Leo Dan, una voz que siempre le cantó al amor
El cantante argentino, que falleció este miércoles 1 de enero, compuso más de 3.000 canciones y vendió más de 40 millones de discos en todo el mundo. Sus canciones, que eran más bien poemas cantados, sacudieron el género de la balada y lo posicionaron como uno de los cantantes más importantes de la Nueva Ola.
Daniela Suárez Zuluaga
A veces el amor no entiende de tiempos. A veces la muerte tampoco. Cuando apenas estábamos trazando la ruta de los propósitos del nuevo año, la inevitable tocó a la puerta de Leopoldo Dante Tévez, conocido artísticamente como Leo Dan. Un hombre que entendió que aunque el amor no es eterno, la música que le canta sí lo es.
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A veces el amor no entiende de tiempos. A veces la muerte tampoco. Cuando apenas estábamos trazando la ruta de los propósitos del nuevo año, la inevitable tocó a la puerta de Leopoldo Dante Tévez, conocido artísticamente como Leo Dan. Un hombre que entendió que aunque el amor no es eterno, la música que le canta sí lo es.
“A la música le pasa lo mismo que al vino, entre más añeja, mejor. Yo hice canciones que el corazón me decía y que el alma me dictaba”. La frase cobra más sentido cuando las letras de sus canciones hacen parte de la banda sonora de la vida.
Así comienza nuestro amor
En primavera
Cuando las rosas del rosal
Son como Celia.
Ahora solo me pregunto
Quizás me quiera
Y no hago más que repetir
Tu nombre, Celia
“Celia”(1963) fue su primer éxito, una canción que describe ese primer encuentro entre dos personas un domingo de primavera. Es el nacimiento de un sentimiento poderoso que permeó la obra del artista argentino en sus seis décadas de carrera: el amor. Luego de “Celia” vinieron “Fanny”, “Cómo te extraño mi amor”, “Estelita”, “Qué tiene la niña” y “Por un caminito”, poemas que Dan escribió en su libreta y luego convirtió en baladas.
Le cantó al amor. Un estado en el que cuesta reconocerse y, sin embargo, su nombre logró tal reconocimiento que en 1970 se mudó a México para seguir cosechando el éxito que compartía con sus colegas de la llamada Nueva Ola. Palito Ortega, Roberto Carlos, Claudia de Colombia y Los Yetis hacían parte del movimiento de músicos que, desde 1950, adoptaron las influencias del rock norteamericano y la cultura pop de Europa, y que marcó la música hispanoamericana entre 1970 y 1980.
Canciones inmortales
Aunque Dan fue un artista “de otra época”, desde muy niña sus letras se metieron en mi cabeza y en mi corazón. Mi familia paterna siempre lo escuchaba, y hoy, con 29 años, sigo cantando sus canciones como si las hubiese escuchado ayer por primera vez. “Siempre estoy pensando en ella” me conmovía, y aún lo hace. No solo por la letra, también por su melodía. Es nostálgica, dura, y describe perfectamente la ausencia de alguien a quien uno amó.
Siempre estoy buscando en las cosas
Un poco de ti
Y en la dulce sonrisa de un niño
La fe que perdí
Pero cada mañana despierto
Con una ilusión
De encontrarla en cada mañana
Y darle mi amor.
Gloria, mi mamá, dice que aprendió a amar con las canciones de Leo Dan. Recuerda cuando mi papá, hace más de 25 años, le dedicó “Mary es mi amor”, que sigue siendo una de sus favoritas. Es una declaración de amor absoluta, una carta, un poema para los que prefieren morir antes que vivir sin la persona que aman.
Si un día me faltas tú
Que dios me ayude a morir
Ya que no volveré a ser
En esta vida feliz
Sin ti, Mary
Si estoy viviendo por ti.
Leo Dan se enamoró de su esposa Marietta Tevez desde la primera vez que la vio. Esa misma noche le pidió que se casaran. A los 11 días ya eran marido y mujer. “Estaba pálido, porque a todas las mujeres que les pedí matrimonio me dijeron que no, que había que pensarlo, pero Marietta no dudó”, recordó en el programa de entrevistas Soles y Vientos, presentado por Marlon Becerra en 2013.
En esa misma entrevista, Dan habló sobre Colombia, y contó que siempre estuvo rodeado de colombianos sin importar en qué país estuviese viviendo. “Hay una afinidad muy linda, este país está lleno de gente tan hermosa. Hay estadísticas que dicen que, después de Suiza, Colombia es el país más feliz del mundo, con todos sus problemas y desencuentros por los que tenemos que orar mucho. Es un gran país y va a salir adelante porque tiene todo para hacerlo”.
Parte de esa afinidad que mencionó el cantante se debió a la relación tan estrecha que tuvo con México, la evolución que tuvo su música y el impacto que tuvo en Colombia para la década de los 80.
México y el mariachi
Desde niño, componía canciones en su natal, Santiago del Estero, en Argentina, y pronto se vio influenciado por la música mexicana. “En esa época estaban de moda los cantantes rancheros como Miguel Aceves Mejía, Jorge Negrete y Pedro Infante. Se escuchaba mucho la música mexicana en Argentina. Yo con 7 u 8 años era un enamorado de esa música y, además, no me perdía las películas mexicanas”, contó en la entrevista mencionada.
Esa afición por la música mexicana le despertó la curiosidad, y fue en ese momento cuando quiso grabar con mariachi. Asumió el reto, y le salió tan bien, que le dio la fama internacional. “Esa pared”, “Mi última serenata” y “El radio está tocando tu canción” salieron de México y aterrizaron en Colombia, Perú, Argentina, Ecuador y Venezuela.
“Ahora se pueden encontrar mariachis en todos los países de América Latina, causamos una revolución” recordó Dan, que a todas sus presentaciones los llevaba.
Esa pared
Que no me deja verte
Debe caer
Por obra del amor
Esa pared
que no me deja verte
Debe caer
Leo Dan fue uno de los compositores más importantes de la música latinoamericana, y aunque las informaciones oficiales dicen que compuso 1.500 canciones, él afirmaba que eran más de 3.000. “Buenas y no tan buenas, grabadas y no grabadas”, mencionó en la entrevista con Becerra. “Yo compongo demasiado, es infernal lo que escribo. Originalmente, quería estudiar veterinaria, pero cantaba en mi pueblo porque ganaba mi dinerito. Por suerte, para los animales, salí cantante”.
El compositor y poeta enamorado acumuló más de 60 años de trayectoria musical. Ganó su fama por ser uno de los más reconocidos intérpretes de la canción romántica en español. Sus letras han sido traducidas al italiano, portugués, alemán, francés, inglés y japonés y ha vendido poco más de 40 millones de discos a nivel internacional.
Aunque falleció a los 82 años debido a problemas de hipertensión, las letras de sus canciones seguirán vigentes, como él lo decía, en nombre del amor.