Enrique Bunbury en el Movistar Arena de Bogotá, Colombia, en su gira de despedida "Greta Garbo 2023".
Foto: JULIAN PINZON PHOTOGRAPHY
Las distancias se hacían cortas, pasaban rápido las horas y este concierto no ha parado de menguar. En mi cabeza no ha parado. Fueron dos horas rápidas y cortas. Fue alegre y nostálgico. Esa nostalgia que está tan de moda. No he sonreído y ni he saltado. Ha sido aquel de hace años. Me he convertido en duende o quizá esté yendo hacia atrás como Benjamín Button.
Por Alberto González Martínez
Vallenato formado en la Universidad de Antioquia. Escribe sobre música, cine y demás temas culturales.albertosartreagonzalez@elespectador.com
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