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Un escenario iluminado con luces tenues, que muestran a una orquesta compuesta por cuerdas y un clavecín y, en el centro con una luz más potente, aparece una mujer rubia con el pelo corto y los ojos, mejillas, cuello y pecho pintados con colores brillantes, como el magenta, plateado y dorado.
Considerada una de las mejores cantantes líricas del momento, Joyce DiDonato llega por primera vez a Colombia con una producción en la que se cuestiona si es posible encontrar la paz, sincera y duradera, en medio del caos.
Con la ayuda de arias barrocas de Purcell, Händel, De Cavalieri, Gesualdo, Leonardo Leo y Arvo Pärt, esta cantante lírica, ganadora de dos premios Grammy en la categoría de Mejor Solista Vocal Clásica en 2012 y 2016, transmite sus pensamientos políticos y sociales con la “alegría de la música” frente a la dura realidad que golpea al mundo de hoy.
“Pienso que la música debe ser para todo el mundo y no de élites. Por esto, a través de ella le recuerdo a las personas que la paz es lo único que nos pertenece”, aseguró DiDonato.
Nacida en Kansas, EE. UU., es la sexta de siete hermanos. Su padre era arquitecto y dirigía un coro de iglesia; su madre tocaba el piano. La música está sus venas. Su padre amaba la ópera y fue quien la incentivó a dedicarse a ella, a pesar de que DiDonato quería entrar al mundo de la docencia. En su casa se escuchaba música clásica, jazz y rock. Al enamorarse del canto lírico ha explorado los universos sonoros de diversos compositores, en especial, de Händel, Mozart y Rossini.
“Probablemente, son los tres compositores que más me han acompañado en mi carrera. Les he dedicado muchas horas y me han enseñado no solo sobre música sino acerca de la belleza, la creación, la condición humana, y el valor. Me inspiran y constantemente descubro más sobre su legado”, describió la artista que en sus tiempos libres, paralelo a su figura como una de las cantantes de ópera más importantes en la actualidad, disfruta de la naturaleza, pasar tiempo en familia y la fotografía.
Dentro de sus presentaciones recientes se destaca su participación en La Cenicienta y Norma en la Metropolitan Opera de Nueva York, su regreso a la Royal Opera de Londres en Semiramide, bajo la dirección de Antonio Pappano; el montaje de Dead Man Walking en el Teatro Real de Madrid y su presentación en el Barbican Centre con la Orquesta Sinfónica de la BBC.
“Las personas tienen el derecho de sentir la paz en la casa, en la calle, en la ciudad; por esto, con este trabajo les pregunto: ¿en medio del caos pueden encontrar la paz?”, concluye DiDonato, quien con esta producción asegura que el arte es capaz de unificar, romper límites, conectar lo que está desconectado, eliminar los estados, amenazar al poder y el status quo, y exaltar el espíritu. “El arte es un camino valiente hacia la paz”.
Su impecable interpretación se mezcla con el trabajo de Il Pomo D’Oro, reconocida por sus
interpretaciones de óperas y obras instrumentales de los periodos clásico y barroco, que contará con la dirección del clavecinista ruso Maxim Emelyanychev; a eso se le suma una potente y colorida puesta en escena y las coreografías creadas por el argentino Manuel Palazzo. “Estar en Bogotá será un sueño hecho realidad”.