Mayppel y su trilogía del desamor: “Una historia muy larga para una sola canción”

Mezclar la música con la actuación es un reto que el santandereano Jose Sebastián Pedraza Peñaloza, conocido artísticamente como Mayppel, está dispuesto a enfrentar desde que encontró su pasión junto a una guitarra cuando era niño. A este joven de 25 años la música lo acompaña desde que tocaba música andina junto a su hermano mayor y que su sueño lo ha llevado a las pantallas y a los escenarios.

¿Cómo fusionas la música y la actuación en tu vida artística y personal?

Lo que más me gusta de la música es poder demostrar las cosas que siento a través de las canciones, siento que momentos que pasan en mi vida puedo expresarlas de esta manera. Lo más bonito de la música es poder plasmar las experiencias que marcan. Con respecto a la actuación, siento que es un descanso de Sebastián, puedo hacer cosas que yo no haría, puedo vivir otras cosas, puedo sentirme de formas diferentes.

Ese momento en el que se crean personajes es muy especial porque dejas a un lado quien eres para convertirte en alguien completamente diferente. Ambas están muy ligadas, digamos, hay varios personajes que cantan, entonces creo que la música puede enriquecer a un personaje. Te ayuda a ser versátil, a proponer y tener esas ventajas y herramientas como actor.

¿Cómo fueron tus inicios en la música y en la actuación?

Mi papá nos castigaba a mi hermano mayor Rogert Pedraza y a mí cuando éramos niños y haciendo música. Recuerdo que ponía a mi hermano a enseñarme a tocar guitarra. Después, entré a una academia de música andina en Socorro, aprendí a tocar bandola y empezamos a tocar juntos. Con el tiempo, empecé a escuchar otro tipo de música y cantarla, más que todo baladas y pop. Después llegó la oportunidad de La Voz Teens en 2017. La música me abrió muchas puertas, una de ellas fue la actuación. Hice producciones en Santander, también un proyecto en Argentina, después llega mi papel de Lady Dani en “Los Billis” de Prime.

¿De dónde nace tu nombre artístico Mayppel?

Mi nombre artístico nace porque hay muchos que se llaman Sebastián en la industria (risas) entonces tomé un apodo que me tenía mi hermano cuando éramos niños, ‘My Doggie” le agregué la doble “p” de mis apellidos (Pedraza Peñaloza) y “el” para que sonara mejor.

Cumplir los sueños es todo un reto, ¿cómo llegaste del Socorro (Santander) a perseguir tus metas en la capital?

Después del concurso mi vida cambió, me mudé a los 17 años a Bogotá solo y con ganas de construir mi carrera musical. Recuerdo que viajaba al Socorro cada fin de semana a cantar en eventos y fiestas y con lo que ganaba regresaba a la capital. Por aquel entonces, además de los proyectos de actuación que fueron apareciendo, también se formó la banda LV5 junto a varios ex participantes del concurso, sin embargo, cuando todo este proyecto colectivo acabó durante la pandemia pensé en dejarlo todo. Pero mi pasión es la música, entonces yo seguí mi camino después de la banda y todo lo que aprendí de esa experiencia y seguí ya como solista, descubriendo mi género, mi estilo y todo este camino que venimos construyendo.

Escuchando tus canciones, la mayoría son para quienes tienen el corazón roto, ¿por qué cantarle al desamor?

Siento que hacen falta canciones en las que uno pueda expresar lo que siente. Creo que la mayoría de canciones que he sacado son como una forma de desahogarme y liberarme de vivencias o situaciones en las que las cosas no terminan bien. A mí no me ha ido bien las relaciones amorosas, son más las malas que las buenas (risas) entonces es una forma de expresar todo a través de la música.

En este momento estás en tu nueva etapa musical con esta trilogía que ya tiene dos partes ‘Sobre la Mesa’ y ‘Rompecabezas’, ¿qué ha cambiado desde tu primer álbum ‘La última bala’ a esta historia de tres canciones?

Ha sido un proceso muy lindo y enriquecedor, en “La última bala” estuvimos haciendo fusiones de género como pop, pop - rock, pop - funk, reggae, entre otros, pero siento que aunque experimentamos, nunca me salí de lo mío, sino que era mi esencia en diferentes géneros. Ahora, en esta trilogía estamos enfocados en lo que me define musicalmente, que es el pop. Escogí este género porque crecí escuchando Camila, Sin Banderas, Reik y actualmente mis referentes son Post Malone, Justin Bieber, The Kid Laroi, Shawn Mendes, entre otros.

Hablemos un poco de la trilogía, de esta historia que habla sobre el amor...

Hace rato quería contar una historia de desamor, pero sentía que era muy larga para una sola canción, entonces decidimos junto a mi equipo dividirla en tres partes, cada una narra una etapa de lo que significa una ruptura amorosa.

“Sobre la mesa” es la primera parte y cuenta ese proceso cuando se termina una relación y necesitas para tu salud física y mental borrar todos los recuerdos, esto es lo más difícil pues, al mismo tiempo, es lo más bonito porque son esos momentos bonitos. “Rompecabezas”, que es el más reciente sencillo, es esa etapa en la que todo terminó, y es el más complejo de todos, pues aparecen las dudas y se empieza a pensar si se hizo o no lo correcto. La tercera parte aún no sale que es el desenlace de la historia, se llama “Snickers” y es donde se sabrá si todo termina o habrá una segunda oportunidad.

Mezclar la música con la actuación es un reto que el santandereano Jose Sebastián Pedraza Peñaloza, conocido artísticamente como Mayppel, está dispuesto a enfrentar desde que encontró su pasión junto a una guitarra cuando era niño. A este joven de 25 años la música lo acompaña desde que tocaba música andina junto a su hermano mayor y que su sueño lo ha llevado a las pantallas y a los escenarios.

¿Cómo fusionas la música y la actuación en tu vida artística y personal?

Lo que más me gusta de la música es poder demostrar las cosas que siento a través de las canciones, siento que momentos que pasan en mi vida puedo expresarlas de esta manera. Lo más bonito de la música es poder plasmar las experiencias que marcan. Con respecto a la actuación, siento que es un descanso de Sebastián, puedo hacer cosas que yo no haría, puedo vivir otras cosas, puedo sentirme de formas diferentes.

Ese momento en el que se crean personajes es muy especial porque dejas a un lado quien eres para convertirte en alguien completamente diferente. Ambas están muy ligadas, digamos, hay varios personajes que cantan, entonces creo que la música puede enriquecer a un personaje. Te ayuda a ser versátil, a proponer y tener esas ventajas y herramientas como actor.

¿Cómo fueron tus inicios en la música y en la actuación?

Mi papá nos castigaba a mi hermano mayor Rogert Pedraza y a mí cuando éramos niños y haciendo música. Recuerdo que ponía a mi hermano a enseñarme a tocar guitarra. Después, entré a una academia de música andina en Socorro, aprendí a tocar bandola y empezamos a tocar juntos. Con el tiempo, empecé a escuchar otro tipo de música y cantarla, más que todo baladas y pop. Después llegó la oportunidad de La Voz Teens en 2017. La música me abrió muchas puertas, una de ellas fue la actuación. Hice producciones en Santander, también un proyecto en Argentina, después llega mi papel de Lady Dani en “Los Billis” de Prime.

¿De dónde nace tu nombre artístico Mayppel?

Mi nombre artístico nace porque hay muchos que se llaman Sebastián en la industria (risas) entonces tomé un apodo que me tenía mi hermano cuando éramos niños, ‘My Doggie” le agregué la doble “p” de mis apellidos (Pedraza Peñaloza) y “el” para que sonara mejor.

Cumplir los sueños es todo un reto, ¿cómo llegaste del Socorro (Santander) a perseguir tus metas en la capital?

Después del concurso mi vida cambió, me mudé a los 17 años a Bogotá solo y con ganas de construir mi carrera musical. Recuerdo que viajaba al Socorro cada fin de semana a cantar en eventos y fiestas y con lo que ganaba regresaba a la capital. Por aquel entonces, además de los proyectos de actuación que fueron apareciendo, también se formó la banda LV5 junto a varios ex participantes del concurso, sin embargo, cuando todo este proyecto colectivo acabó durante la pandemia pensé en dejarlo todo. Pero mi pasión es la música, entonces yo seguí mi camino después de la banda y todo lo que aprendí de esa experiencia y seguí ya como solista, descubriendo mi género, mi estilo y todo este camino que venimos construyendo.

Escuchando tus canciones, la mayoría son para quienes tienen el corazón roto, ¿por qué cantarle al desamor?

Siento que hacen falta canciones en las que uno pueda expresar lo que siente. Creo que la mayoría de canciones que he sacado son como una forma de desahogarme y liberarme de vivencias o situaciones en las que las cosas no terminan bien. A mí no me ha ido bien las relaciones amorosas, son más las malas que las buenas (risas) entonces es una forma de expresar todo a través de la música.

En este momento estás en tu nueva etapa musical con esta trilogía que ya tiene dos partes ‘Sobre la Mesa’ y ‘Rompecabezas’, ¿qué ha cambiado desde tu primer álbum ‘La última bala’ a esta historia de tres canciones?

Ha sido un proceso muy lindo y enriquecedor, en “La última bala” estuvimos haciendo fusiones de género como pop, pop - rock, pop - funk, reggae, entre otros, pero siento que aunque experimentamos, nunca me salí de lo mío, sino que era mi esencia en diferentes géneros. Ahora, en esta trilogía estamos enfocados en lo que me define musicalmente, que es el pop. Escogí este género porque crecí escuchando Camila, Sin Banderas, Reik y actualmente mis referentes son Post Malone, Justin Bieber, The Kid Laroi, Shawn Mendes, entre otros.

Hablemos un poco de la trilogía, de esta historia que habla sobre el amor...

Hace rato quería contar una historia de desamor, pero sentía que era muy larga para una sola canción, entonces decidimos junto a mi equipo dividirla en tres partes, cada una narra una etapa de lo que significa una ruptura amorosa.

“Sobre la mesa” es la primera parte y cuenta ese proceso cuando se termina una relación y necesitas para tu salud física y mental borrar todos los recuerdos, esto es lo más difícil pues, al mismo tiempo, es lo más bonito porque son esos momentos bonitos. “Rompecabezas”, que es el más reciente sencillo, es esa etapa en la que todo terminó, y es el más complejo de todos, pues aparecen las dudas y se empieza a pensar si se hizo o no lo correcto. La tercera parte aún no sale que es el desenlace de la historia, se llama “Snickers” y es donde se sabrá si todo termina o habrá una segunda oportunidad.