La música colombiana está viva
La edición número 37 del Festival Nacional de la Música Colombiana regresa a la presencialidad. Serán más de 60 eventos que tendrán lugar en Ibagué, del 13 al 20 de marzo.
Doris Morera de Castro - Especial para El Espectador
Recientemente me preguntaron si alguna vez soñé que el Festival Nacional de la Música Colombiana, que organizamos anualmente desde la Fundación Musical de Colombia en Ibagué, sería un evento de más de 60 actividades durante una semana, o que iba a tener la acogida por parte del gremio musical o el posicionamiento con el que hoy cuenta en el país. Mi respuesta es sí.
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Recientemente me preguntaron si alguna vez soñé que el Festival Nacional de la Música Colombiana, que organizamos anualmente desde la Fundación Musical de Colombia en Ibagué, sería un evento de más de 60 actividades durante una semana, o que iba a tener la acogida por parte del gremio musical o el posicionamiento con el que hoy cuenta en el país. Mi respuesta es sí.
Así lo queríamos y queremos más. Soñamos con llevar a todo el mundo nuestros bambucos, guabinas, pasillos, cumbias, vallenatos, arrullos y currulaos. No solo mostrar toda la riqueza musical de nuestro pueblo, también preservarla para seguir construyendo una patria viva, amable y pujante en el corazón de las nuevas generaciones.
Debo reconocer que ese sueño nació después de conmemorar el primer obituario del maestro Darío Garzón, con una serenata en el cementerio San Bonifacio de Ibagué, el 21 de marzo de 1987. En esa fecha nació el homenaje al Dueto Garzón y Collazos, de la mano del maestro César Augusto Ramírez, el acompañamiento del compositor Pedro J. Ramos y la participación de duetos tradicionales, tríos, solistas y demás agrupaciones de Ibagué y del departamento, que acudieron a esa primera convocatoria. Desde entonces la Coral Ciudad Musical abandera dicho homenaje cada año.
En 2020 y 2021, cuando atravesamos lo peor de la pandemia, nos preguntamos sobre las cosas fundamentales de la existencia. En ese contexto pudimos dimensionar la importancia de la música en la vida, y vimos cómo se abrió paso a través de las nuevas tecnologías, tocó las emociones de la gente y se convirtió en esperanza y en un medio para mantenernos unidos y con ánimo de seguir adelante.
La música no es solo un sector de la industrial, o un pasatiempo, es parte del alma. Esa verdad nos dio fuerza para adaptarnos y pensar en cómo optimizar los esfuerzos para poder aprender nuevas formas de tejer la cultura. Tuvimos que reducirnos, suspender algunas actividades y concentrarnos en lo fundamental.
Ahora que llegamos a la edición 37 del Festival de Música Colombiana, en un contexto de total presencialidad, vemos atrás y un camino que hemos recorrido juntos, sólidamente, a pesar de las circunstancias difíciles: el equipo de la Fundación, músicos, compositores, académicos, empresarios, mandatarios, amigos de la Fundación, instituciones como la Alcaldía de Ibagué, la Gobernación del Tolima, el Ministerio de Cultura, artistas regionales, los mismos medios de comunicación masiva y estrellas del folclor que han traspasado fronteras con sus propuestas y que han puesto su imagen, su voz y su apoyo para darle al Festival cada día más lustre.
Gracias a esta fuerza común hemos logrado llevar con grandeza el título de Patrimonio Cultural y Artístico de la Nación (Ley 851 de 2003) y realizar cada año, no solo los eventos que representan la médula del Festival, sino que también crecimos gradualmente con la creación de espacios para la participación de artistas en todas las edades: niñas, niños, jóvenes, adultos y mayores.
Me refiero a los concursos nacionales de Duetos “Príncipes de la Canción”, y de Composición “Leonor Buenaventura”, ahora en sus ediciones 29 y 26, respectivamente, con los que se busca inmortalizar al dueto como formato rey de los aires andinos tradicionales colombianos, conservar la memoria de los compositores que le han dado gloria a la nación, y enriquecer el cancionero de música colombiana, con nuevas letras y propuestas que le ayuden a estar a tono con la modernidad. Este año hicimos una selección de 20 duetos y 12 compositores, provenientes de 10 departamentos de Colombia, un indicador positivo que refleja la resonancia del Festival en todas las regiones de Colombia.
Y si nos remitimos a la riqueza de la interculturalidad, es importante nombrar el Concurso Departamental “Cantalicio Rojas”, creado en 2010 para incentivar la divulgación de la obra “El Contrabandista” del Maestro Cantalicio Rojas, uno de los compositores más representativos del Tolima. También el Encuentro de Músicas de las Regiones, creado en 2016, donde agrupaciones de diferentes partes de Colombia viajan a la Ciudad Musical para compartir sus presentaciones de músicas y danzas tradicionales en formatos tan diversos como sus orígenes.
Mi mayor satisfacción, al llegar a esta trigésima séptima versión, es ver cómo finalmente sí estamos logrando la transición intergeneracional de la música colombiana. Hoy vemos como el 80% de los participantes en nuestro certamen, como en muchos otros que se realizan en otras capitales, son jóvenes y adultos.
Para este propósito hay espacios como el Encuentro Nacional “Los Niños al Encuentro de la Música Colombiana”, que desde 2004 despliega el talento de los Jardines Infantiles - proyecto de la Fundación Musical de Colombia para llevar formación artística e instrumental a niñas y niños de los barrios más vulnerables de Ibagué-, y de las representaciones infantiles de otros semilleros musicales que se promueven en las demás regiones colombianas, por iniciativa pública o privada.
A esto se suma el Encuentro Nacional Universitario de Música Colombiana, que se realiza desde 2014 en alianza con instituciones de educación superior de Ibagué, del Tolima y de la Nación, que le permite a la juventud hacer de nuestras sonoridades parte de su camino o su proyecto de vida. Así se completa el circuito de formación, promoción, defensa y fomento de nuestros aires andinos tradicionales. Hoy el resultado es maravilloso.
Finalizo esta reflexión reconociendo la capacidad hospitalaria de nuestra ciudad como motor de desarrollo socioeconómico y de cohesión humana. Por eso les invito a que nos acompañen en Ibagué. Tendremos grandes artistas tanto en la inauguración este 15 de marzo a las 7 de la noche en el Centro de Convenciones de la Gobernación, y en la clausura el domingo 19, desde las 4 de la tarde en el Parque Murillo Toro, como los duetos Entre Cantos, Nocturnal, Maderas, artistas como Katie James, Beatriz Arellano, Adriana Lucía y agrupaciones como La Gran Rondalla, Puerto Candelaria, El Barbero del Socorro, La Herencia de Timbiquí, y otros. La música colombiana está viva, por eso Ibagué les espera con los brazos abiertos. www.fundacionmusicaldecolombia.org
Por Doris Morera de Castro, presidenta de la Fundación Musical de Colombia.