Jairo Varela, el Grupo Niche te sigue cantando
Con Pachanguero Tour, la nueva gira de la orquesta, siguen haciéndole gala al legado de su fundador, un nombre que es imposible de desligar de la historia del Grupo Niche.
Hugo Santiago Caro
Este sábado llega a Bogotá la gira de 2024 del Grupo Niche, con la cual celebran los 40 años de “Cali Pachanguero”, una de las canciones insignia de la agrupación, estrenada en el álbum No hay quinto malo de 1984. Valga la redundancia, es el quinto álbum grabado por la agrupación, vocalizado en su totalidad por Moncho Santana, con otros temas populares de ese álbum como “Solo un cariño”, “La negra no quiere” y “Rosa”.
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Este sábado llega a Bogotá la gira de 2024 del Grupo Niche, con la cual celebran los 40 años de “Cali Pachanguero”, una de las canciones insignia de la agrupación, estrenada en el álbum No hay quinto malo de 1984. Valga la redundancia, es el quinto álbum grabado por la agrupación, vocalizado en su totalidad por Moncho Santana, con otros temas populares de ese álbum como “Solo un cariño”, “La negra no quiere” y “Rosa”.
El ejercicio de reinterpretar uno de sus grandes éxitos no es nuevo para el Grupo Niche. Siguiendo con el álbum que cumple 40 años, “Solo un cariño” fue regrabada tiempo después por Willie García, mientras que “La negra no quiere” fue reinterpretada por Javier Vásquez. “El coco”, también presente en este trabajo, fue regrabada en 2022, bajo la actual administración del grupo, por Adolfo “Fito” Echavarría, quien actualmente interpreta “Cali Pachanguero”, y es hijo del homónimo compositor barranquillero.
Fuera del álbum, la lista de reinterpretaciones sigue y sigue: “Rupelto Mena”, “Hagamos lo que diga el corazón” e incluso la mítica “Buenaventura y caney”, que cantó por primera vez Álvaro del Castillo, tiene versiones en las voces de Tito Gómez y Willie García.
Sin embargo, más allá de las innumerables voces, todas estas nuevas-viejas grabaciones son una revisión del pasado histórico de la agrupación, que está ligada a un solo nombre: Jairo Varela. En el Grupo Niche lo saben, y es su principal referente. La dirección como empresa está en manos de los herederos de Varela, mientras que la dirección musical está a cargo de José Aguirre, uno de los músicos y arreglistas que más trabajó con el mítico director.
En todos los escenarios donde se presenta el Grupo Niche, está Jairo, a pesar de llevar 12 años fallecido. En Estéreo Pícnic, en 2019, su rostro apareció en el montaje del escenario, y en 2024, incluso han recurrido a la inteligencia artificial para que su voz esté presente en los conciertos. Es inevitable su presencia.
“Aunque le metan inteligencia artificial, camisetas, lo que sea, no se puede ir más allá; ya el recuerdo es suficiente y está absolutamente copado, por así decirlo. Por más que intenten que la memoria siga, esa huella no se va a perder. Me parece que la aparición de una imagen de él será algo que siempre estará en el corazón del melómano. No me molesta porque él era el alma y nervio del grupo, y la gente sigue queriendo al grupo porque su imagen queda reflejada”, opina Jaime Andrés Monsalve, crítico musical y jefe musical de la Radio Nacional de Colombia.
Pero entonces, si Varela ya no está, ¿cómo garantizar que la identidad del grupo siga siendo la misma que él forjó? La respuesta la da José Aguirre, su director musical: “Es sencillo porque trabajé mucho con él y fui su coproductor en alrededor de 11 producciones. Trabajé y grabé muchas cosas con él, y le hice muchos arreglos. Conozco muy bien los fundamentos para que el Grupo Niche suene como debe sonar. Eso requiere patrones en la percusión, formas de tocar los tumbaos del piano, del bajo, y muchas otras características. La esencia de Niche radica en la forma de cantar y frasear una canción, y eso lo conozco muy bien. Lo que he hecho durante todo este tiempo, desde que estoy a cargo del grupo tras la partida de Jairo, es poner en práctica todo ese conocimiento que adquirí a su lado, conocimiento que es sumamente valioso”.
Poniéndolo en perspectiva frente a otras agrupaciones del espectro salsero y afrocaribeño, la esencia de Varela está tan presente como la de Papo Lucca (aún vigente, aunque con cada vez menos participación) en la Sonora Ponceña, la de Willie Rosario con su orquesta o la de Juan Formell en los Van Van de Cuba. Todas son orquestas en las que entran y salen integrantes, pero siguen siendo sólidas como agrupación y como proyecto.
El mérito de Varela es que, aun cuando ya no está vivo, Niche sigue y sigue de gira, vigente y en la primera plana de los escenarios. “Aún sin él, el grupo sigue teniendo un predicamento absolutamente asombroso, algo que no ocurre con otras agrupaciones que dependen completamente de sus líderes o cantantes. Es decir, hay grupos que han perdido popularidad porque tal o cual cantante ya no está con ellos. Ver que este grupo siga teniendo la presencia que tiene, aun sin Charlie Cardona, Javier Vázquez, Tito Gómez (que era un portento en todo sentido), y que sigan despertando el fervor que despiertan, es porque hay un secreto”, analiza Monsalve.
El crítico también afirma que, incluso si la orquesta decidiera dejar de llevar como estandarte la imagen de Varela, seguiría estando presente. Es imposible separar esa imagen, dice. Sin embargo, Aguirre asegura que el hecho de que la identidad siga siendo la misma no significa que la orquesta no se atreva a innovar.
“Jairo dejó el grupo en un punto muy alto, pero este es nuestro tiempo, y nosotros podemos darle muchas más alas, y eso es lo que hemos estado haciendo. Cambiamos el performance; estamos haciendo una gira con muchos elementos en el escenario que el grupo no tenía antes y que la misma salsa no tenía antes. Estamos haciendo apuestas novedosas dentro del género, y creo que nos hemos convertido en la vanguardia de eso a nivel internacional”, argumenta.
Con esas alas han llegado iniciativas como “Algo que se quede”, el éxito más reciente de Niche, aunque ya tenga sus años, y proyectos como el álbum sinfónico con el que ganaron el Grammy Latino de 2023 a mejor álbum de salsa, junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.
Por ahora, es el turno de que “Cali Pachanguero” caiga en esa lógica del nuevo performance del grupo. Un nuevo aire con el que llegan al Movistar Arena para que todo el mundo en Bogotá les cante.