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El Wacken Open Air Festival, conocido como uno de los mayores eventos de música metal en Europa, comenzó el 2 de agosto al norte de Alemania. Este año, el cartel presenta bandas reconocidas en el mundo del metal y sus diferentes subgéneros, como Iron Maiden, Megadeth y Anthrax, pero las festividades iniciales, denominadas “Lemmy Forever”, rindieron un emotivo tributo al legendario Lemmy Kilmister, vocalista y bajista de Motörhead.
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Hace ocho años, metaleros en todo el mundo lamentaron la pérdida de Ian “Lemmy” Kilmister a la edad de 70 años, un par de días después de enterarse de su último diagnóstico médico, en el que le encontraron cáncer de próstata. Ahora, una parte de su legado descansa eternamente en uno de sus lugares favoritos para tocar junto a su banda, Motörhead.
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“El regreso de Lemmy a Wacken es un honor enorme para nosotros que no podemos describir con palabras. Crearemos un lugar de homenaje para él que le haga justicia a su legado en la música”, mencionó el organizador del festival, Thomas Jensen.
A pesar de las condiciones climáticas, lluvia y más lluvia, la atmósfera vibró con estruendosas celebraciones. Phil Campbell y Mikkey Dee, ex compañeros de banda de Lemmy, lideraron un conmovedor desfile, acompañados por varias carrozas gigantes que transportaron a cientos de fanáticos ruidosos y apasionados de Motörhead.
“La conmemoración a su vida y obra comenzó en el festival y continuó hacia el municipio alemán de Wacken, donde Lemmy tenía su refugio predilecto. Allí, una multitud entusiasta esperaba ansiosamente la solemne ceremonia de consagración. Con profunda emoción, Phil y Mikkey depositaron las cenizas de Lemmy en una versión más pequeña de su emblemática urna personalizada. Las cenizas fueron colocadas con sumo cuidado en una unidad de exhibición de vidrio especialmente preparada, junto a sus queridos artículos personales, como su característico sombrero, sus icónicas botas, su bajo y el amplificador Marshall que lo acompañaron en innumerables actuaciones”, se puede leer en la crónica del evento descrita en la página oficial de la agrupación.
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Los fanáticos presentes se unieron en un brindis comunitario, honrando la memoria del legendario vocalista y bajista de Motörhead, cuya influencia sigue resonando en la escena musical.
A pesar de los hechos descritos por Motörhead y los mismos encargados del Open Air Wacken, muchos medios en el mundo informaron que las cenizas de Lemmy habían sido regadas en el barró del festival. Hecho que molestó a fanáticos de la agrupación y a la misma banda, por lo que tuvieron que salir a desmentir y corregir la noticia.
Además, la banda y amigos de Lemmy Kilmister sostuvieron que, hasta ahora, han cumplido al pie de la letra los deseos que el artista en vida estipuló para su muerte. Parte de sus cenizas fueron entregadas a sus seres queridos dentro de balas y otra parte sería transformada en tinta para que los miembros de su banda y equipo se pudieran tatuar.
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