I.R.A.: el punk como la vida misma
I.R.A. se presentará esta noche a las 7:00 en el tercer día de Rock al Parque 2022.
Andrés Osorio Guillott
Medellín en los últimos años suena a reggaetón, a los llamados “géneros urbanos” que se escuchan en grandes parlantes y que, por ejemplo, son parte de los tours culturales que realizan en la Comuna 13. Hace más de 50 años sonaba a tango, y en sus calles quedaron ecos del mismo tras el trauma que dejó la muerte de Carlos Gardel en la ciudad. En medio de este presente y ese pasado tan lejano, la Ciudad de la Eterna Primavera sonó también a rock, y se convirtió así en cuna de este género en Colombia.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
Medellín en los últimos años suena a reggaetón, a los llamados “géneros urbanos” que se escuchan en grandes parlantes y que, por ejemplo, son parte de los tours culturales que realizan en la Comuna 13. Hace más de 50 años sonaba a tango, y en sus calles quedaron ecos del mismo tras el trauma que dejó la muerte de Carlos Gardel en la ciudad. En medio de este presente y ese pasado tan lejano, la Ciudad de la Eterna Primavera sonó también a rock, y se convirtió así en cuna de este género en Colombia.
Puede leer: “Peco”, Duina del Mar y Piero presentan nuevo sencillo
No fue gratuito que una cultura de “lo popular” surgiera en Medellín. Fue, quizá, la ciudad más golpeada por la violencia que brotó del narcotráfico. Los traumas que dejó ese paso arrollador de la guerra, las bombas y los asesinatos a sueldo despertaron en varios jóvenes una resistencia al miedo. Ese malestar social hizo que la música, e incluso el cine y la literatura, se encargara de desnudar esa parte cruda de la realidad, pero también de hacer llamados desde sus letras e historias para pensar y actuar por otro tiempo y otra forma de concebir y relacionarse con la condición humana.
Empezaron llamándose S.I.D.A. (Sucios y Desordenados Anarquistas), pero al año siguiente decidieron quedarse con I.R.A. (Infexión Respiratoria Aguda). Nacieron, como casi toda banda de punk, por inquietudes, malestares y otras visiones de vida que exigen revisar las libertades del ser humano y repensar la política como esa dimensión inevitable que busca ordenar a las sociedades del mundo.
Le puede interesar: Oh’laville estará en el cierre de Rock al Parque
Para la muestra un botón: Inventan filosofías, religiones, teorías y doctrinas / Diseñan políticas, modelos de economía / Y de vida / Privatizan, decomisan todo de sus compañías / Monopolizan / Actifican sus discursos y transmiten sus noticias / Mentirillas / Me rebelo a tu basura, me opongo a lo que me digas / Nunca será verdad / No queremos ser parte del mundo que tú querías, se escucha en la voz de Mónica Moreno en la canción Sucio plan.
Al principio fueron José Posada, José Roberto y David Viola quienes conformaron la banda, pero solo este último persistió, y bien podría decirse que si bien I.R.A. tiene el sello de Moreno, Mi punk amor de Viola, y de Duvan Ocampo, la agrupación y su identidad se mantienen por la defensa que ha hecho el guitarrista y vocalista a lo largo de estos 32 años, no solo desde su rol dentro del grupo, sino también porque se encargó en estas tres décadas de escribir los libros I.R.A. la antileyenda, Punk Medallo y Aguante I.R.A. 30 años de punk.
Le recomendamos: Podcast Master Class: Claudio Monteverdi y sus madrigales
El punk rinde constantemente una especie de oda a la anarquía, pero desde I.R.A. esta palabra tiene otro significado que buscan defender con sus canciones y su visión del mundo. En una entrevista para la revista Shock, Moreno comentó: “La anarquía es el autogobierno y eso nos parece una chimba; es la autodirección, el control, la disciplina, el ejercicio de su soberanía como individuo sin que lo gobiernen, digan, recuerden, castiguen, expliquen, manden, paguen o cobren. Pero la anarquía de los punkeros de 15 años es meterse un bareto y dañar algo, coger una vitrina y quebrarla, armar un descontrol o una cosa sin sentido. La anarquía es muy difícil de hacer porque es la máxima expresión de disciplina, orden y autocontrol. Cada vez que una persona se corrompe, ya no es anarquía”. Y Viola la respaldó diciendo que: “La anarquía no es borrachera, ni drogadicción, ni sucio, ni vandalismo, ni vagancia, todo lo contrario”.
No hay por qué encasillarlos, pues ellos mismos se han encargado de afirmar más de una vez que no son parte de ningún ismo. Su ismo es su banda y es gracias a ella, a la que se convirtió en un ícono del punk en Colombia, que han podido vivir sus vidas, y no que alguien o algo más lo haga por ellos: “A través de I.R.A. se desarrolla nuestra vida. Gestionamos el ocio, lo creativo, la reflexión, las actividades prácticas… Todo lo gestionamos a través de las disculpas que I.R.A. nos da: el viaje, el disco, el video, la entrevista, la pintura de la cabeza, el tache… I.R.A. nos puso a vivir”, dijo Moreno a la revista Bacánika.