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Desde niña, Jeimy Arrieta está vinculada al acordeón. Aprendió a tocar este instrumento desde los siete años en la escuela de música Amigos del Arte, de su padre, Jaime Arrieta Ligardo, en Arjona, Bolívar.
Su primer acercamiento a los instrumentos de la música vallenata fue con la guacharaca, pero pronto descubrió que su pasión era el acordeón. “Empecé tocando guacharaca, pero no me gustó y por eso agarré el acordeón. Desde que lo toqué por primera vez me di cuenta de que era el instrumento que me gustaba y con el que me quería quedar”.
Arrieta fue la primera Reina Vallenata en la categoría infantil, en 2007, cuando tenía once años. En esa ocasión, que recuerda a la perfección, ganó con el paseo Carmen Gómez, el merengue El vacilador, el son Mis primeros días (de Samuelito Martínez) y la puya Me peino con la lengua (del maestro Andrés Beleño).
Desde que empezaron sus acercamientos a este género folclórico, su padre ha sido su maestro. Jaime Arrieta Ligardo no solo la ha preparado técnicamente para la ejecución adecuada y sabrosa del acordeón, sino que también la ha ayudado a que siempre esté enfocada en las necesidades de su crecimiento como artista.
“Siempre he dicho que la preparación para los festivales no es solamente la ejecución, sino también mental y física. Desde que me inicié en el camino de la música, mi padre siempre me decía que tenía que ser muy disciplinada, comprometida, responsable y consciente de lo que quiero”, recordó con certeza la actual reina del Festival de la Leyenda Vallenata.
Por esa instrucción de su padre es que Jeimy Arrieta, desde muy niña, ha estado enfocada en ser acordeonera de festivales. Asegura que, a diferencia de grandes acordeoneros como Rolando Ochoa o Juancho de la Espriella, su fuerte no es tocar acordeón comercial sino para festivales. “No quiere decir que ellos no puedan tocar un festival, claro que lo pueden hacer, pero de pronto no es su fuerte. Mi fuerte no es tocar comercial, soy totalmente festivalera. Es lo que me gusta, lo que me inculcaron y lo que seguiré haciendo”, dijo llena de convencimiento.
Hay muchos personajes del acordeón vallenato a quienes Arrieta considera influencia para su estilo musical. Entre ellos resaltó con nombre propio a Gonzalo Arturo Cocha Molina, Beto Rada y Nicolás Elías Colacho Mendoza. Sin embargo, la actual reina del instrumento considera que de cualquier acordeonero puede obtener algún aprendizaje y de esa forma construir un singular estilo vallenato.
Actualmente, además de ser Reina del Festival de la Leyenda Vallenata, es Reina Profesional del Festival Bolivarense de Acordeón, que se realiza en Arjona. Desde su primer triunfo, en 2007, Jeimy Arrieta Ramos ha ocupado los primeros lugares, según su memoria, “entre 20 y 25 festivales”.
Para la edición atípica y virtual correspondiente al año 2020, Arrieta logró coronarse con la interpretación de El gallo jabao, merengue de Luis Enrique Martínez; Esperanza, paseo de Rafael Escalona; Levántate, María, son de Francisco Pacho Rada; y la puya Me vuelvo a coronar, de su autoría.
Respecto a su creación en aire de puya, sostuvo que siempre tuvo claro lo que quería transmitir durante su interpretación. “Tenía la intención de hacer una puya que hablara de que en 2007 fui reina, que gané con Me peino con la lengua y que en esta oportunidad esa niña había vuelto con toda la capacidad en el acordeón para volver a quedarse con la corona, pero trece años después”.
Como mujer ganadora de la más reciente edición del Festival de la Leyenda Vallenata, tiene un gran compromiso en seguir trabajando por el reconocimiento del talento femenino. Afirma que, aunque se ha visto un gran apoyo para ella y muchas de sus colegas en la música folclórica, aún falta mucho camino por recorrer y todavía la diferencias entre las labores desempeñadas por hombres y mujeres son injustas y muy grandes.
Luego de obtener este título en 2020, que significó hasta ahora su mayor meta en cuanto a festivales, Jeimy Arrieta asegura que su presencia en las competencias oficiales disminuirá considerablemente, porque debe enfocarse en otros proyectos. “En este momento me quiero dedicar a rescatar talento. Mi padre tiene una escuela de música y la idea es traer una sede a Barranquilla, que es donde actualmente vivo, para vincular a jóvenes, niños y, por supuesto, mujeres, que quieran hacer parte de este mundo”.
Jeimy Arrieta, quien se define como acordeonera de festivales, no olvida el pasado del folclor, pero está segura de su presente y trabaja, con empeño, para cultivar un futuro más próspero para el tipo de música que representa.
*De la Fundación Color de Colombia.