Juliana y su “Dos dos dos”: un volcán de sonoridades
La actriz y cantautora, que obtuvo el Grammy Latino en la categoría Mejor nuevo artista, revela cómo fue el proceso de creación de su segundo álbum de estudio, en el que cuenta con la complicidad de Mabiland y Clarissa.
Giancarlo Calderón
La cantautora colombiana Juliana Velásquez (o Juliana a secas, que fue como se dio a conocer en la escena musical) lleva una alegría y una “carga”, lo que también podría llamarse el dulce peso del éxito.
(Le recomendamos: Olivia Rodrigo, la nueva era del pop)
La artista, que prácticamente recién comenzó su carrera musical profesional, lo hizo de la mejor manera: fue la ganadora, el año pasado, del Latin Grammy en la categoría Mejor nuevo artista, también recibió tres nominaciones a los Premios Nuestra Tierra, además logró vender toda la taquilla de tres conciertos en Bogotá. Es un buen comienzo, por supuesto; sin embargo, esto también implica una especie de responsabilidad artística consigo misma y con un público que rápidamente reconoció en ella talento y brillo propio.
Luego de su primer disco (Juliana), que fue punta de lanza para dar a conocer su música no solo en Colombia sino en toda Latinoamérica, la cantante presenta su nuevo trabajo discográfico, titulado Dos dos dos. Es un nombre sucinto, atractivo, por lo menos curioso, que está cargado de significado para ella.
(Lea también: Salsa al Parque 2022 revela su cartel de artistas)
Entre otras cosas, la artista le contó a El Espectador que “se llama así porque el dos es el número que a mí me ha acompañado en la transición de muchos momentos de mi vida”.
Asimismo, se refirió a lo que considera diferencias sustanciales entre este disco y el pasado: “Este álbum es mucho más divertido, mucho más arriesgado, mucho más movido, además contiene diferentes géneros musicales”.
(Además: La pugna por el control de la música de Canserbero)
Juliana piensa que esta variedad sonora enriquece su propuesta, además cree que un gusto amplio y ecléctico, como el de ella, es un recurso válido para producir un trabajo creativo honesto.
“Yo soy como una rocola: escucho todo tipo de música; es como una playlist que pasa, por ejemplo, de Billie Eilish a Juan Luis Guerra, luego sigue con Silvana Estrada y después puede estar Frank Sinatra. Es un volcán de cosas que creo que todos tenemos, y yo quería hacer algo que fuera así, que demostrara que un artista hoy en día no se define por el género musical que canta, sino por cómo canta su música y por qué escribe sus canciones”.
(Le recomendamos: Almudena Amor: la revelación española)
Efectivamente, Dos dos dos es una especie de volcán en el que bullen distintas sonoridades. Un disco particular, no solo por su repertorio diverso, sino por la cantidad de cortes incluidos: 16. Un dato atípico para estos tiempos donde los lanzamientos de canciones individuales (sencillos) gobiernan el mercado de la industria de la música.
En palabras de Juliana: “Es un álbum dividido en cuatro facetas. La primera es latinoamericana, la segunda es mucho más bailable y se podría decir que urbana, la tercera es una faceta mucho más Juliana, como el primer álbum, que es más melancólico y más desnudo; y la cuarta es delirante, que es más funk arriesgado. Este disco es como un viaje que transita por todos los puntos de todas las cúspides de los que ella como artista escucha, pero también lo que ella puede ofrecer”.
(Además: María José Vargas: la más rebelde de “Las Villamizar”)
Juliana es lo que se conoce en el medio como una artista integral o versátil, que alterna el canto y la composición de canciones con una faceta actoral: “Súper pa”, “La gloria de Lucho”, “Niñas mal” y “Siempre fui yo”, entre otras producciones. Todo, al margen del terreno donde se esté moviendo, siempre apunta a un mismo propósito, que es el hecho de crear en términos artísticos. Este nuevo disco, claro, no fue la excepción; fue otra oportunidad más para desplegar su potencial y su compromiso frente a esta realidad.
“Lo más fácil de este álbum fue todo el proceso de composición y creación, porque si se trata de ‘empelicularse’, además de ser cantante y compositora yo soy actriz, o sea que me ‘empeliculo’ con bastante facilidad, y a nivel creativo yo tenía muy claro qué era lo que quería hacer con este disco”.
(Lea también: Elizabeth Olsen y el poder en el Multiverso Marvel)
También, la artista destacó el trabajo en equipo como pieza clave en la realización de su segundo álbum de estudio, resaltando el trabajo del productor como algo primordial. “Además, debo reconocer que la otra persona que hizo que todo fuera muy fácil es un productor [Nico Legreti], que es mi mano derecha y el secuaz más grande que tuve en este álbum. Creo que tener una persona de tanta confianza con la que yo podía hablar de lo que sentía y de lo que quería comunicar me ayudó mucho”.
Mabiland y Clarissa: dos buenas compañías
El repertorio de Dos dos dos incluye varias colaboraciones, entre estas dos con mujeres. Una de ellas fue con la cantautora brasileña Clarissa (“Inminente”), y la otra con la cantante y compositora colombiana Mabiland (“Pendejada”). Sin duda, trabajar junto a mujeres artistas despierta un singular entusiasmo en Juliana.
(Además: Becky G presenta “Esquemas”, su nuevo álbum de estudio)
“Para mí, las mujeres son todo, absolutamente todo. Este disco es un constante homenaje a las mujeres. Entonces, para mí, es muy importante poder invitar a colegas que yo admiro. Las colaboraciones creo que no se deben hacer por ninguna otra razón que por el deseo genuino de compartir una canción con alguien que uno quiere y admira, como es el caso de Mabiland, una mujer que rompe todos los estereotipos y dice: ‘Soy una mujer talentosa, como nadie, y puedo hacer lo que se me dé la gana’. Es supremamente exquisito que ella aceptara colaborar conmigo”.
“Pasó lo mismo con Clarissa, a quien conocí en Río de Janeiro. Nos dimos cuenta de que somos almas gemelas: ella tiene mi misma edad, también es actriz desde los siete años; en fin, tenemos un montón de similitudes y hubo una conexión especial. Que ellas estén en el álbum es una delicia absoluta, porque siento que estamos ahí, nuevamente las mujeres, mostrando que podemos hacer algo más para sentirnos orgullosas de lo que hacemos. El empoderamiento es muy importante, abrir espacios entre nosotras es vital”, concluyó Juliana Velásquez.
La cantautora colombiana Juliana Velásquez (o Juliana a secas, que fue como se dio a conocer en la escena musical) lleva una alegría y una “carga”, lo que también podría llamarse el dulce peso del éxito.
(Le recomendamos: Olivia Rodrigo, la nueva era del pop)
La artista, que prácticamente recién comenzó su carrera musical profesional, lo hizo de la mejor manera: fue la ganadora, el año pasado, del Latin Grammy en la categoría Mejor nuevo artista, también recibió tres nominaciones a los Premios Nuestra Tierra, además logró vender toda la taquilla de tres conciertos en Bogotá. Es un buen comienzo, por supuesto; sin embargo, esto también implica una especie de responsabilidad artística consigo misma y con un público que rápidamente reconoció en ella talento y brillo propio.
Luego de su primer disco (Juliana), que fue punta de lanza para dar a conocer su música no solo en Colombia sino en toda Latinoamérica, la cantante presenta su nuevo trabajo discográfico, titulado Dos dos dos. Es un nombre sucinto, atractivo, por lo menos curioso, que está cargado de significado para ella.
(Lea también: Salsa al Parque 2022 revela su cartel de artistas)
Entre otras cosas, la artista le contó a El Espectador que “se llama así porque el dos es el número que a mí me ha acompañado en la transición de muchos momentos de mi vida”.
Asimismo, se refirió a lo que considera diferencias sustanciales entre este disco y el pasado: “Este álbum es mucho más divertido, mucho más arriesgado, mucho más movido, además contiene diferentes géneros musicales”.
(Además: La pugna por el control de la música de Canserbero)
Juliana piensa que esta variedad sonora enriquece su propuesta, además cree que un gusto amplio y ecléctico, como el de ella, es un recurso válido para producir un trabajo creativo honesto.
“Yo soy como una rocola: escucho todo tipo de música; es como una playlist que pasa, por ejemplo, de Billie Eilish a Juan Luis Guerra, luego sigue con Silvana Estrada y después puede estar Frank Sinatra. Es un volcán de cosas que creo que todos tenemos, y yo quería hacer algo que fuera así, que demostrara que un artista hoy en día no se define por el género musical que canta, sino por cómo canta su música y por qué escribe sus canciones”.
(Le recomendamos: Almudena Amor: la revelación española)
Efectivamente, Dos dos dos es una especie de volcán en el que bullen distintas sonoridades. Un disco particular, no solo por su repertorio diverso, sino por la cantidad de cortes incluidos: 16. Un dato atípico para estos tiempos donde los lanzamientos de canciones individuales (sencillos) gobiernan el mercado de la industria de la música.
En palabras de Juliana: “Es un álbum dividido en cuatro facetas. La primera es latinoamericana, la segunda es mucho más bailable y se podría decir que urbana, la tercera es una faceta mucho más Juliana, como el primer álbum, que es más melancólico y más desnudo; y la cuarta es delirante, que es más funk arriesgado. Este disco es como un viaje que transita por todos los puntos de todas las cúspides de los que ella como artista escucha, pero también lo que ella puede ofrecer”.
(Además: María José Vargas: la más rebelde de “Las Villamizar”)
Juliana es lo que se conoce en el medio como una artista integral o versátil, que alterna el canto y la composición de canciones con una faceta actoral: “Súper pa”, “La gloria de Lucho”, “Niñas mal” y “Siempre fui yo”, entre otras producciones. Todo, al margen del terreno donde se esté moviendo, siempre apunta a un mismo propósito, que es el hecho de crear en términos artísticos. Este nuevo disco, claro, no fue la excepción; fue otra oportunidad más para desplegar su potencial y su compromiso frente a esta realidad.
“Lo más fácil de este álbum fue todo el proceso de composición y creación, porque si se trata de ‘empelicularse’, además de ser cantante y compositora yo soy actriz, o sea que me ‘empeliculo’ con bastante facilidad, y a nivel creativo yo tenía muy claro qué era lo que quería hacer con este disco”.
(Lea también: Elizabeth Olsen y el poder en el Multiverso Marvel)
También, la artista destacó el trabajo en equipo como pieza clave en la realización de su segundo álbum de estudio, resaltando el trabajo del productor como algo primordial. “Además, debo reconocer que la otra persona que hizo que todo fuera muy fácil es un productor [Nico Legreti], que es mi mano derecha y el secuaz más grande que tuve en este álbum. Creo que tener una persona de tanta confianza con la que yo podía hablar de lo que sentía y de lo que quería comunicar me ayudó mucho”.
Mabiland y Clarissa: dos buenas compañías
El repertorio de Dos dos dos incluye varias colaboraciones, entre estas dos con mujeres. Una de ellas fue con la cantautora brasileña Clarissa (“Inminente”), y la otra con la cantante y compositora colombiana Mabiland (“Pendejada”). Sin duda, trabajar junto a mujeres artistas despierta un singular entusiasmo en Juliana.
(Además: Becky G presenta “Esquemas”, su nuevo álbum de estudio)
“Para mí, las mujeres son todo, absolutamente todo. Este disco es un constante homenaje a las mujeres. Entonces, para mí, es muy importante poder invitar a colegas que yo admiro. Las colaboraciones creo que no se deben hacer por ninguna otra razón que por el deseo genuino de compartir una canción con alguien que uno quiere y admira, como es el caso de Mabiland, una mujer que rompe todos los estereotipos y dice: ‘Soy una mujer talentosa, como nadie, y puedo hacer lo que se me dé la gana’. Es supremamente exquisito que ella aceptara colaborar conmigo”.
“Pasó lo mismo con Clarissa, a quien conocí en Río de Janeiro. Nos dimos cuenta de que somos almas gemelas: ella tiene mi misma edad, también es actriz desde los siete años; en fin, tenemos un montón de similitudes y hubo una conexión especial. Que ellas estén en el álbum es una delicia absoluta, porque siento que estamos ahí, nuevamente las mujeres, mostrando que podemos hacer algo más para sentirnos orgullosas de lo que hacemos. El empoderamiento es muy importante, abrir espacios entre nosotras es vital”, concluyó Juliana Velásquez.