitiva”.
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El barrio es también la primera forma del mundo —y para muchos la única—, donde se busca un sentido para encontrarse un lugar. Por eso la salsa es tanto.
AvenRec conoció la salsa por su hermano mayor. Tiene grabada en la memoria esa colección de discos compactos de Fania, a través de los cuales conoció a “Juanito Alimaña” y “Pedro Navaja”, y se enamoró de esa música.
“La salsa fue el primer género que me gustó y lo que me cautivó fue la forma en que ellos narraban, cómo contaban cantando esas historias de barrio y de calle así tan pesadas, esas historias que nadie se atrevía a contar. Uno estaba acostumbrado a que la música de los mayores era como música culta, en el caso de mi papá era Sandro y toda esa romántica que siempre hablan en un lenguaje muy culto. En la salsa también eran cultos, pero tenían por ahí esos temas callejeros y eso me llamó mucho la atención, eso fue lo que me cautivó, esas historias de calle que es también algo muy del rap”, dice AvenRec.
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Un par de años después de la salsa AvenRec conoció el rap, también gracias a su hermano, primero, pero luego fue conociendo más y más por amigos y compañeros del colegio. Del rap lo cautivaron sobre todo los instrumentales.
“En ese entonces yo no conocía rap en español, sino 2pac, Public Enemy, Coolio, Delinquent Habits, que fueron los primeros CD que trajo mi hermano de Estados Unidos. En All Eyes on Me, el álbum de 2pac, había dos o tres beats que me marcaron mucho y yo decía: ‘Qué ritmos tan chimbas’. Era algo muy nuevo para mí, unos sonidos muy extraños, que no entendía bien cómo los hacían y cuando empecé a conocer a los productores, y cómo hacían los beats, ahí fue cuando dije: ‘¡Ay marica, qué es esto, qué es este mundo nuevo!’; entonces, seguí investigado”, dice AvenRec.
En ese momento estaba estudiando Industrias Pecuarias y Agronomía, antes había querido ser jugador de baloncesto, y alcanzó a ser selección Antioquia, pero lo primero que creyó que iba a ser en la vida era futbolista, como su papá, que así lo quería y lo inscribió desde chiquito en una escuela de Envigado. Diego, un amigo suyo de infancia, más conocido hoy como Ignorancia Sofisticada —también productor—, le prestó el primer programa para empezar a producir y a partir de ahí no hubo más dudas. “Ahí es como donde se me abre a mí la mente. Ya, esto es lo mío, yo quiero esto”, cuenta AvenRec.
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Como en el fútbol, en el rap también hizo escuela en Envigado, en un momento de mucha intensidad y gran acogida para el rap —en la primera década de este siglo—, sobre todo para el rap del sur del Valle de Aburrá, Envigado e Itagüí, el de Ultra Jala, Qsko, Caña Brava, Kiño y varios más.
Ese rap que se movía con tanta facilidad entre la violencia, el parche y la fiesta, un rap que sonaba a la idea de ciudad que empezaba a imponerse en toda el área metropolitana, una ciudad que cosechaba la ilusión que se había sembrado sobre sangre.
Desde esos años se está cocinando a fuego lento Harissa, porque antes que ser un disco, fue pura curiosidad de AvenRec, que escuchó un par de temas que mezclaban salsa con rap, y quiso también hacerlo, entonces se volvió un reto, samplear salsa y volverla rap.
“Yo siempre quise samplear la salsa, pero no tenía la experiencia. Con Diego ensayamos y quedó chimba, y yo hice como tres beats y los dejé guardados… Pero cuando los mostraba, veía que a la gente le gustaba mucho esa combinación, mi hermano también me decía que eso tenía mucho potencial, entonces me empezó a rechinar”.
Y comenzó a hacerse realidad, también sin querer, cuando a ese estudio pequeñito que tenía en el barrio Provenza llegó Mirian, la mamá de un amigo suyo. Juliette Mirian Reveló, que había sido integrante de la recordada Sonora Dinamita, la misma que cantaba “Mama, qué será lo que quiere el negro… Mirian, que terminó cantando ‘Latino Tale’, la última canción de Harissa”, la primera que se grabó. “Ella y Diego escribieron el corito y cuando se metió a grabar… eso parce, no, eso nos puso a llorar a todos los que estábamos ahí con ese tema. Esa ha sido de las noches más lindas que yo he tenido en la música, cuando grabamos esa canción”, recuerda AvenRec.
Y esa fue la canción que terminó marcando la atmósfera en la que se desenvolvería Harissa, un disco de colaboraciones ilustres y armonías espontáneas. Un disco largo, de más de treinta temas, que se quedó corto porque la salsa es inmensa, y que dejó abierta la posibilidad de una segunda parte y un documental. Es un disco con el que AvenRec le rinde tributo a la salsa por lo que el género le ha dado a la vida. Y también un homenaje a aquellos que le llevaron la música y la salsa a su vida.
“Mi anhelo es que la música trascienda, mostrar que no es una música desechable. Que por lo menos… yo sé que Harissa va a sonar en muchas personas mucho tiempo y no va a ser tan desechable como puede ser algo que uno saca para que lo consuman ya y listo, en diez años nadie sabe nada de eso. Con este álbum trato de poner esa semillita para que la gente quede con ella, sembrarla y que crezca. Prefiero la goterita que el chorro, como decía mi padre”, concluye AvenRec.