Javier Limón y el arte de hacer buena música

En la actualidad, Javier Limón es uno de los productores musicales más respetados en la industria musical. Ha sido testigo fiel del crecimiento de artistas importantes como Nella, Delfina Cheb, Buika, entre otros, y además, ha producido varios proyectos para grandes personalidades de la música, como Andrés Calamaro, Jorge Drexler, Joaquín Sabina, e incluso Carlos Vives.

En la actualidad, Javier Limón es uno de los productores musicales más respetados en la industria musical. Ha sido testigo fiel del crecimiento de artistas importantes como Nella, Delfina Cheb, Buika, entre otros, y además, ha producido varios proyectos para grandes personalidades de la música, como Andrés Calamaro, Jorge Drexler, Joaquín Sabina, e incluso Carlos Vives.

Su amor por Venezuela lo ha acompañado durante toda su vida, al igual que su amor por el cuatro venezolano, un instrumento que siempre ha llamado su atención. Por eso, junto a la agrupación Dada, escribió y produjo la canción llamada “Cuatro”, un homenaje al instrumento y a su gran amigo Jorge Glem, que hace más de una década le develó la belleza y sonoridad del cuatro.

Sus integrantes: Daniel, Adrián, Daniela, y Adriana se conocieron de manera casual en Berklee College of Music en la ciudad de Boston, donde estudian. Naturalmente fueron poniendo en común sus intereses, inquietudes y valores musicales para crear, con las iniciales de sus nombres, esta propuesta musical donde la vanguardia y la raíz se dan la mano.

La simiente de este proyecto está en Casitalimón, un laboratorio de nuevo talento que Sony Music Latin US creó hace cuatro años junto a la productora Casa Limón, y donde Javier Limón y Adriana, una de las integrantes de DADA, comenzaron su colaboración musical. Luego se sumaron los otros tres integrantes del cuarteto, a quienes el productor conoció en su cátedra de Songwriting en español, en cuyas clases empezaron a compartir este sueño.

Artísticamente, Limón declara que la propuesta reúne las tradiciones más antiguas de los respectivos y distintos lugares de Venezuela de los que provienen los jóvenes integrantes del cuarteto, acercando así la tradición a las jóvenes audiencias de nuestro tiempo.

“Como instrumento, el Cuatro es una referencia clara para jóvenes músicos de todo el mundo. Compuse la pieza inspirado en uno de los cuatristas más increíbles que he conocido, Jorge Glem, y fue grabado por otro instrumentista de gran talento, Maurizio Fiore, Feat artist en esta canción”, comenta.

“Cuatro es una canción imaginada para que todos los venezolanos del mundo la canten, y para que los amantes de la música se nutran de una nueva propuesta interesante y divertida y a la vez sigan disfrutando de música de calidad”, afirma Limón quien, asegura que, a modo de presentación, el tema pone en juego a estos jóvenes demostrando que el futuro del arte musical venezolano es eterno.

¿Cómo recuerda los inicios de su carrera en la producción musical?

Estudié música cuando era niño, y además era fan de escuchar flamenco cuando vivía en Andalucía. En un momento me di cuenta de que había un espacio como productor en el flamenco,y estuve a cargo de la grabación de un disco... durante algunos años me dediqué a producir para ese género musical y trabajé con los más grandes como Morente, Paco de Lucía, Bebo Valdés, entre otros. Gracias a esto comenzó en mi carrera una bipolaridad artística, porque por un lado me llamaban muchos artistas del mediterráneo, inspirados por el sonido de artistas con esta raíz, y por otro lado empieza un viaje constante por Latinoamérica gracias a Calamaro, Carlos Vives, Chavela Vargas, etc.

También es compositor y guitarrista... ¿cómo logra armonizar estos tres campos?

Tanto producir como componer, aunque parezcan oficios diferentes, están completamente relacionados. Otras cosas que he hecho como ser presentador, periodista o profesor también tienen que ver. Si tuviese que elegir una de todas estas cosas, seguramente me iría por la composición, lo que mejor sé hacer, es escribir canciones en español. Mi manera de dar clase, o de dirigir un programa de televisión, está siempre apoyado en ese aspecto creativo de escribir canciones, para mí es la esencia de todo.

¿Por qué cree que la composición es lo que mejor hace? ¿qué lo inspira a escribir canciones?

Todo empieza por escribir buenas canciones, desde allí puedes profesionalizar diferentes oficios, esa es la clave, una buena canción para escribir muchas más sobre ese ejemplo. Siempre explico a mis alumnos que la canción, además de palabras lindas, metáforas y demás, debe tener sentido. Lo más importante a la hora de componer una canción es la semilla, esa idea que se va desarrollando a lo largo del proceso, porque no vale la pena escribir cosas que al final no significan nada... Creo que en un momento tan importante para la música en español, hay que potenciar mucho y exigir que haya buenos textos.

¿Cómo ve el panorama de la composición de música en español en la actualidad?

Siempre ha habido música mala, pero ahora me da mucha tristeza ver que tenemos una posición privilegiada en la industria musical a nivel mundial, y los jóvenes que hacen música urbana no la aprovechen como debe ser. No sé por qué no se plantean hablar de otra cosa que no sean “las pepas” y “mueve tu culito”... por qué no intentan elevar un poco más el nivel para que no nos puedan decir a la cara que Billie Eilish y otros artistas norteamericanos son mejores que J Balvin y Ozuna. Ahí el latino entra en un estereotipo eterno, y es una pena, porque artistas como Carlos Vives o Rubén Blades se merecen que su esencia esté en buenas manos.

“Cuatro” es una canción compuesta y producida por usted, ¿cuál es la historia detrás de esta canción?

Debo decir que amo Venezuela, considero que es una cultura que me llega muy adentro desde hace ya varios años.. conozco la cultura, el folclor y la gente. Soy muy amigo de Jorge Glem y siempre sentí mucha curiosidad por el cuatro venezolano porque me parece un instrumento muy moderno con unas posibilidades armónicas y rítmicas muy adecuadas a la música de hoy en día... y a partir de ahí, todo fue un cúmulo de casualidades maravillosas, el cuatro me llevó a Adriana Corredor, que es una alumna excelente, ella buscó a tres chicos más que se llamaban Adriana, Daniel y Daniela, y de allí nació Dada, que es el nombre de un movimiento llamado dadaísmo que se dio en Europa muy feminista, progresista, etc. Algo muy actual, igual que estos jóvenes que son muy talentosos.