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A pesar de los años de experiencia, de las miles de horas sobre los escenarios y el éxito ya cosechado, el colombiano Juanes padece, y disfruta, de los nervios de un novel en su deseo de triunfar en Estados Unidos sin renunciar a su idioma y sus raíces.
"Me encanta, es como si estuviera comenzando de nuevo, es otro sistema y quiero conquistar esta nueva etapa de mi vida y darlo todo, y no es fácil porque no está mi público habitual ahí, pero es muy chévere cuando ves que los americanos disfrutan de la música sin prejuicios", dijo anoche a Efe minutos antes de actuar en el festival City Limits, que se celebra en Austin, Texas (EE.UU.).
A pesar de ser una estrella mundial, haber vendido cerca de 15 millones de copias de sus discos y haber ganado 2 Grammys y 19 Grammy Latino, Juanes es consciente de que tiene trabajo por delante para lograr su nuevo objetivo.
"Soy nuevo para el público norteamericano", reconoció Juanes, que sin embargo, fue invitado a repetir presencia el próximo año en este prestigioso festival, aunque, después de la buena acogida que tuvo en su actuación de este sábado, lo hará en el escenario principal.
El público estadounidense vibró con el cantante de "Me enamora" o "Volverte a ver" y le mostraron su entusiasmo durante y después de su actuación, cuando numerosos admiradores se acercaron a expresarle su apoyo mientras el colombiano recorría los predios del festival.
Tras la actuación, era el momento de disfrutar del buen recibimiento y acudir al concierto de Eminem, del que aseguró que le "encanta su 'flow' (ritmo) y la contundencia de lo que dice en sus letras", aunque esa relajación era todo nervios antes de presentarse ante el exigente público local.
"Antes de subir al escenario me cogen unos nervios tenaces, una adrenalina que no te puedo explicar y pienso ¡quién me mandó a meterme en esto!, pero cuando suena el primer acorde eso es todo para mí. Amo demasiado lo que hago, y cantar y tocar la guitarra es conectarme con Dios, con lo más grande, con lo divino".
El primer paso en este proyecto lo dio hace años con temas como "A Dios le pido" o "La camisa negra" y desde entonces ha ido creciendo en el mercado angloparlante de EE.UU. y, al contrario que otras estrellas latinas que adoptan el inglés y sonidos generalistas, Juanes sigue fiel al español y los ritmos que le vieron crecer.
Y es que Juanes no duda al presentarse a aquellos que empiezan a conocer su música: "Lo que yo hago es una mezcla de rock con cumbia, con vallenato, con champeta, con lo que sea que se me atraviese por ahí del folclor".
Pero no es casual su segunda presencia en el festival de Austin, una de los citas musicales más importantes de EE.UU. y que reúne este año en 8 escenarios a 130 nombres como Pearl Jam, Eminem, Lana del Rey, Beck, Lorde, Skrillex, Foster the People, Spoon, Calvin Harris e Interpol, entre otros.
Otro de los pasos para triunfar en este importante mercado es su presencia en la televisión. Juanes es habitual en los famosos programas nocturnos de las cadenas nacionales y en noviembre de 2013 acudió por quinta ocasión al "The Tonight Show" (el artista latino con mayor presencia en este popular programa) para presentar su último álbum, "Loco de amor", que ya es disco platino en EE.UU.
Este disco contiene además el tema "Una flor", que forma parte de la banda sonora de la serie del canal estadounidense CW "Jane the Virgin", adaptación de la telenovela venezolana "Juana la virgen" y en la que el cantautor además hace su debut como actor en inglés.
Pero, aunque el reto es inmenso y la ilusión máxima, Juanes tiene claro cuál es el límite, estar cerca de aquellos que le permiten mantener la cordura: su esposa, Karen Martínez, y sus hijos Luna, Paloma y Dante.
"Ya no me voy de la casa por más de un mes ni loco, paso por la casa cada ocho días porque es la única manera de estar sano", aseguró. "El costo es alto a nivel personal. Lo más duro es dejar la familia, la esposa, los hijos" y su casa, que desde hace años está en Miami.
Por ello, no duda en decir que los quehaceres del día a día, como llevar a sus hijos a la escuela y ayudarles con las tareas, es lo "único que lo hace a uno humano y real".
Pero reconoce que no siempre fue así: "Ese balance entre trabajo y familia es algo que estoy aprendiendo en este momento de mi vida".