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Ileana Cabra, iLe, creció en Puerto Rico, en una casa llena de salsa, bolero, rock, trova y música folclórica. Su padre le ponía canciones de salsa para que adivinara las voces, las orquestas y los estilos, un juego que luego se convirtió en una disciplina y en un camino de vida. En un inicio hizo parte de la agrupación Calle 13, para luego de conocer el éxito mundial lanzarse como solista.
Ile ya cuenta dos álbumes de estudio en su discografía y un tercero que se lanzará próximamente. Con el primero, Ilevitable, ganó el Grammy en la categoría de Mejor Álbum de Rock, Urbano o Alternativo en 2017 y con su propuesta personal se ha convertido en una de las voces jóvenes más versátiles de América Latina. Cargada de elementos de improvisación y experimentación en su música, la puertorriqueña ha sido invitada a grandes eventos del jazz como los festivales de Montreal, Montreux y Nueva Orleans.
Su primera presentación en Colombia será el próximo sábado 17 de septiembre en Jazz al Parque en el Parque El Country, una que abre el espectro musical que tradicionalmente ha tenido este festival, realizado por el Instituto Distrital de las Artes - Idartes, y pone en la tarima a una artista que desde su infancia ha vivido la música como un lenguaje, más que un género particular.
Creció con salsa, un ritmo que es una clara influencia en su música ¿qué significa para usted?
Son muchas cosas. La salsa fue evolucionando con el tiempo. Esta la salsa nuyorican, que es la que yo creo que más ha explorado el jazz. Puedes sentir muchos estilos puestos en la salsa, pero no es que sea latin jazz, necesariamente. Era salsa con toda la calle pero que tenía unos tiempos, como unas instrumentaciones de una orquesta, unos estilos que puedes ver también en el jazz, o a veces en la voz de quien lo está interpretando, con juegos jazzísticos. Ese tipo de cosas también se podían dar y eso está bien porque yo siento que tenemos una idea del jazz demasiado elitista, pero su origen no es para nada elitista. Para mí, la salsa representa lo mismo. Es muy callejera, porque de momento se fusionan estos sonidos y que se vaya para el carajo la clase social. Para mí, eso es bien poderoso y creo que es lo que más me gusta de la salsa.
Entonces ¿para usted qué es el jazz?
Hay muchos sentimientos, por lo menos la parte en la que yo más me conecto con el jazz es cuando se me transmite la emoción ya sea de la voz o de una pieza instrumental, porque siento que, no solamente en el jazz, en la música en sí misma, hay veces que hay demasiados tecnicismos que pueden sonar perfectos pero a veces se pueden sentir como una pequeña barrera. Puede sonar técnicamente perfecto, pero quizás la interpretación no está completamente conectada y es valioso cuando siento que puedo sentir más allá de la técnica. El jazz es mucha técnica, pero también mucha emoción, así que ese es el jazz con el que yo conecto, con el que me da emoción.
¿Y cuáles son sus artistas favoritos de ese mundo musical?
Sam Cooke es alguien que me gusta mucho, pero también hay voces. Ella Fitzgerald es una de mis favoritas. Dinah Washington me encanta. Siempre me gustan voces muy apasionadas. Y sigo conociendo cada vez más de ellas, pero sobre todo tiendo escuchar más del jazz viejo. Chet Baker también me gusta mucho.
¿Cómo describe su propuesta musical?
Siempre me cuesta trabajo describirla con exactitud. Trato de verla desde un contexto más amplio y, en ese sentido, hay mucha pasión en las canciones. Creo que cada cual se conecta ya sea desde un contexto social, desde un contexto amoroso, pero sí hay mucha pasión y mucha feminidad, que es algo que también me gusta y es muy importante que crece cada vez más.
Pasó varios años en Calle 13, pero allí rara vez estuvo al frente del escenario ¿cómo es pasar a ser la gran protagonista de la tarima?
Antes de lanzarme me dio mucho miedo esa parte específicamente, porque yo puedo ser bien introspectiva en cuanto a la música. Estoy muy metida en lo que estoy haciendo. De ahí a estar al frente, poco a poco he ido soltando y en algunas ocasiones me cuesta, pero ha sido mucho mejor de lo que pensaba. Me había preocupado más de la cuenta, porque es bien lindo tener esa conexión con la gente. Estar ahí al frente y explicar un poco de cada canción y tratar de tener esa conversación, de dialogar con el público. Así que siempre que tengo esos momentos, trato de aprovechar. No pensé que esto iba a pasar, pero me siento cada vez mejor al frente.
Usted habla de la feminidad de su propuesta y este año Jazz al Parque justamente tiene una propuesta dedicada a las mujeres. Se presentará por primera vez una big band compuesta solamente por mujeres ¿qué piensa de este tipo de iniciativas?
Me encanta. Creo que lo necesitamos mucho. Está brutal, porque no nos damos cuenta hasta que pasan esas cosas. A veces queremos concentrarnos en las mujeres y descubrimos que no conocemos a nadie. Tiene que haber un montón y claro que las hay. Estamos ahí y estamos presentes y yo creo que es súper necesario también que ese espacio exista, que no predomine el uno o el otro sino que se cree más este balance. Así que yo súper apoyo el hecho de que se sigan haciendo más eventos en los que nos involucren a más mujeres artistas y súper contenta de ser una mujer más dentro de esta propuesta de festival.
Y cuéntenos ¿qué va a haber en la tarima de Jazz al Parque?
Somos nueve en tarima. Dos guitarras, percusión, batería, piano, bajo, dos trombones y yo. Esa es mi banda completa de Puerto Rico y va a sonar sonar bien gordo, porque siempre que estamos con los trombones eso le da una fuerza al show, así que estoy muy emocionada, sé que va a ser bien bonito.