La Filarmed y el Teatro Pablo Tobón Uribe presentan “El cuenta cuentos de Pombo”
Este concierto didáctico cuenta con música y dirección del maestro Jaime Martínez y la narración de Fernando Martínez, asistente de flauta de Filarmed.
Con instrumentos tan sorprendentes como el trombón bajo, la tuba, el fagot y la percusión, la Orquesta sonará divertida, acompañada de narrador, para interpretar y darle vida a las maravillosas fábulas de Rafael Pombo como Juan Matachín, El niño y la mariposa, La pobre viejecita, Juaco el ballenero, El renacuajo paseador, Simón el Bobito, Mirringa Mirronga y Juan Chunguero.
Un concierto inolvidable ”Érase una viejecita sin nadita que comer, sino carnes, frutas, dulces, tortas, huevos, pan y pez...” y fue esta fábula, La pobre viejecita, catalogada como una de las mejores escritas en versos que tuvo Pombo, que logro inspirar por años al compositor de este concierto, el venezolano Jaime Martínez, a quien su tía Anita se lo recitaba dulcemente una y otra vez durante su infancia.
El maestro Jaime, quien además se desempaña como principal de oboes de Filarmed, explica que durante la pandemia tuvo la oportunidad de profundizar sus otros talentos como componer y arreglar música para diferentes formatos. “Investigué sobre Rafael Pombo, sin duda el poeta y fabulista más importante de América Latina. Sus fabulas son reconocidas en muchos países del mundo; lo que hice para este concierto fue musicalizar los textos de Pombo”.
“Es bastante complejo ilustrar musicalmente todas las imágenes y acciones que Pombo describe en sus fabulas, de una forma divertida para los niños”, explica el compositor, para quien fue un reto transformar en música elementos de la naturaleza y de los animales como el canto de las ballenas de Juaco el ballenero, el turpial que dejó como herencia La pobre viejecita, la gata candonga y hasta la vestimenta y las historias de los personajes. Además, se incluyeron algunas danzas tradicionales como la polca, la mazurca y los lanceros, y musicalmente algunos elementos de obras universales de Beethoven y Elgar y de piezas para piano de Santo Quijano, Morales del Pino, y algunos ritmos tradicionales colombianos como la gaita merengue, el bambuco y el sanjuanero. “Colombia debe cuidar sus valores culturales, y las fábulas de Pombo sirven para fomentar los buenos valores en los niños de todo el mundo a través de sus moralejas; es muy importante mantener viva su imagen y su obra, nos permite conectarnos con nuestro pasado”.
Rafael Pombo, el poeta colombiano de los niños ¿Sabías que Pombo es uno de los grandes promotores de la literatura infantil de todos los países en los que se habla español? Este gran escritor colombiano nos dejó historias que siguen vigentes en la memoria de nuestro país. Nació en Bogotá en 1833, su relevancia se debe al éxito de sus fábulas y cuentos destinados al público infantil con el humor, la fantasía y la irreverencia, creando historias llenas de color y texto poético muy expresivo. Era un hombre aficionado a la música y a las artes plásticas, además de ser un incansable lector y crítico, tanto así que los libros que leía siempre estaban llenos de observaciones.
Como homenaje a su vida y obra, el 20 de agosto de 1905 fue coronado como Poeta Nacional de Colombia, y tras esta ceremonia en el Teatro Colón, desapareció de la vida pública y se refugió en sus escritos y lecturas hasta el día de su muerte, el 5 de mayo de 1912.
Con instrumentos tan sorprendentes como el trombón bajo, la tuba, el fagot y la percusión, la Orquesta sonará divertida, acompañada de narrador, para interpretar y darle vida a las maravillosas fábulas de Rafael Pombo como Juan Matachín, El niño y la mariposa, La pobre viejecita, Juaco el ballenero, El renacuajo paseador, Simón el Bobito, Mirringa Mirronga y Juan Chunguero.
Un concierto inolvidable ”Érase una viejecita sin nadita que comer, sino carnes, frutas, dulces, tortas, huevos, pan y pez...” y fue esta fábula, La pobre viejecita, catalogada como una de las mejores escritas en versos que tuvo Pombo, que logro inspirar por años al compositor de este concierto, el venezolano Jaime Martínez, a quien su tía Anita se lo recitaba dulcemente una y otra vez durante su infancia.
El maestro Jaime, quien además se desempaña como principal de oboes de Filarmed, explica que durante la pandemia tuvo la oportunidad de profundizar sus otros talentos como componer y arreglar música para diferentes formatos. “Investigué sobre Rafael Pombo, sin duda el poeta y fabulista más importante de América Latina. Sus fabulas son reconocidas en muchos países del mundo; lo que hice para este concierto fue musicalizar los textos de Pombo”.
“Es bastante complejo ilustrar musicalmente todas las imágenes y acciones que Pombo describe en sus fabulas, de una forma divertida para los niños”, explica el compositor, para quien fue un reto transformar en música elementos de la naturaleza y de los animales como el canto de las ballenas de Juaco el ballenero, el turpial que dejó como herencia La pobre viejecita, la gata candonga y hasta la vestimenta y las historias de los personajes. Además, se incluyeron algunas danzas tradicionales como la polca, la mazurca y los lanceros, y musicalmente algunos elementos de obras universales de Beethoven y Elgar y de piezas para piano de Santo Quijano, Morales del Pino, y algunos ritmos tradicionales colombianos como la gaita merengue, el bambuco y el sanjuanero. “Colombia debe cuidar sus valores culturales, y las fábulas de Pombo sirven para fomentar los buenos valores en los niños de todo el mundo a través de sus moralejas; es muy importante mantener viva su imagen y su obra, nos permite conectarnos con nuestro pasado”.
Rafael Pombo, el poeta colombiano de los niños ¿Sabías que Pombo es uno de los grandes promotores de la literatura infantil de todos los países en los que se habla español? Este gran escritor colombiano nos dejó historias que siguen vigentes en la memoria de nuestro país. Nació en Bogotá en 1833, su relevancia se debe al éxito de sus fábulas y cuentos destinados al público infantil con el humor, la fantasía y la irreverencia, creando historias llenas de color y texto poético muy expresivo. Era un hombre aficionado a la música y a las artes plásticas, además de ser un incansable lector y crítico, tanto así que los libros que leía siempre estaban llenos de observaciones.
Como homenaje a su vida y obra, el 20 de agosto de 1905 fue coronado como Poeta Nacional de Colombia, y tras esta ceremonia en el Teatro Colón, desapareció de la vida pública y se refugió en sus escritos y lecturas hasta el día de su muerte, el 5 de mayo de 1912.