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J Álvarez: “que el reguetón dure 100 o 200 años”

El cantante puertorriqueño, que cumple 15 años de trayectoria musical, fue homenajeado en Medellín por la disquera Codiscos, y habló para El Espectador sobre su recorrido en el reguetón, el éxito de la escena en la ciudad y de los artistas colombianos que disfruta.

Alberto González Martínez
01 de abril de 2023 - 06:00 p. m.
J. Álvarez, quien acaba de lanzar "Casi soltera", su más reciente sencillo.
J. Álvarez, quien acaba de lanzar "Casi soltera", su más reciente sencillo.
Foto: Cortesía Agencia Jaque

Repasé sus éxitos que aún guardaba en la memoria: “La pregunta”, “Sexo, sudor y calor” y “Junto al amanecer”. La entrevista debía ser contundente. Mientras esperaba el turno, un colega de otro medio le hizo una pregunta que generó risas entre los que estábamos en la sala. “¿Ha comido paisa en bandeja?”. El cantante respondió afirmativamente. Las otras respuestas las acompañó con una muletilla y su acento puertorriqueño: “¿Me entiendes?”.

Alberto González Martínez

Por Alberto González Martínez

Vallenato formado en la Universidad de Antioquia. Escribe sobre música, cine y demás temas culturales.albertosartreagonzalez@elespectador.com

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Camalejon(7327)01 de abril de 2023 - 10:02 p. m.
jajaja, el problema no es solo que dure 100 años, sino que sean 100 años con el mismo ritmo y el mismo tipo de letras! Lamentable...
Eduardo Sáenz Rovner(7668)01 de abril de 2023 - 08:53 p. m.
Entre las amenazas nucleares de Putin y la cacofonía del reguetón el mundo está en peligro...
Libardo(10892)01 de abril de 2023 - 07:46 p. m.
¿Para hacer una entrevista de esta catadura ¿Es necesario hacer una carrera universitaria? Hay más música y poesía en el golpeteo del agua lluvia en uno de los canales de desagüe de mi casa que en todos los reguetones juntos. El reguetón dura tanto como la vida útil de su intérprete. Es como los jabones, duran hasta que aparece otro "mejorado".
Lalo(70277)01 de abril de 2023 - 07:22 p. m.
Que el reguetón desaparezca para siempre. No ha hecho más que embrutecer a los jóvenes y degradar a las mujeres a extremos ignominiosos. No le ha hecho ningún aporte al folclor, a la música popular entendida como patrimonio vernáculo y ancestral del pueblo. Es una creación artificiosa y artificial de los mercaderes de la industria del disco, a los que solo les importa llenarse los bolsillos a costa de vender cualquier porquería.
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