Miley Cyrus: Una diva pop convertida en estrella del rock
La artista norteamericana se presenta este lunes en el Movistar Arena de Bogotá como parte de la gira mundial que promociona su más reciente álbum, “Plastic Hearts”. De sus días como la inocente protagonista de la serie infantil Hanna Montana a cantar con Metallica, han ocurrido un sinnúmero de historias.
Alejandro Bonilla
Cuando tenía 11 años de edad, Destiny Hope Cyrus, más conocida como Miley Cyrus, debió enfrentar la atención de ser una sensación internacional por cuenta de su personaje televisivo Hannah Montana. Allí se mostraban las aventuras de Miley Stewart, una chica que se mudaba de la ciudad de Nashville a la cosmopolita Malibú, California, viviendo una doble vida como cantante de pop. Su padre, Billy Ray Cyrus, es un reconocido interprete de música country y en el show hacía las veces de su progenitor y manager.
Hannah Montana fue un éxito inmediato, y su banda sonora con canciones de Miley, despachó tres millones de copias asegurándole jugosos contratos con la compañía Walt Disney, tanto en la pantalla chica como en el cine, además de un amplio catálogo de mercadería.
Su carrera en solitario arrancó en 2008 con el álbum “Breakout”, siendo otro triunfo en listas. Una aparición en el film Bolt le concedió su primera nominación al premio Globo de Oro. Ya con 20 años de edad Cyrus continuó su flamante carrera con papeles en la TV (Two and Half Men) y otras películas (The Last Song). Sus colaboraciones musicales con fenómenos del hip-hop como will.i.am, Snoop Dog o los productores Rock Mafia y Borgore, causaron furor.
Su cuarta producción de estudio, “Bangerz”, de 2013 fue un punto de giro. Cyrus escribió la mayoría de las canciones en las que su sonido edulcorado mutó al rhythmn and blues y un “hip-hop sucio”, como ella misma lo describió. El video del sencillo ‘Wrecking Ball’, en el que se le ve desnuda encima de una bola gigante de demolición, tuvo millones de vistas en YouTube e inmediatamente se transformó en meme.
Para promocionar el álbum Cyrus actuó en los Premios MTV junto al cantante Robin Thicke con un ligero atuendo de color piel. Sus atrevidos movimientos en tarima con un dedo gigante de goma causaron controversia. El consecuente tour mundial también dividió a su audiencia, ya que en escena le acompañaban bailarinas fuera de los cánones de belleza, guiños al consumo de marihuana y demenciales gráficas en sus pantallas.
Sin embargo Cyrus no depende del escándalo para ser relevante. Y así lo dejo claro con sus siguientes álbumes: “Miley Cyrus & Her Dead Petz” (2015) y “Younger Now” (2017). El primero es bastante experimental, además de que le acompañó la banda de rock psicodélico The Flaming Lips, y el segundo fue una exploración en sus raíces sureñas, con música country y ritmos tradicionales.
Su faceta rockera tuvo un preámbulo maravilloso cuando protagonizó un capítulo llamado “Rachel, Jack and Ashley Too” en la popular serie de Netflix, Black Mirror. Allí encarna a una estrella pop que desea escribir canciones más oscuras y reales pero encuentra el rechazo de su manager y compañía discográfica. Para controlarla es drogada al punto de quedar en estado de coma y conectar así su cerebro a un holograma que mantega a flote su carrera. En la trama se escucha constantemente la canción ‘Head Like a Hole’, de la banda Nine Inch Nails. Tanto el cover de Cyrus como su interpretación, tuvo el apoyo de Trent Reznor, líder del famoso acto de rock industrial.
Cyrus abrazó aún más el género con sus posteriores giras en las que versiones de The Beatles, Pink Floyd, The Cranberries o Pearl Jam se volvieron costumbre. Miley ha expresado que una de sus grandes influencias sobre el escenario es la leyenda del punk rock Iggy Pop. Además otro importante interprete de este género con quién se le ha visto compartir el micrófono es Billy Idol.
El año pasado la banda Metallica celebró los 30 años de su “Álbum Negro”, el más exitoso de su carrera. Para celebrarlo no dudaron en invitar a Cyrus para cantar junto a ellos una versión de su canción ‘Nothing Else Matters’. La rubia no solo estuvo a la altura, le dio un matiz nunca antes apreciado a la famosa pieza.
El álbum más reciente de Miley lleva por nombre “Plastic Hearts”. Las canciones evocan la era dorada del pop de los años setenta y ochenta con todo su glamour y una marcada presencia tanto de guitarras eléctricas como de potentes baterías. Dentro de los invitados está la veterana rockera Joan Jett así como la vocalista Stevie Nicks, recordada por su tiempo con la banda de rock clásico Fleetwood Mac. La química es incuestionable.
En esta evolución de luminaria adolescente a figura rebelde del pop, Cyrus ha sido un modelo de mujer independiente. Se ha desmarcado de los clichés, tanto en su estética como en sus palabras en entrevistas, así como con su constante apoyo a la comunidad LGBTI. Su raspada garganta, sus impredecibles performances y esa enorme sonrisa, hacen de ella un ícono.
Cuando tenía 11 años de edad, Destiny Hope Cyrus, más conocida como Miley Cyrus, debió enfrentar la atención de ser una sensación internacional por cuenta de su personaje televisivo Hannah Montana. Allí se mostraban las aventuras de Miley Stewart, una chica que se mudaba de la ciudad de Nashville a la cosmopolita Malibú, California, viviendo una doble vida como cantante de pop. Su padre, Billy Ray Cyrus, es un reconocido interprete de música country y en el show hacía las veces de su progenitor y manager.
Hannah Montana fue un éxito inmediato, y su banda sonora con canciones de Miley, despachó tres millones de copias asegurándole jugosos contratos con la compañía Walt Disney, tanto en la pantalla chica como en el cine, además de un amplio catálogo de mercadería.
Su carrera en solitario arrancó en 2008 con el álbum “Breakout”, siendo otro triunfo en listas. Una aparición en el film Bolt le concedió su primera nominación al premio Globo de Oro. Ya con 20 años de edad Cyrus continuó su flamante carrera con papeles en la TV (Two and Half Men) y otras películas (The Last Song). Sus colaboraciones musicales con fenómenos del hip-hop como will.i.am, Snoop Dog o los productores Rock Mafia y Borgore, causaron furor.
Su cuarta producción de estudio, “Bangerz”, de 2013 fue un punto de giro. Cyrus escribió la mayoría de las canciones en las que su sonido edulcorado mutó al rhythmn and blues y un “hip-hop sucio”, como ella misma lo describió. El video del sencillo ‘Wrecking Ball’, en el que se le ve desnuda encima de una bola gigante de demolición, tuvo millones de vistas en YouTube e inmediatamente se transformó en meme.
Para promocionar el álbum Cyrus actuó en los Premios MTV junto al cantante Robin Thicke con un ligero atuendo de color piel. Sus atrevidos movimientos en tarima con un dedo gigante de goma causaron controversia. El consecuente tour mundial también dividió a su audiencia, ya que en escena le acompañaban bailarinas fuera de los cánones de belleza, guiños al consumo de marihuana y demenciales gráficas en sus pantallas.
Sin embargo Cyrus no depende del escándalo para ser relevante. Y así lo dejo claro con sus siguientes álbumes: “Miley Cyrus & Her Dead Petz” (2015) y “Younger Now” (2017). El primero es bastante experimental, además de que le acompañó la banda de rock psicodélico The Flaming Lips, y el segundo fue una exploración en sus raíces sureñas, con música country y ritmos tradicionales.
Su faceta rockera tuvo un preámbulo maravilloso cuando protagonizó un capítulo llamado “Rachel, Jack and Ashley Too” en la popular serie de Netflix, Black Mirror. Allí encarna a una estrella pop que desea escribir canciones más oscuras y reales pero encuentra el rechazo de su manager y compañía discográfica. Para controlarla es drogada al punto de quedar en estado de coma y conectar así su cerebro a un holograma que mantega a flote su carrera. En la trama se escucha constantemente la canción ‘Head Like a Hole’, de la banda Nine Inch Nails. Tanto el cover de Cyrus como su interpretación, tuvo el apoyo de Trent Reznor, líder del famoso acto de rock industrial.
Cyrus abrazó aún más el género con sus posteriores giras en las que versiones de The Beatles, Pink Floyd, The Cranberries o Pearl Jam se volvieron costumbre. Miley ha expresado que una de sus grandes influencias sobre el escenario es la leyenda del punk rock Iggy Pop. Además otro importante interprete de este género con quién se le ha visto compartir el micrófono es Billy Idol.
El año pasado la banda Metallica celebró los 30 años de su “Álbum Negro”, el más exitoso de su carrera. Para celebrarlo no dudaron en invitar a Cyrus para cantar junto a ellos una versión de su canción ‘Nothing Else Matters’. La rubia no solo estuvo a la altura, le dio un matiz nunca antes apreciado a la famosa pieza.
El álbum más reciente de Miley lleva por nombre “Plastic Hearts”. Las canciones evocan la era dorada del pop de los años setenta y ochenta con todo su glamour y una marcada presencia tanto de guitarras eléctricas como de potentes baterías. Dentro de los invitados está la veterana rockera Joan Jett así como la vocalista Stevie Nicks, recordada por su tiempo con la banda de rock clásico Fleetwood Mac. La química es incuestionable.
En esta evolución de luminaria adolescente a figura rebelde del pop, Cyrus ha sido un modelo de mujer independiente. Se ha desmarcado de los clichés, tanto en su estética como en sus palabras en entrevistas, así como con su constante apoyo a la comunidad LGBTI. Su raspada garganta, sus impredecibles performances y esa enorme sonrisa, hacen de ella un ícono.