Joey Montana y su “dembow” romántico
El artista panameño lanzó “Desesperado” junto a Greeicy y Cali y El Dandee, una canción que trae de vuelta el “romantiqueo bailable” que lo ha caracterizado desde los inicios de su carrera musical en La Factoría.
¿Cómo ha vivido esta etapa de pandemia?
Regresé de una gira por Ecuador, y cuando vi que todo se estaba empeorando decidí irme para el campo que es menos tedioso y hay menos gente… Tomamos la decisión pensando que esto iba a durar un mes o dos, pero fue pasando el tiempo y la situación solo empeoraba. Me fui dando cuenta de que me hacía mucha falta tener una rutina y poco a poco la fui adquiriendo, siento que me reconecté conmigo mismo y con el lugar en el que crecí. Aprendí a grabar mis propias canciones, y así fue como nació este sencillo llamado Desesperado.
¿Cómo llegaron Greeicy y Cali y El Dandee a formar parte de este sencillo?
Empecé mi carrera formando parte de un grupo muy famoso llamado La Factoría, en Colombia fuimos muy grandes por canciones como Todavía, y estaba acostumbrado a hacer mis canciones solo, pero luego vino la época de los featuring o las colaboraciones, así que empecé a irme por ese lado, y la primera fue Suena el dembow con Sebastián Yatra. Luego del éxito que tuvo esa canción no quise echarme para atrás y decidí hacer un álbum con colaboraciones que quisiera hacer, es decir, con artistas que fueran amigos míos.
Cuéntenos sobre el proceso creativo de “Desesperado”...
Desesperado la hice hace un año y medio, la guardé y luego se la mostré a Cali y El Dandee, les encantó, nos faltaba una voz femenina y pensé en Greeicy, que es amiga mía. De hecho, le compuse una canción que se llama La minifalda. La parte de ella la compuso junto a Mike Bahía y logramos que esta tuviera ese toque femenino con una producción increíble.
¿Este sencillo es una buena muestra de lo que vamos a escuchar en su álbum “Refresh”? ¿Cuál es la tendencia?
Sí, este álbum va a estar lleno de romantiqueo bailable, porque siento que hay muchas canciones explícitas que también las disfruto y las bailo, pero hace falta música con este tipo de mensajes, así que va a tener canciones muy románticas con una base de reguetón… Eso fue lo que nosotros logramos con La Factoría, con sencillos como La melodía o Suena el dembow, que hablan de amor, pero tienen ese beat bailable.
¿Cómo podría definir la atmósfera de “Desesperado”?
Son melodías muy bonitas, creo que es una canción rica melódicamente, que les puede gustar tanto a un señor de 60 años como a un niño. Esta tiene todo para convertirse en ese híbrido de música balada que habla de despecho con la juventud. Quiero que Desesperado perdure en el tiempo, que sea una canción que escuches en 10 años y te siga gustando.
Cuando compone, ¿cómo se da cuenta de que la letra de una canción no funciona?
Eso me pasó con Greeicy, cuando venía de hacer un éxito de CNCO, que se llama Hey DJ, y en la disquera me dijeron que me sentara con ella a componer, en ese momento no la conocía, y ese día no nos salió nada… Tenía muchísima pena, y le pedí perdón porque además ella es una artista que tiene muy claro lo que quiere, y cuando me surgía una idea ella me decía que por ahí no. Al día siguiente, cuando llegamos, ambos teníamos ya otra mentalidad y salió La minifalda, a veces simplemente no fluyen las cosas, pero es parte del proceso.
Empezó a crear La Factoría entre 1999 y 2000. ¿Qué le llamaba la atención de ese formato específico y cómo se consolidó el grupo?
Llegué por accidente, porque en realidad La Factoría la creó DJ Pablito, que era el productor, y en esos tiempos no era como ahora, que uno saca su canción y ya, uno tenía que ir a la emisora y todo era más exclusivo. Un día me presenté a una audición para una canción que se llamaba Wepa, que cuando salió pegó mucho sobre todo en Colombia, y luego del éxito que tuvo se tomó la decisión de crear La Factoría con dos chicas, DJ Pablito y yo.
¿Fue muy importante Colombia para la consolidación de La Factoría?
Totalmente, nosotros vivimos un tiempo en Bogotá, fuimos a muchas partes, y éramos la sensación porque íbamos caminando y escuchábamos nuestras canciones en los carros, Papi chulo, Que me maten, en ese tiempo eran un fenómeno que después de opacó cuando salió el reguetón, y creo que eso pasó porque ellos le apuntaban más a la inversión y fueron creando poco a poco otra categoría con un producto más elaborado.
¿Cómo ha vivido esta etapa de pandemia?
Regresé de una gira por Ecuador, y cuando vi que todo se estaba empeorando decidí irme para el campo que es menos tedioso y hay menos gente… Tomamos la decisión pensando que esto iba a durar un mes o dos, pero fue pasando el tiempo y la situación solo empeoraba. Me fui dando cuenta de que me hacía mucha falta tener una rutina y poco a poco la fui adquiriendo, siento que me reconecté conmigo mismo y con el lugar en el que crecí. Aprendí a grabar mis propias canciones, y así fue como nació este sencillo llamado Desesperado.
¿Cómo llegaron Greeicy y Cali y El Dandee a formar parte de este sencillo?
Empecé mi carrera formando parte de un grupo muy famoso llamado La Factoría, en Colombia fuimos muy grandes por canciones como Todavía, y estaba acostumbrado a hacer mis canciones solo, pero luego vino la época de los featuring o las colaboraciones, así que empecé a irme por ese lado, y la primera fue Suena el dembow con Sebastián Yatra. Luego del éxito que tuvo esa canción no quise echarme para atrás y decidí hacer un álbum con colaboraciones que quisiera hacer, es decir, con artistas que fueran amigos míos.
Cuéntenos sobre el proceso creativo de “Desesperado”...
Desesperado la hice hace un año y medio, la guardé y luego se la mostré a Cali y El Dandee, les encantó, nos faltaba una voz femenina y pensé en Greeicy, que es amiga mía. De hecho, le compuse una canción que se llama La minifalda. La parte de ella la compuso junto a Mike Bahía y logramos que esta tuviera ese toque femenino con una producción increíble.
¿Este sencillo es una buena muestra de lo que vamos a escuchar en su álbum “Refresh”? ¿Cuál es la tendencia?
Sí, este álbum va a estar lleno de romantiqueo bailable, porque siento que hay muchas canciones explícitas que también las disfruto y las bailo, pero hace falta música con este tipo de mensajes, así que va a tener canciones muy románticas con una base de reguetón… Eso fue lo que nosotros logramos con La Factoría, con sencillos como La melodía o Suena el dembow, que hablan de amor, pero tienen ese beat bailable.
¿Cómo podría definir la atmósfera de “Desesperado”?
Son melodías muy bonitas, creo que es una canción rica melódicamente, que les puede gustar tanto a un señor de 60 años como a un niño. Esta tiene todo para convertirse en ese híbrido de música balada que habla de despecho con la juventud. Quiero que Desesperado perdure en el tiempo, que sea una canción que escuches en 10 años y te siga gustando.
Cuando compone, ¿cómo se da cuenta de que la letra de una canción no funciona?
Eso me pasó con Greeicy, cuando venía de hacer un éxito de CNCO, que se llama Hey DJ, y en la disquera me dijeron que me sentara con ella a componer, en ese momento no la conocía, y ese día no nos salió nada… Tenía muchísima pena, y le pedí perdón porque además ella es una artista que tiene muy claro lo que quiere, y cuando me surgía una idea ella me decía que por ahí no. Al día siguiente, cuando llegamos, ambos teníamos ya otra mentalidad y salió La minifalda, a veces simplemente no fluyen las cosas, pero es parte del proceso.
Empezó a crear La Factoría entre 1999 y 2000. ¿Qué le llamaba la atención de ese formato específico y cómo se consolidó el grupo?
Llegué por accidente, porque en realidad La Factoría la creó DJ Pablito, que era el productor, y en esos tiempos no era como ahora, que uno saca su canción y ya, uno tenía que ir a la emisora y todo era más exclusivo. Un día me presenté a una audición para una canción que se llamaba Wepa, que cuando salió pegó mucho sobre todo en Colombia, y luego del éxito que tuvo se tomó la decisión de crear La Factoría con dos chicas, DJ Pablito y yo.
¿Fue muy importante Colombia para la consolidación de La Factoría?
Totalmente, nosotros vivimos un tiempo en Bogotá, fuimos a muchas partes, y éramos la sensación porque íbamos caminando y escuchábamos nuestras canciones en los carros, Papi chulo, Que me maten, en ese tiempo eran un fenómeno que después de opacó cuando salió el reguetón, y creo que eso pasó porque ellos le apuntaban más a la inversión y fueron creando poco a poco otra categoría con un producto más elaborado.