Marky Ramone: La llama viva del punk rock
El veterano baterista es el único sobreviviente de The Ramones, el mítico conjunto que llevó a las masas el sonido frenético y rebelde que hoy cinco décadas después sigue cautivando. Este músico de 69 años nos contó acerca de sus expectativas con respecto a su regreso en concierto este domingo en Bogotá.
Alejandro Bonilla
Marc Bell, mejor conocido como Marky Ramone, lleva más de cincuenta años golpeando su kit de tambores y platillos luego de indicar con fuerza a sus compañeros de banda que comienza una canción: “one, two, three, four!” Entonces el punk emerge en toda su forma de decibeles y rebeldía para dar alegría a los miles que se agolpan para verle tocar. Esa ha sido su vida y lo seguirá siendo mientras pueda.
Este domingo 20 de marzo Marky Ramone se presentará por cuarta ocasión en Colombia con la intención de interpretar un repertorio de 40 canciones que hacen parte del extenso legado de The Ramones. Promesa de una noche repleta de energía y nostalgia. Ninguna agrupación sonaba como ellos; autenticidad de cabo a rabo.
Marky se unió a Ramones en 1978 como reemplazo de Tommy Ramone, quién luego de tres álbumes optó por convertirse en su manager y productor. Marky, un oriundo de Nueva York, había tenido experiencia con bandas como Dust y Richard and Hell and Voivods, pero fue cuando empezó a rondar un ruinoso establecimiento nocturno conocido como el CBGB’s en Manhattan que su vida dio un giro.
Ramones ya era un acto reconocido a finales de la década del setenta por la efervescencia de su música, la cual tomaba elementos melódicos de The Beatles con una impresionante celeridad y tono sarcástico en sus líricas. Marky, vistiendo la clásica chaqueta de cuero, los desgastados jeans y zapatos casuales junto a sus tres compañeros —el cantante Joey Ramone, el guitarrista Johnny Ramone y el bajista Dee Dee Ramone— se fue tomando el mundo.
“Éramos una banda especial, única en su especie”, manifiesta Marky al otro lado de la línea. “Desde mis primeros conciertos con ellos hasta el último recuerdo ese gran amor de los fans. Más allá del entusiasmo es una conexión especial que se ve enmarcada por lo que dicen las letras, por la estética ramonera y ese sentido de libertad que experimentas”.
Pese a ser considerado un nombre de culto —una camiseta con el logo del águila y los nombres de los cuatro integrantes se vende actualmente en almacenes de cadena de todas partes— la inmensa popularidad de la banda llegó paradójicamente luego de su disolución en 1996. Publicaron 14 discos de estudio pero ninguno alcanzó ventas millonarias y varios shows se realizaron ante audiencias reducidas. “No eran tiempos fáciles. Joey quería publicar sus canciones, y había un desgaste, ya que girábamos intensamente para entrar directamente al estudio y volver a comenzar el ciclo una y otra vez”, recuerda Marky.
Este baterista grabó diez producciones y efectuó cerca de dos mil shows en su tiempo con el conjunto autor de clásicos como ‘I Wanna Be Sedated’, ‘Blitkrieg Bop’, ‘Do You Remember Rock ‘n’ Roll Radio?’ o ‘The KKK Took My Baby Away’. “En cada show la intención era que
el público se lo pasara en grande. Como una grata celebración en familia. Eso es lo mismo que sigo buscando con mis conciertos en solitario”.
Los demás integrantes fallecieron a comienzos de este milenio por cuenta del cáncer (Joey, Johnny, Tommy) y la adicción a la heroína (Dee Dee). Marky ha mantenido el legado, no solo haciendo presentaciones, sino yendo a ferias de música, produciendo podcast e incluso escribió una autobiografía, “Punk Rock Blitzkrieg: My Life as a Ramone” en 2015.
Marky viene acompañado de una banda soporte en la que el cantante es Pela, un fanático acérrimo de los Ramones de origen vasco y que tiene una banda llamada Sumisión City Blues. Su performance posee mucha vitalidad y el vértigo necesario para apropiarse de un repertorio que no tiene descanso entre temas. Ya le vimos con Ramone cuando ambos sirvieron como apertura al show de reunión de Guns N’ Roses en Medellín en 2016. “Fue una grata experiencia. Tuvimos poco tiempo pero le sacamos el máximo provecho”, apunta este preciso percusionista.
Hoy, la música de Ramones está más viva que nunca. Se ha anunciado una próxima película biográfica con el comediante de Saturday Night Live, Pete Davidson, encarnado a Joey Ramone, además de una futura reedición de parte de su catálogo. Celebridades usan prendas alusivas a la banda, jóvenes músicos se inspiran en su actitud “hazlo tu mismo” y cuando se piensa en música punk, Ramones es todo un sinónimo. Esta actuación será una oportunidad de lujo para disfrutar tan rica herencia.
Datos del show
Lugar: The Bonfire – Avenida Caracas # 72A-10
Día: Domingo 20 de marzo
Hora: 8:00 p.m.
Marc Bell, mejor conocido como Marky Ramone, lleva más de cincuenta años golpeando su kit de tambores y platillos luego de indicar con fuerza a sus compañeros de banda que comienza una canción: “one, two, three, four!” Entonces el punk emerge en toda su forma de decibeles y rebeldía para dar alegría a los miles que se agolpan para verle tocar. Esa ha sido su vida y lo seguirá siendo mientras pueda.
Este domingo 20 de marzo Marky Ramone se presentará por cuarta ocasión en Colombia con la intención de interpretar un repertorio de 40 canciones que hacen parte del extenso legado de The Ramones. Promesa de una noche repleta de energía y nostalgia. Ninguna agrupación sonaba como ellos; autenticidad de cabo a rabo.
Marky se unió a Ramones en 1978 como reemplazo de Tommy Ramone, quién luego de tres álbumes optó por convertirse en su manager y productor. Marky, un oriundo de Nueva York, había tenido experiencia con bandas como Dust y Richard and Hell and Voivods, pero fue cuando empezó a rondar un ruinoso establecimiento nocturno conocido como el CBGB’s en Manhattan que su vida dio un giro.
Ramones ya era un acto reconocido a finales de la década del setenta por la efervescencia de su música, la cual tomaba elementos melódicos de The Beatles con una impresionante celeridad y tono sarcástico en sus líricas. Marky, vistiendo la clásica chaqueta de cuero, los desgastados jeans y zapatos casuales junto a sus tres compañeros —el cantante Joey Ramone, el guitarrista Johnny Ramone y el bajista Dee Dee Ramone— se fue tomando el mundo.
“Éramos una banda especial, única en su especie”, manifiesta Marky al otro lado de la línea. “Desde mis primeros conciertos con ellos hasta el último recuerdo ese gran amor de los fans. Más allá del entusiasmo es una conexión especial que se ve enmarcada por lo que dicen las letras, por la estética ramonera y ese sentido de libertad que experimentas”.
Pese a ser considerado un nombre de culto —una camiseta con el logo del águila y los nombres de los cuatro integrantes se vende actualmente en almacenes de cadena de todas partes— la inmensa popularidad de la banda llegó paradójicamente luego de su disolución en 1996. Publicaron 14 discos de estudio pero ninguno alcanzó ventas millonarias y varios shows se realizaron ante audiencias reducidas. “No eran tiempos fáciles. Joey quería publicar sus canciones, y había un desgaste, ya que girábamos intensamente para entrar directamente al estudio y volver a comenzar el ciclo una y otra vez”, recuerda Marky.
Este baterista grabó diez producciones y efectuó cerca de dos mil shows en su tiempo con el conjunto autor de clásicos como ‘I Wanna Be Sedated’, ‘Blitkrieg Bop’, ‘Do You Remember Rock ‘n’ Roll Radio?’ o ‘The KKK Took My Baby Away’. “En cada show la intención era que
el público se lo pasara en grande. Como una grata celebración en familia. Eso es lo mismo que sigo buscando con mis conciertos en solitario”.
Los demás integrantes fallecieron a comienzos de este milenio por cuenta del cáncer (Joey, Johnny, Tommy) y la adicción a la heroína (Dee Dee). Marky ha mantenido el legado, no solo haciendo presentaciones, sino yendo a ferias de música, produciendo podcast e incluso escribió una autobiografía, “Punk Rock Blitzkrieg: My Life as a Ramone” en 2015.
Marky viene acompañado de una banda soporte en la que el cantante es Pela, un fanático acérrimo de los Ramones de origen vasco y que tiene una banda llamada Sumisión City Blues. Su performance posee mucha vitalidad y el vértigo necesario para apropiarse de un repertorio que no tiene descanso entre temas. Ya le vimos con Ramone cuando ambos sirvieron como apertura al show de reunión de Guns N’ Roses en Medellín en 2016. “Fue una grata experiencia. Tuvimos poco tiempo pero le sacamos el máximo provecho”, apunta este preciso percusionista.
Hoy, la música de Ramones está más viva que nunca. Se ha anunciado una próxima película biográfica con el comediante de Saturday Night Live, Pete Davidson, encarnado a Joey Ramone, además de una futura reedición de parte de su catálogo. Celebridades usan prendas alusivas a la banda, jóvenes músicos se inspiran en su actitud “hazlo tu mismo” y cuando se piensa en música punk, Ramones es todo un sinónimo. Esta actuación será una oportunidad de lujo para disfrutar tan rica herencia.
Datos del show
Lugar: The Bonfire – Avenida Caracas # 72A-10
Día: Domingo 20 de marzo
Hora: 8:00 p.m.