Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Fragmento de Como hemos visto antes, igual que la fama puede traer grandes beneficios a aquellos que tienen la suerte de llegar a lo más alto de la música pop, también puede ser un arma de doble filo. Harry tuvo que enfrentarse a la parte negativa cuando un hombre lo siguió y le perturbó. Este capítulo tan difícil e inquietante de su vida se cerró cuando un vagabundo fue condenado por acosarle. Después de que el hombre, que había estado comportándose de una manera muy peculiar, perdiera los papeles, Harry decidió que solo podría solucionar el problema mediante la justicia. (Recomendamos: ¿Por qué hubo caos y desmayos en el concierto de Harry Styles en Bogotá?).
En otoño de 2019, el caso llegó al tribunal de Hendon, al norte de Londres. Ahí, tras una pantalla, Harry dio testimonio de sus desagradables experiencias y contó cómo se habían desarrollado los hechos. En la audiencia judicial, Harry comentó que se sintió «asustado» y «muy incómodo» por el comportamiento de Pablo Tarazaga-Orero, el joven de veintiséis años que le había metido notas y dinero en el buzón.
El acusado también había acampado fuera de la casa de Harry y, según el cantante, le «embistió» cuando salió a correr. La estrella contó ante el tribunal que todo comenzó cuando ofreció dinero a Tarazaga-Orero para comer o para un hotel, tras haberle visto durmiendo en la calle cerca de su casa al norte de Londres. «Era muy triste ver a alguien tan joven dormir en una parada de bus con el frío que hacía», explicó.
Ante la oferta de comida, Tarazaga-Orero, que era vegano, le pidió edamame. En ese momento, Harry pensó que era una petición un poco extraña. Al día siguiente, el demandante apareció con dos sándwiches, dos ensaladas y dos muffins de una cafetería vegana, pero pronto decidió parar de interactuar con el acusado porque cada vez se comportaba de forma más «rara», lo que provocaba que el cantante se sintiera «un poco incómodo».
Sin embargo, a pesar de la decisión de cortar todo tipo de relación con él, la historia no acababa aquí. Styles afirmó que aún le veía «demasiadas veces…, casi a diario», que el acusado lo seguía y le llegó a meter 49,50 libras (unos 58,25 euros) en monedas por debajo de la puerta. Además, declaró que le había estado siguiendo hasta un pub de la ciudad numerosas veces y que le había parado mientras salía a correr para pedirle dinero. También confesó ante el tribunal que, una tarde, cuando estaba corriendo por Regent’s Park, su acosador se abalanzó sobre él y le cortó el paso.
Si pensamos en los hechos de manera aislada pueden parecer un poco molestos, pero, al analizarlos todos en común, es fácil imaginarse la razón por la que Harry comenzó a ponerse nervioso. Explicó que seguía sintiéndose afectado por los actos del hombre implicado, por lo que contrató a un guardia de seguridad y continuó «cerrando la puerta de su habitación con llave por la noche».
Otras personas presentaron pruebas durante el caso que se sumaban a la interminable lista de situaciones incómodas. Por ejemplo, el vecino de Styles, Rafal Krzeszewski, comentó que se dirigió a Tarazaga-Orero cuando empezó a pasar las noches en una parada de bus cercana a la casa del cantante. El conductor de reparto dijo: «Cree que es la media naranja de mi vecino, Harry Styles, y que está enamorado de él».
Tarazaga-Orero, a quien detuvieron en el aeropuerto de Stansted después de volver de su España natal, también presentó pruebas. Negó las acusaciones alegando en el tribunal de Hendon que fue la estrella la que incluso le había hecho proposiciones.
Tras jurar por el libro sagrado del Bhagavad Gita al presentar las pruebas, el acusado declaró que decidió dormir en el barrio del norte de Londres porque era más seguro que West End y afirmó que su intención nunca había sido acosar al cantante: solo quería el dinero que le había ofrecido.
También dijo que Harry se le había declarado y que le había sugerido lo siguiente: «”Vámonos a un hotel, vamos a divertirnos”, o algo por el estilo». En un momento en concreto, Harry se sintió obligado a negar que le hubiese ofrecido dinero para «pasar un buen rato» en un hotel.
Cuando la abogada de la defensa, Jenni Dempster QC, preguntó: «¿Le propuso ir a un hotel para divertirse?», Styles contestó: «No». Al final, las palabras de Tarazaga-Orero se pusieron en duda y se le prohibió acercarse al cantante a menos de doscientos cincuenta metros. Además, el ciudadano español tampoco podía publicar nada sobre Harry y tenía que prestar servicios a la comunidad durante doce meses y asistir a un programa de rehabilitación de treinta días.
Después del veredicto y las razones alegadas, el juez de distrito Nigel Dean declaró: «A estas alturas, debo decir que el señor Styles es un testigo creíble en el que se puede confiar. Me dio la impresión de que hizo todo lo posible por ayudar al tribunal.
No encontré ninguna contradicción o fallo grave en sus pruebas. El señor Styles sintió pena por un hombre joven al que vio viviendo sin un hogar en invierno, cuando los días son fríos y muy lluviosos. Al darse cuenta de la situación, gracias a su buen corazón, se detuvo ante él y se ofreció a pagarle un hotel aquella noche. Considero que la idea de que él quisiera acompañar al acusado para pasar un buen rato es totalmente increíble. Sus intenciones eran puras y honestas. Solamente quería ayudar a alguien que le daba lástima y que no estaba pasando por su mejor momento.
El acusado sabía perfectamente que lo que estaba haciendo en ese momento llegaba a ser acoso. Estoy bastante seguro de que ese tipo de comportamiento provocó que el señor Styles se sintiera acosado». Después el juez dijo, dirigiéndose hacia el acusado: «Debería saber que no cumplir con los servicios a la comunidad es un delito y tiene como pena un máximo de cinco años de cárcel».
A pesar de que Harry se sintió aliviado con el veredicto, se sobreentendía que este caso tenía que tratarse de forma delicada de cara al público, pues el hecho de que Harry, uno de los famosos más ricos del planeta, estuviera en un juicio contra una persona sin hogar podría ser manipulado fácilmente por los medios de comunicación. Podrían crear una muy mala imagen de él.
Así pues, se leyó en voz alta una declaración que reflejaba la posición del cantante. La fiscal Katy Weiss dijo al tribu nal que había hablado con Harry el domingo y que «insistía en que quería que [el acusado] consiguiera ayuda, pero no quería volver a verlo».
Muchos famosos han tenido problemas con acosadores. La leyenda del pop, Justin Timberlake, puso una orden de alejamiento contra una fan de cuarenta y ocho años a la que pillaron merodeando en su urbanización en Hollywood por tercera vez. A algunos, este tipo de fans tan sobreexcitables pueden resultarles inofensivos. Tal vez sostengan que es el precio que debe pagarse por la fama y al que deberían acostumbrarse.
Sin embargo, Leona Lewis, la compañera de Harry en The X Factor, podría ofrecer una perspectiva muy distinta. Una vez, un hombre de veintinueve años hizo cola en una librería de Waterstones durante cinco horas para ver a Lewis, que estaba promocionando su libro. Después, cuando por fin llegó su turno, le pegó un puñetazo en la cara. Lo detuvieron en el acto.
Lily Allen también puede contar su propia historia de terror. Sufrió un calvario con un acosador que comenzó con comentarios malintencionados en su cuenta de Twitter y terminó con un terrible episodio en el que apareció en su habitación mientras ella dormía. Ya habían pasado siete años de ese suceso y sentía que «la había cambiado».
En 2018, Michael Shawn Hunt fue condenado por acosar a la cantante Lana Del Rey. El hombre de cuarenta y tres años fue detenido con un cuchillo en los exteriores del recinto donde Del Rey ofrecía un concierto en Orlando. Lo sentenciaron a un año de cárcel tras aceptar un acuerdo con la fiscalía en el que se declaró inocente del cargo de acoso.
A pesar de que no se haya sugerido en ningún momento que Tarazaga-Orero hubiera planeado ese comportamiento, estas historias dejan claro por qué los famosos son tan susceptibles cuando se trata de acosadores. No es difícil entender por qué Harry recurrió a un guardaespaldas o por qué se encerraba en su dormitorio por las noches.
Allen describió su experiencia con su acosador como un acontecimiento «que le puso la vida patas arriba». Harry espera que con la resolución del caso pueda dejar ese episodio atrás. Sin embargo, en 2020 tuvo otra mala experiencia relacionada con la delincuencia cuando le atracaron a punta de navaja el día de San Valentín en Londres. Por lo que trascendió, salió de fiesta en Hampstead cuando un hombre se le encaró y lo amenazó. El atracador sacó una navaja y le pidió dinero, según el Mirror Online. Harry le dio rápidamente lo que llevaba encima y salió ileso.
La policía confirmó que «llamaron a comisaría el sábado 15 de febrero por un incidente que había ocurrido el viernes 14 de febrero a las 23.50 horas. Según la denuncia, un hombre se acercó y amenazó con una navaja a un joven de unos veinte años. La víctima no estaba herida; sin embargo, le robaron dinero. No se ha llevado a cabo ninguna detención ni investigación».
* Se publica con autorización de Penguin Random House Grupo Editorial. Danny White también es el autor del éxito de ventas internacional y del Sunday Times titulado 1D: The One Direction Story, que ha sido traducido a dieciséis idiomas. También ha escrito exitosas biografías de Rihanna, Niall Horan y will.i.am.