En imágenes: Iron Maiden conquistó El Campín con un concierto para la historia

Iron Maiden encendió Bogotá con una noche épica en el estadio El Campín. Sus grandes éxitos hicieron vibrar a más de 43.000 fanáticos, demostrando que su música no solo perdura en el tiempo, sino que es un lazo que une generaciones, ciudades y países. Fue una cita inolvidable con el heavy metal en su máxima expresión.

Con un Bruce Dickinson lleno de energía y conectado con el público, Iron Maiden ofreció un espectáculo histórico en el estadio El Campín de Bogotá. El vocalista no solo desplegó su potente voz, sino que también tuvo palabras emotivas para los asistentes, calificando al público colombiano como el mejor de la gira 'The Future Past World Tour', que comenzó en 2023 recorriendo Europa y ya ha atravesado Asia, Norteamérica y Sudamérica. La gira terminará en Brasil en diciembre.

El setlist fue un viaje en el tiempo, abarcando desde clásicos del álbum Somewhere in Time (1985) hasta piezas de su más reciente trabajo, Senjutsu (2021). Temas icónicos como Fear of the Dark, The Trooper y Wasted Years desataron una explosión de alegría entre los aficionados, quienes corearon cada canción con una intensidad que hizo vibrar, literalmente, El Campín. Las cámaras que retransmitían en vivo el concierto no podían dejar de moverse. La energía de la banda y la entrega de los fanáticos dejaron claro que la música de Iron Maiden ha trascendido generaciones.

La potencia de la voz de Dickinson fue complementada por las guitarras afiladas de Dave Murray, Adrian Smith y Janick Gers, así como por el bajo imponente de Steve Harris, quien marcó cada nota con su característica precisión. La batería de Nicko McBrain resonó como un trueno, haciendo de cada canción una experiencia inolvidable. "Es un sueño. Los amo", no dejaban de gritar los fanáticos desde la cancha de El Campín.

El escenario fue un espectáculo en sí mismo, con telones que cambiaban de acuerdo con las canciones y pantallas que capturaban los momentos más épicos del show. La ambientación complementó perfectamente la atmósfera musical, sumergiendo a los fanáticos en las historias y conceptos que la banda ha tejido a lo largo de su carrera desde 1975.

Desde temprano, cientos de personas llegaron a los alrededores del estadio, muchas de ellas haciendo fila desde la madrugada, para asegurar un buen puesto. Este nivel de devoción es un testimonio del impacto que la banda ha tenido en sus seguidores colombianos. La diversidad del público, que incluyó personas de diferentes ciudades del país y de otras naciones, fue una muestra del cariño global de la legendaria agrupación británica.

Cada miembro de la banda se notó visiblemente emocionado y agradecido por el cariño del público colombiano. Durante varias canciones, las sonrisas de los músicos reflejaban su asombro y felicidad ante los cánticos y aplausos interminables. Fue una conexión mutua de admiración y respeto que se sintió en cada rincón del estadio.

Una de las apariciones más esperadas fue la de Eddie the Head, la icónica mascota de la banda, quien protagonizó varios momentos épicos durante el concierto. En uno de ellos, Eddie incluso protagonizo una "batalla" con Bruce Dickinson en un espectáculo que incluyó fuegos artificiales. No solo fue un concierto, también fue una obra de teatro.

Iron Maiden no solo ofreció un concierto, sino una experiencia inolvidable que reafirmó su lugar como una de las bandas más grandes de la historia del heavy metal. La noche en El Campín quedará grabada en la memoria de todos como un tributo al poder de la música y la pasión de sus seguidores.

Al finalizar el concierto, Bruce Dickinson tomó el micrófono para despedirse con un emotivo mensaje de agradecimiento y en el que anunció que Iron Maiden volverá pronto al país. Esto sería en 2026 con su gira Run For Your Lives, que celebrará sus 50 años de carrera. Este anuncio, confirmado previamente por el productor Julio Correal para El Espectador, deja abierta la posibilidad de que sea su gira de despedida.