Los encuentros y desencuentros entre Luis Miguel y Frank Sinatra

Luis Miguel estaba en el culmen de su carrera. Ya había recibido tres premios Grammy, vendido millones de discos, girado por diferentes escenarios mundiales y un año después recibiría su estrella en el Paseo de la Fama. Su éxito tendría cara de Frank Sinatra, no solo porque era considerado, por su voz, como “el Sinatra de la nueva generación”, sino porque había aparecido en una canción a su lado y aquel día le cantaría esa misma canción frente a frente.

Luis Miguel estaba en el culmen de su carrera. Ya había recibido tres premios Grammy, vendido millones de discos, girado por diferentes escenarios mundiales y un año después recibiría su estrella en el Paseo de la Fama. Su éxito tendría cara de Frank Sinatra, no solo porque era considerado, por su voz, como “el Sinatra de la nueva generación”, sino porque había aparecido en una canción a su lado y aquel día le cantaría esa misma canción frente a frente.

En los escenarios mundiales se veía a un artista seguro de sí mismo, pero esa noche los gestos de su cara revelaban nerviosismo. Subió al escenario del Shrine Auditorium, en Los Ángeles, y logró disfrazar su emoción con un discurso en el que se refería al cantante estadounidense como su ídolo. “Estoy muy feliz de estar aquí esta noche porque, cuando era niño, tuve la oportunidad de escuchar las canciones de Frank Sinatra, así que creo que aprendí inglés por sus canciones”.

La cámara enfocó al músico estadounidense, quien estaba sentado escuchando una a una las intervenciones de los artistas que lo homenajeaban. Luis Miguel era el único latino en ese carrusel de artistas. Su intervención duró poco más de 100 segundos, en los que interpretó la canción Come Fly With Me, que Sinatra había grabado como solista en los años 50. El público aplaudió, al igual que el estadounidense. Esa fue la primera vez que se registró su cruce en público.

Un año antes había salido esa misma canción en el álbum llamado Duets II, en el que colaboró el mexicano junto con otros artistas afamados, como Bono, Stevie Wonder, Tony Bennett, Julio Iglesias y Gloria Estefan. En la serie que Netflix publicó en 2018 sobre El sol de México, aparece una versión que propone que el empresario Miguel Alemán Magnani fue quien hizo el contacto con el equipo de Sinatra para realizar esa colaboración.

Es un planteamiento que finalmente no se ha podido comprobar y, por el contrario, se ha dicho que la grabación de esa canción se hizo por partes separadas, lo que indicaría que esa noche del concierto en homenaje a La voz era el primer encuentro en persona entre ambos artistas. Otra de las versiones, que es difícil dar veracidad, es la carta que presuntamente le escribió Sinatra a Luis Miguel y que este último hizo pública a los 25 años de la muerte del norteamericano.

“Querido Micky -le escribió cariñosamente-. Durante años ha sido halagador oír hablar de jóvenes cantantes como el ‘nuevo Frank Sinatra’. Fue incluso agradable cuando me enteré de un joven en México que no tenía comparación con nadie. Cuando te conocí en México, y escuché realmente tu voz, descubrí que eres verdaderamente original, un talento tremendo y tampoco tienes mal aspecto. Felicidades por conseguir tu estrella en el Paseo de la Fama”, dice ese texto.

La poca relación entre el uno y el otro deja mucho a la duda, y mucho más por la fama que había adquirido Luis Miguel en sus cercanos. Uno de sus primeros mánager, Alfred D. Heger, lo refirió en una entrevista que recogió el español Javier León Herrera en su libro sobre el cantante mexicano llamado Luis Miguel: la historia”. En él asegura que le mintió para que hiciera una campaña de promoción, y él le creyó debido a la habilidad que el músico tenía con las palabras.

“Yo creo que de cien veces que me hubiera pedido Luis lo que me pidió, las cien veces se lo hubiera dado, las cien veces hubiera vendido el apartamento y mi parte de la agencia, ese talento embaucador era casi tan grande o más como el que tenía frente a una guitarra. Él decía que Frank Sinatra le había grabado dos canciones y que Picasso le había hecho un dibujo y me lo creí, me lo creí hasta el día que él me dijo que todo eso era mentira”.

En ese texto también refieren que el supuesto dibujo que Picasso le había hecho a Luis Miguel fue publicado como portada de un álbum de 14 canciones con la disquera CBS, tres años antes de la muerte del pintor español, en el año 1973, época en la que el mexicano tendría solo tres años. Otra mentira. En realidad, el único retrato que Pablo Picasso le pintó a un Luis Miguel fue al torero Luis Miguel Dominguín y el único encuentro que se puede comprobar entre Luis Miguel y Sinatra es aquel que quedó registrado en video, en el que ni siquiera el norteamericano pronunció una palabra.