Hussein Abdala y la calle como escenario
El músico barranquillero presentó su proyecto “Colombia en la street”, donde llevó los sonidos ancestrales del país a varios rincones del mundo, utilizando espacios comunes como parques y esquinas.
¿Cómo fueron sus inicios en la música y de dónde nació su amor hacia ella?
Empecé con la música a los once años en Barranquilla, el grupo con el que debuté fue el Gran Combo de Puerto Rico en un Carnaval de Barranquilla. Esa fue mi primera actuación con una orquesta. Después de eso estuve en un grupo musical donde lo mío era la salsa, vengo de una familia muy salsera y eso influyó mucho. Luego empecé a tocar con otros grupos de música tropical, y con el tiempo toqué con artistas internacionales que venían a la ciudad.
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¿Qué le dejaron las experiencias de tocar con artistas como Joe Arroyo y el Gran Combo de Puerto Rico?
Mi carrera se ha dividido en dos partes, la primera fue en Colombia, donde toqué con artistas como Joe Arroyo, Juan Carlos Coronel y más adelante con Johnny Ventura y otros artistas internacionales que venían. Luego pasé a tocar con un All Star colombiano del maestro Alberto Barros, y ahí empieza la transición de la segunda etapa de mi carrera artística, que fue tocar con otros artistas como Lisandro Mesa y Alfredo Gutiérrez, entre otros. Cuando llegué a Estados Unidos tenía 22 años y se me amplió más la carrera, porque venía con mucha experiencia, y eso me abrió las puertas para tocar también con Andrea Bocelli, Arcángel, Zion y Lennox, Juanes, Maelo Ruiz... y gracias a eso fui adquiriendo el amor por otras músicas.
¿Cómo nació “Colombia en la street”?
Estando en Estados Unidos toqué con una banda que se llama Elastic Bomb... esa fue mi entrada al mundo de la música electrónica y a estos sonidos diferentes para mí, a los que no estaba acostumbrado porque no eran comunes en Barranquilla. Todos estos nuevos géneros me dieron ideas para mi proyecto Colombia en la street. Toda la influencia latina y tropical con la que venía, mezclada con la música electrónica, es lo que hoy en día yo llamo la sonoridad de Hussein Abdala, que es una mezcla de los ritmos ancestrales colombianos con beats electrónicos.
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¿Qué lo inspiró a crear este proyecto?
Lo que me motivó fue toda la información musical con la que crecí. Un día estaba en Carolina del Norte en plena pandemia, había mucha restricción, no había escenarios para tocar y para seguir haciendo lo que amo hacer. La necesidad de compartir mi música con la gente me hizo llevarla a las calles para que, en medio de tanto caos, hubiera un poco de alegría. Eso fue lo que hice, me fui a un parque en el centro de Charlotte, puse mi instrumento y empecé a tocar. Yo nunca había hecho eso, para mí fue un paso difícil en el momento, porque pasar a no tener las condiciones a las que estaba acostumbrado, a estar en un concierto, fue duro para mí, pero aprendí bastante.
Después de Carolina del Norte, ¿a dónde fue con “Colombia en la street”?
Luego de darme cuenta de que mi experimento había funcionado y que la gente era feliz escuchando música en la calle, me fui para Nueva York. Allá hice lo mismo en diferentes lugares, llevé los sonidos de Colombia por el mundo, no había ningún escenario, el escenario eran las esquinas, el parque, Time Square, Central Park... cualquier lugar. Luego fuimos a Miami, Las Vegas, Los Ángeles, etc. Es curioso que yo, al ser colombiano, empecé llevando esta iniciativa en Estados Unidos, y por último la llevé a Barranquilla; es decir, fue un proceso que se hizo de afuera hacia adentro, y no al revés.
(Lea también: Diana Burco, la acordeonera colombiana nominada a los Grammy Latino)
¿Cómo cree que la pandemia afectó a la industria musical y cómo ve el tema de la reactivación?
Justamente este proyecto también busca ser parte de la reactivación, porque esta es la hora en la que la industria no se recupera al 100 %, no hemos vuelto todavía. En Estados Unidos ha evolucionado más que en Colombia, hay más conciertos, varios artistas ya programaron sus giras... pero mientras tanto nosotros tratamos de sobrevivir con esto. No fue fácil para los artistas, pero estamos proyectados y queremos seguir haciendo esto para el otro año empezar con la reactivación del Carnaval de Barranquilla, que promete ser una fiesta muy grande.
¿Por qué cree que es importante conservar nuestras raíces ancestrales y culturales desde la música?
Colombia tiene una riqueza musical muy grande. Sí ha sido explorada, pero yo considero que en décadas pasadas quedó congelada, porque otros géneros extranjeros entraron al país, y de cierta manera los desplazaron. Todo pasa por alguna razón, y pienso que ha sido muy positivo este proyecto porque la música colombiana es un tesoro, y gracias a Colombia en la street he empezado a valorarla mucho más. Nos sirvió estar en contacto y aprender de otros géneros para nutrir nuestras músicas y presentarlas al mundo de otra manera.
(Además: Tatiana Esguerra: correr para ayudar)
¿Cómo fueron sus inicios en la música y de dónde nació su amor hacia ella?
Empecé con la música a los once años en Barranquilla, el grupo con el que debuté fue el Gran Combo de Puerto Rico en un Carnaval de Barranquilla. Esa fue mi primera actuación con una orquesta. Después de eso estuve en un grupo musical donde lo mío era la salsa, vengo de una familia muy salsera y eso influyó mucho. Luego empecé a tocar con otros grupos de música tropical, y con el tiempo toqué con artistas internacionales que venían a la ciudad.
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¿Qué le dejaron las experiencias de tocar con artistas como Joe Arroyo y el Gran Combo de Puerto Rico?
Mi carrera se ha dividido en dos partes, la primera fue en Colombia, donde toqué con artistas como Joe Arroyo, Juan Carlos Coronel y más adelante con Johnny Ventura y otros artistas internacionales que venían. Luego pasé a tocar con un All Star colombiano del maestro Alberto Barros, y ahí empieza la transición de la segunda etapa de mi carrera artística, que fue tocar con otros artistas como Lisandro Mesa y Alfredo Gutiérrez, entre otros. Cuando llegué a Estados Unidos tenía 22 años y se me amplió más la carrera, porque venía con mucha experiencia, y eso me abrió las puertas para tocar también con Andrea Bocelli, Arcángel, Zion y Lennox, Juanes, Maelo Ruiz... y gracias a eso fui adquiriendo el amor por otras músicas.
¿Cómo nació “Colombia en la street”?
Estando en Estados Unidos toqué con una banda que se llama Elastic Bomb... esa fue mi entrada al mundo de la música electrónica y a estos sonidos diferentes para mí, a los que no estaba acostumbrado porque no eran comunes en Barranquilla. Todos estos nuevos géneros me dieron ideas para mi proyecto Colombia en la street. Toda la influencia latina y tropical con la que venía, mezclada con la música electrónica, es lo que hoy en día yo llamo la sonoridad de Hussein Abdala, que es una mezcla de los ritmos ancestrales colombianos con beats electrónicos.
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¿Qué lo inspiró a crear este proyecto?
Lo que me motivó fue toda la información musical con la que crecí. Un día estaba en Carolina del Norte en plena pandemia, había mucha restricción, no había escenarios para tocar y para seguir haciendo lo que amo hacer. La necesidad de compartir mi música con la gente me hizo llevarla a las calles para que, en medio de tanto caos, hubiera un poco de alegría. Eso fue lo que hice, me fui a un parque en el centro de Charlotte, puse mi instrumento y empecé a tocar. Yo nunca había hecho eso, para mí fue un paso difícil en el momento, porque pasar a no tener las condiciones a las que estaba acostumbrado, a estar en un concierto, fue duro para mí, pero aprendí bastante.
Después de Carolina del Norte, ¿a dónde fue con “Colombia en la street”?
Luego de darme cuenta de que mi experimento había funcionado y que la gente era feliz escuchando música en la calle, me fui para Nueva York. Allá hice lo mismo en diferentes lugares, llevé los sonidos de Colombia por el mundo, no había ningún escenario, el escenario eran las esquinas, el parque, Time Square, Central Park... cualquier lugar. Luego fuimos a Miami, Las Vegas, Los Ángeles, etc. Es curioso que yo, al ser colombiano, empecé llevando esta iniciativa en Estados Unidos, y por último la llevé a Barranquilla; es decir, fue un proceso que se hizo de afuera hacia adentro, y no al revés.
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¿Cómo cree que la pandemia afectó a la industria musical y cómo ve el tema de la reactivación?
Justamente este proyecto también busca ser parte de la reactivación, porque esta es la hora en la que la industria no se recupera al 100 %, no hemos vuelto todavía. En Estados Unidos ha evolucionado más que en Colombia, hay más conciertos, varios artistas ya programaron sus giras... pero mientras tanto nosotros tratamos de sobrevivir con esto. No fue fácil para los artistas, pero estamos proyectados y queremos seguir haciendo esto para el otro año empezar con la reactivación del Carnaval de Barranquilla, que promete ser una fiesta muy grande.
¿Por qué cree que es importante conservar nuestras raíces ancestrales y culturales desde la música?
Colombia tiene una riqueza musical muy grande. Sí ha sido explorada, pero yo considero que en décadas pasadas quedó congelada, porque otros géneros extranjeros entraron al país, y de cierta manera los desplazaron. Todo pasa por alguna razón, y pienso que ha sido muy positivo este proyecto porque la música colombiana es un tesoro, y gracias a Colombia en la street he empezado a valorarla mucho más. Nos sirvió estar en contacto y aprender de otros géneros para nutrir nuestras músicas y presentarlas al mundo de otra manera.
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