K-Rroña e Ynuk, las bandas que abrieron Rock Al Parque 2022

A las 2:00 p. m. y luego de tres largos años, el silencio roquero se rompió. El sonido de la batería de Dilson y la estridente voz de Alejandro, hermanos y miembros de la banda de hard-core punk K-Rroña, hicieron que el escenario Plaza del Parque Metropolitano Simón Bolívar retumbara y que, de esta manera, se diera inicio a la edición 2022 de Rock al Parque, uno de los festivales más célebres de América Latina, que sigue siendo punto de encuentro para todas las identidades y expresiones musicales de Bogotá.

K-Rroña hizo resonar la fiesta de la música latinoamericana con temas que le cantaban a la individualidad del ser y sobre cómo los cambios no surgen desde las masas sino desde cada persona.

No obstante, sus integrantes aseguran que sus letras son completamente apolíticas, así le dan mucha importancia a lo instrumental que se caracteriza por la velocidad de los riffs y una batería al estilo metal, para rematar con una voz exigente y poderosa, un poder acompañado de un gran dominio del escenario.

“Nos mostramos muy seguros ante el exigente público capitalino; sin embargo, era una situación desafiante y emocionante, pues no habíamos estado en un escenario tan grande. La experiencia es brutal, estamos muy agradecidos; aún no lo asimilamos”, aseguró Alejandro, vocalista y uno de los fundadores de la agrupación, luego de bajarse de la tarima, donde demostraron la experiencia y el talento que han cultivado durante 20 años, una trayectoria que les ha permitido participar en grandes festivales como los 34 Años del Punk en Ecuador y el Día del Ruido en Bogotá.

(Lea también: Con hardcore se iluminó el primer día de Rock al Parque 2022)

Metal andino ancestral

Entre tanto, el escenario Bio cobró vida y renació con un homenaje al cacique Tisquesusa. Así, la mitología ancestral se fue abriendo paso en el Festival con el señor del destino o Ynuk, banda que nace en 2013 bajo la cobija del folk metal en las aulas de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

Su propuesta musical hace una fusión única entre el metal y el sonido de Los Andes, que cautivó al público asistente. “No conocía el grupo, pero cuando escuché una quena Ynuk tuvo toda mi intención, pues nunca había escuchado una mezcla entre metal y música andina. Además, me encantó su puesta en escena y su vestuario mitológico”, dijo Javier Corba, quien venía desde Tunja para disfrutar por primera vez de un Rock al Parque.

Al igual que K-Rroña, Ynuk se presentaba por primera vez en el Festival donde lanzaron su último sencillo Destino y otros temas contestatarios que los hicieron sobresalir en otros escenarios musicales como el Usmetal y el Festival Metal de las Montañas.

“Para nosotros fue un privilegio participar en Rock al Parque, sentimos una energía impresionante, fue una gran experiencia”, aseguraron los miembros de la agrupación, que añadieron que su objetivo “es cantar la música de nuestros ancestros y mostrar respeto por nuestro pasado”.

(Sígale la pista: “Caídas”, el álbum debut de Lapelúda que hace frente a heridas del pasado)

Así, estas bandas bogotanas tuvieron la oportunidad de presentarse en el Parque Simón Bolívar gracias a que se destacaron entre los 378 grupos que se inscribieron este 2022 en la Convocatoria Distrital, que año tras año se realiza con el objetivo de democratizar la participación en el Festival, que para estas agrupaciones resulta ser una plataforma que facilita la reactivación de sus actividades artísticas y su circulación.

A las 2:00 p. m. y luego de tres largos años, el silencio roquero se rompió. El sonido de la batería de Dilson y la estridente voz de Alejandro, hermanos y miembros de la banda de hard-core punk K-Rroña, hicieron que el escenario Plaza del Parque Metropolitano Simón Bolívar retumbara y que, de esta manera, se diera inicio a la edición 2022 de Rock al Parque, uno de los festivales más célebres de América Latina, que sigue siendo punto de encuentro para todas las identidades y expresiones musicales de Bogotá.

K-Rroña hizo resonar la fiesta de la música latinoamericana con temas que le cantaban a la individualidad del ser y sobre cómo los cambios no surgen desde las masas sino desde cada persona.

No obstante, sus integrantes aseguran que sus letras son completamente apolíticas, así le dan mucha importancia a lo instrumental que se caracteriza por la velocidad de los riffs y una batería al estilo metal, para rematar con una voz exigente y poderosa, un poder acompañado de un gran dominio del escenario.

“Nos mostramos muy seguros ante el exigente público capitalino; sin embargo, era una situación desafiante y emocionante, pues no habíamos estado en un escenario tan grande. La experiencia es brutal, estamos muy agradecidos; aún no lo asimilamos”, aseguró Alejandro, vocalista y uno de los fundadores de la agrupación, luego de bajarse de la tarima, donde demostraron la experiencia y el talento que han cultivado durante 20 años, una trayectoria que les ha permitido participar en grandes festivales como los 34 Años del Punk en Ecuador y el Día del Ruido en Bogotá.

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Metal andino ancestral

Entre tanto, el escenario Bio cobró vida y renació con un homenaje al cacique Tisquesusa. Así, la mitología ancestral se fue abriendo paso en el Festival con el señor del destino o Ynuk, banda que nace en 2013 bajo la cobija del folk metal en las aulas de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

Su propuesta musical hace una fusión única entre el metal y el sonido de Los Andes, que cautivó al público asistente. “No conocía el grupo, pero cuando escuché una quena Ynuk tuvo toda mi intención, pues nunca había escuchado una mezcla entre metal y música andina. Además, me encantó su puesta en escena y su vestuario mitológico”, dijo Javier Corba, quien venía desde Tunja para disfrutar por primera vez de un Rock al Parque.

Al igual que K-Rroña, Ynuk se presentaba por primera vez en el Festival donde lanzaron su último sencillo Destino y otros temas contestatarios que los hicieron sobresalir en otros escenarios musicales como el Usmetal y el Festival Metal de las Montañas.

“Para nosotros fue un privilegio participar en Rock al Parque, sentimos una energía impresionante, fue una gran experiencia”, aseguraron los miembros de la agrupación, que añadieron que su objetivo “es cantar la música de nuestros ancestros y mostrar respeto por nuestro pasado”.

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Así, estas bandas bogotanas tuvieron la oportunidad de presentarse en el Parque Simón Bolívar gracias a que se destacaron entre los 378 grupos que se inscribieron este 2022 en la Convocatoria Distrital, que año tras año se realiza con el objetivo de democratizar la participación en el Festival, que para estas agrupaciones resulta ser una plataforma que facilita la reactivación de sus actividades artísticas y su circulación.